El candidato libertario pasó de rechazar los mandatos gremiales perpetuos a tolerarlos luego de reunirse con el líder de la UOCRA, Gerardo Martínez. Versiones desmentidas, silencio de la CGT y acto en Tucumán con Sergio Massa
Primero fueron las declaraciones de Luis Barrionuevo. Luego, la reunión secreta de Gerardo Martínez. Lo cierto es que Javier Milei está en boca de todos los sindicalistas por el rechazo que genera en algunos y por la atracción que despierta en otros ante la sensación de que se acerca a la Casa Rosada. Hay celulares de gremialistas que arden para una consulta con promesas de confidencialidad: “¿Te juntaste?”. Por ahora, hay más de fantasía que de realidad: en las últimas horas circularon versiones sobre encuentros reservados de dos altos directivos de la CGT con el candidato libertario, pero ante la consulta de Infobae fueron desmentidos en forma enérgica.
“Milei está preparando el terreno para recibir a los dirigentes gremiales por si gana las elecciones, pero para eso tiene que pasar el ballotage”, interpretó un referente cegetista a partir de un guiño explícito que dio hace dos días el líder de La Libertad Avanza: no condenó la reelección indefinida de los sindicalistas y consideró que “ese es un problema que tendrán que encontrar la solución los trabajadores”. “No tengo que estar rompiendo yo una institución”, dijo en declaraciones a LN+.
Una postura diametralmente opuesta a la que figura en la plataforma electoral de La Libertad Avanza en 2021, que en el capítulo “Reforma sindical” plantea lo siguiente: “Una nueva ley democratizará el movimiento sindical, eliminando el unicato, la afiliación obligatoria y la falta de democracia, prohibiendo en este sentido las reelecciones continuas de los representantes, reduciendo la reelección a un máximo de dos mandatos continuos o tres alternados”.
¿Qué pasó en el medio que justifique ese viraje? No parece casual que 48 horas antes de haber hecho efectuado esas definiciones tan contemplativas de la continuidad perpetua de los sindicalistas Milei haya estado reunido en secreto con el líder de la UOCRA, Gerardo Martínez, como reveló Infobae. El contacto se produjo el viernes, a pedido del candidato presidencial, porque “quería interiorizarse de primera mano cómo es el sistema (de indemnizaciones) de la construcción”, según explicó el dirigente gremial a este medio, aunque obviamente hablaron de política y de las elecciones.
Martínez incluso reveló algo novedoso que también implica un cambio respeto de la plataforma libertaria: Milei “no quiere hacer reforma laboral, no es el capítulo que más le interesa; el capítulo que más le interesa -aseguró- es el tema de la macroeconomía y cómo bajar los índices de inflación”. ¿Otra señal de buena voluntad del candidato para congraciarse con el sindicalismo peronista?
En la introducción del capítulo sobre Reforma laboral, la plataforma del partido de Milei sostiene (o sostenía): “El tema laboral en Argentina involucra cambiar una legislación obsoleta para tiempos en los que los procesos productivos se alteran rápidamente frente al avance vertiginoso de la tecnología. Pero antes de precisar sus principales problemas y los remedios que se necesitan, cabe mencionar que existe un problema anterior a esto que es el comportamiento del movimiento sindical que, amparado por las leyes vigentes y por costumbres antirrepublicanas asumidas como normales, abusa de una participación pública con fines políticos extorsivos, procurando resolver en las calles lo que se debería dirimir en el Congreso a través de los representantes del electorado”.
Y sigue: “Restituir los valores republicanos en el quehacer político exige una eliminación de la capacidad de extorsión del aparato sindical a través de las huelgas generales y de la ocupación de los espacios públicos. Esta anomalía también se aplica al comportamiento de los representantes de los trabajadores informales y los desempleados”.
Según figura en la plataforma, “Avanza Libertad es consciente de que la primera medida necesaria para realmente restaurar el principio constitucional que el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes es tolerancia cero con la extorsión política de los dirigentes sindicales y piqueteros. El derecho de los que quieren trabajar, transitar y comerciar libremente debe estar por encima de quienes quieren forzar cambios de leyes o cambios en el rumbo de gobiernos mayoritarios, contradiciendo los principios y las libertades consagradas por nuestra Constitución Nacional”.
El giro discursivo de Milei se produjo tras reunirse con Martínez y luego de sugestivas declaraciones del titular del Sindicato de Gastronómicos, Luis Barrionuevo, quien abandonó su reciente alineamiento con la candidatura presidencial del camporista Eduardo “Wado” de Pedro para vaticinar un triunfo electoral del libertario (“gana en primera vuelta y sin chicote”, le dijo al diario El Ancasti) e incluso lo comparó con aquel Carlos Menem que venció a Antonio Cafiero en la interna del PJ.
“Había mucha bronca y está visto que la gente no quería saber más nada con ninguno de los candidatos. Entonces emergió Milei con su discurso de la casta que claramente golpeó en la sociedad”, explicó el sindicalista, casi un visionario en materia política: en 1989 se confesó “recontraalcahuete” de Menem y piloteó una mesa sindical que apoyó su candidatura cuando todo el PJ parecía alineado detrás de la figura de Cafiero, el adalid de la renovación partidaria.
Barrionuevo incluso anticipó que si Milei llega a la Presidencia tendrá apoyo político en el Congreso: “Las leyes tienen que salir, hay que acompañar porque vivimos en democracia. Así se acompañó a Mauricio Macri y a los distintos gobiernos. Si gana, va a tener minoría en ambas cámaras y va a tener que dialogar con todo el mundo. Se verá los cambios que él quiere y cuales los podemos adaptar porque ahí entramos también nosotros, el sindicalismo con la reforma laboral”.
Mientras, la reunión secreta de Martínez con Milei no fue hecha en nombre de la CGT, pero causó malestar en algunos colegas del secretario de Relaciones Internacionales cegetista, que se enteraron cuando Infobae publicó la información. Pablo Moyano, cotitular de la CGT, fue el único que habló públicamente del tema: dijo que el jefe de la UOCRA lo hizo “a título personal”, tomó distancia del contacto (“me desligo de esa reunión, yo no tengo nada que ver con ese espacio”) e incluso tuvo una definición cargada de crítica: “Yo ni loco me reuniría con un personaje que constantemente ataca a los trabajadores y a las organizaciones gremiales -advirtió-, que reivindica la privatización de las empresas del estado y el cierre de ministerios, que va a provocar miles de compañeros despedidos”.
En el grupo de WhatsApp de la conducción de la CGT ni se tocó el tema y varios de sus miembros ya dieron por terminada la incipiente polémica interna luego de que Martínez aclaró que él sigue apoyando a Sergio Massa y reivindicó el diálogo con todos los sectores políticos. De por sí, el líder de la UOCRA es uno de los promotores del acto del sábado próximo en San Miguel de Tucumán, con presencia de gobernadores, intendentes bonaerenses y sindicalistas, en el que hablará el candidato presidencial de Unión por la Patria en una suerte de relanzamiento de su campaña electoral.
Ricardo Carpena