Desde el respeto a la propiedad privada hasta el equilibrio fiscal; desde una reforma laboral hasta una nueva coparticipación. A continuación, los detalles de la sorpresa que se esperaba del discurso.
El misterio y la expectativa que Javier Milei buscó deliberadamente crear en torno a su primer discurso ante la Asamblea Legislativa han llegado a su fin. La «sorpresa» del primer presidente libertario no fue de naturaleza económica, como se rumoreaba entre los círculos libertarios, sino estrictamente política: la convocatoria a un pacto con todos los gobernadores para instarlos a llevar adelante las ambiciosas reformas políticas estructurales que el Gobierno no pudo negociar en el Congreso, bajo un ambicioso título que hace referencia a la fecha en que buscará inaugurar este pacto: «Pacto del 25 de Mayo».
Se trata, en palabras de Milei, de «un nuevo pacto fundacional», destinado a ser consensuado con los 24 mandatarios de Argentina, que contiene diez ideas fuerza: una especie de hoja de ruta que el primer mandatario ofrece a los líderes provinciales para supuestamente poner en marcha al país y sacarlo de años de estancamiento.
Si la dirigencia adhiere, estas ideas y conceptos deberán plasmarse en leyes y normativas que serán tratadas en el Congreso Nacional, dejando atrás, si fuera posible, el antecedente de la denominada «Ley de Bases», que naufragó debido a la resistencia de los líderes territoriales.
Milei incluyó en los 10 ejes varios de los temas que contenía aquel paquete frustrado y el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que se encuentra en buena parte frenado por la Justicia. Escritos en un estilo cursivo específico y volcados en un documento con formato antiguo.
Javier Milei deliberó durante semanas con su círculo cercano sobre cómo salir de la encrucijada en la que quedó atrapado el Gobierno tras el fracaso de su conjunto de medidas fundacionales. Frente a una mayoría de gobernadores, diputados y senadores reacios a brindar un apoyo ciego al ajuste y las reformas que quiere implementar, y con una minoría libertaria en el Congreso, decidió que la convocatoria a un «Pacto» con todos aquellos dispuestos a acompañarlo es la mejor solución, ya que implica una toma firme de la iniciativa que coloca la pelota en el campo donde juega la oposición.
En resumen, el Presidente intenta una vez más marcar una línea divisoria ante la opinión pública entre aquellos dirigentes que desean sacar adelante a Argentina -ubicándose a sí mismo, a su grupo y a todos los que deseen seguir sus directrices- y aquellos que simplemente no tienen los mejores intereses del país en mente. Con una lista de medidas redactadas de manera amplia y conceptual, pero específicamente detalladas en puntos clave, «con los cuales nadie podría estar en desacuerdo», buscan que sean los opositores los que se queden sin otra opción que respaldar al Gobierno. «Es lo que ellos exigían, consenso, y se lo estamos dando. No pueden decir que no», explicaron en la Casa Rosada, con una sutil ironía.
Los puntos estarán sujetos a conversaciones y posibles modificaciones. El Presidente tiene previsto convocar a todos los gobernadores a una reunión en Olivos o la Casa Rosada en breve, probablemente la próxima semana, para elaborar y firmar un «preacuerdo». El lanzamiento formal del pacto sería el 25 de Mayo, en Córdoba, como Milei adelantó en su discurso.
El jefe de Estado eligió anunciar su iniciativa en la ceremonia significativa de apertura del año político y cambió el horario al horario estelar nocturno para llegar a la mayor cantidad de argentinos televidentes con el mensaje que busca dividir aguas. Al acumular mayor visibilidad, su objetivo fue exponer a la dirigencia ante la opinión pública, la cual, dado que no cuenta con estructura ni territorio, respalda casi exclusivamente su legitimidad.
La iniciativa es el resultado de una evaluación realizada junto a su principal asesor, el consultor Santiago Caputo, y se mantuvo en secreto para la mayoría del Gabinete hasta el último momento. Incluso, varios ministros y secretarios se enteraron de la «sorpresa» que contenía el discurso pocas horas antes de que Milei lo pronunciara. Al final, el anuncio que se especuló durante toda la semana resultó ser puramente político.
Preocupados por la imagen de cada medida, en el Gobierno prefieren no comparar la iniciativa con el Pacto de la Moncloa, pero reconocen las similitudes. Están preocupados, sin embargo, por el concepto de «Acuerdo Nacional», una fórmula que se utilizó en los últimos días en la sede nacional pero que consideran obsoleta porque «ya se intentó y fracasó durante los últimos 30 años». Esta vez, creen que el resultado puede ser diferente y admiten que depende del nivel de presión que puedan ejercer sobre la oposición.
El primer paso lo dio Milei esta noche. Aunque el Presidente dijo tener pocas esperanzas, cerca de él están convencidos de que algunos gobernadores lo acompañarán incentivados por el punto sobre la coparticipación. Además, consideran que varios han tomado conciencia del poder de la Nación. «Algunos empezaron a verlo», dijo un colaborador del Presidente, refiriéndose a la frase característica («No lo ven») que utiliza para distinguirse del resto de la clase política. «En estos 70 días, algunos comenzaron a darse cuenta de que Javier es especial», añadió un funcionario de alto rango, explicando que es especial «porque está dispuesto a enfrentarlos» sin titubear.
Con las sesiones ordinarias inauguradas, en el Gobierno adelantaron los pasos a seguir en el ámbito parlamentario. En paralelo a la convocatoria a las primeras conversaciones políticas para firmar el pacto, presentarán una «ley Ómnibus» reducida a los puntos sobre los que ya lograron consenso en el debate de enero y febrero. Presentarán el famoso paquete de «alivio fiscal» como moneda de cambio para que las provincias respalden al oficialismo. Y dejarán para junio, en caso de que se firme el acuerdo, el resto de las medidas. Hoy creen que su «jugada maestra» no dejará margen a los mandatarios del interior para renegar.
El Pacto de Mayo:
Al primero del mes de marzo del año de Nuestro Señor 2024, con los representantes del pueblo reunidos en el Congreso de la Nación, ante la mirada del Eterno, declaramos la necesidad de un nuevo pacto fundacional para la República Argentina.
El Presidente de la Nación, Javier Milei, convoca a las veintitrés provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a firmar el día 25 de mayo del presente año, en la jurisdicción de Córdoba, corazón productivo de nuestra Patria, un acuerdo de diez puntos que reconstituye las Bases de la Argentina.
Estos lineamientos estarán sujetos a la aprobación previa de la presentada «Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos» y un nuevo pacto fiscal.
La inviolabilidad de la propiedad privada.
El equilibrio fiscal innegociable.
La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno.
Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio.
La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para poner fin de una vez por todas al modelo extorsivo actual.
Un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país.
Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal.
Una reforma previsional que garantice la sustentabilidad del sistema, respete a quienes han aportado y permita a quienes lo deseen suscribirse a un sistema privado de jubilación.
Una reforma política estructural que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados.
La apertura al comercio internacional, de manera que Argentina vuelva a ser un actor importante en el mercado global.
Dios bendiga a todos los argentinos y nos otorgue la sabiduría y la fortaleza necesarias para superar los desafíos que enfrentamos como sociedad, y construir un futuro próspero para nuestra Nación. Que las Fuerzas del Cielo nos acompañen.
Javier Gerardo Milei
Presidente de la Nación.
