Caso María Marta Belsunce: el fiscal mostró seis balas para enumerar las razones que apuntan a Pachelo como autor del crimen

Fue durante el primer día del juicio en alusión a la cantidad de disparos que recibió la víctima. En una tensa audiencia, el acusador también dio otros cuatro argumentos para socavar los pedidos del imputado
Nicolás Pachelo

Caso María Marta García Belsunce: las seis balas que plantó el fiscal.
Por: María Laura Balonga

El fiscal Patrcio Ferrari hizo un alto en la acusación contra Nicolás Pachelo (46) y los ex vigiladores del country Carmel Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45) por el crimen de María Marta García Belsunce, se paró delante del escritorio y acomodó una mesita auxiliar (de no más de 50 centímetros cuadrados por un metro de alto). La puso en el centro de la sala del entrepiso de los tribunales de San Isidro, frente a los defensores y a la vista de los imputados. Los jueces del TOC N°4, desde el atrio, tenían platea preferencial. Luego, sacó una cajita cuadrada, de esas en las que vienen los anillos y cadenitas, y tomó algo de su interior.

“Son seis las razones que la acusación va esbozar para demostrar la plataforma fáctica contra Pachelo”, soltó Ferrari y, con un golpe seco, apoyó en la mesa ese objeto que había tomado de la cajita: era una bala. La reacción en la sala, un mix de sorpresa y asombro, quitó la modorra de la mañana.

Sin embargo, no sería el único proyectil que apoyaría con firmeza el funcionario. Seguirían cinco más hasta completar el sexteto de razones y así cerrar la alegoría con el crimen: justamente, esa misma cantidad de balazos le dispararon a María Marta aquel 27 de octubre de 2002. “Han transcurrido 20 años sin que el Estado haya sido capaz de mostrar una respuesta sobre el caso, no sólo a la víctima sino a la sociedad. El derecho a la verdad es un derecho humano”, comenzó el fiscal su alocución sobre la acusación. Y sentenció: “Este Ministerio Público va a demostrar que Pachelo, indiscutiblemente, es el asesino”.

Fue entonces que el funcionario hizo un contrapunto entre la víctima y el presunto victimario. De María Marta reflotó sus virtudes: “Socióloga de nota, reservada, reflexiva, sensible, dedicada a la solidaridad, buena hija, esposa, amiga y de carácter fuerte y avasallante, un dato no menor”. A Pachelo lo descalificó: “Es un criminal de raza, vinculado al mundo del delito desde la adolescencia, con un coeficiente intelectual superior a la media de ese ámbito; sin embargo ha cometido más de un error en el caso. Psicópata, narcisista, un ludópata empedernido, capaz de matar y mucho más”.

Para el fiscal adjunto de la Fiscalía General de San Isidro, que comparte la acusación con sus pares Federico González y Andrés Quintana, “Pachelo es el responsable del crimen de Maria Marta”. La mató para robar “una caja metálica de seguridad con valores de la actividad solidaria de la víctima”. Y ahí detalló el sexteto de razones sobre las que se basan para acusarlo, los seis balazos iniciales.

Bala 1. “Pachelo asaltó casi todas las viviendas que rodeaban a la casa de la víctima los domingos, entre 18 y las 20. Esa era su zona de confort criminal”, relató Ferrari sobre la primera razón para acusarlo. Es que la teoría de la acusación es que entró a robar después de las 18 ese 27 de octubre, que fue domingo, y cuando la casa estaba vacía porque el matrimonio había ido a ver el clásico River-Boca a la casa del cuñado de María Marta. Pero ella regresó a su vivienda antes. Según los fiscales, la mataron cuando los sorprendió robando. Para Roberto Ribas, el abogado del acusado, “no hay pruebas” de que su defendido haya ingresado en la propiedad donde ocurrió el asesinato. “Si no entró en la casa no pudo haber intervenido en el hecho”, tiró.

Bala 2. “Meses antes de la muerte, Pachelo le sustrajo a María Marta la mascota, el perro Tom, que era como un hijo para el matrimonio. Extensivamente, le requirió un rescate”, explicó Ferrari los duros antecedentes entre ambos y detalló que la víctima “sabía que le había robado el perro” y que el vecino, hijo del fundador del country, “no podía tolerar que ella le hubiera comunicado al barrio el interés de que se vaya” del Carmel. “Pachelo odiaba a María Marta”, sentenció. Para el defensor del imputado, no hay testigos de eso: “Una ficción”.

Bala 3. Para la acusación, Pachelo “era usuario de un arma de fuego de idéntica característica de las usadas: un revólver .32 largo de muy particular funcionamiento”. El fiscal prometió pruebas. Ribas le respondió: “Nunca tuvo un revólver”.

Bala 4. “Pachelo armó una coartada, la inició en el momento de la comisión del crimen, cuando nadie conocía que era un hecho violento y se suponía que había sido un hecho doméstico”, dijo el fiscal sin dar mayores precisiones. El ticket de la juguetería guardado por años en la caja fuerte de la casa de la madre del acusado y hallado cuando la mujer se suicidó es clave. El imputado alegó siempre que esa prueba demostraba que estaba en otro lugar ese 27 de octubre y, por ende, no podía haberla matado.

Bala 5. “Pachelo ha amenazado y hostigado a la totalidad de los testigos que se interpusieron por delante de él. Su perfil de psicópata, con necesidad de control, dominio y triunfo sobre el hecho mostrarán, a todas luces, un comportamiento plenamente coincidente con el del responsable del crimen. Van a conocer la íntima ligazón que existe en la muerte de los padres de Pachelo, Norberto y Silvia, con el propio imputado”, desnudó Ferrari.

Bala 6. “El sexto proyectil que, en rigor, es la primera bala que se disparó, dejó vestigio material en la escena y del autor del hecho. A partir de la información novedosa y de calidad, permitirá llegar a la conclusión de que Pachelo es la responsable de la muerte de María Marta”, lanzó el fiscal sin más detalles sobre el famoso ‘pituto’ que la familia tiró por el inodoro.

Los proyectiles verbales

Antes de finalizar la primera jornada del juicio, pero ya sin los proyectiles sobre la mesa, porque el presidente del tribunal, Federico Ecke, pidió a uno de los policías que los sacara y se los devolviera a la fiscalía; Ferrari disparó, “metafóricamente”, contra la defensa y las pretensiones de Pachelo otros cuatro balazos verbales.

Así, el séptimo disparo de la fiscalía fue el pedir que la causa sea enmarcada en un contexto de violencia de género. Se habló del “estado de vulnerabilidad que caracterizó a la víctima al momento de su muerte, teniendo en cuenta el frío comportamiento del victimario” y se explicó que, desde la acusación, pretenden que el debate “sea abarcado transversalmente por perspectiva de género”.

El octavo balazo verbal llegó luego de que Pachelo pidiera no ir a todas las audiencias: “Mi idea es venir a la mitad”, blanqueó. También solicitó que no lo muden al penal de San Martín, donde anoche durmió para estar más cerca del tribunal, ya que está alojado en La Plata. Los fiscales y la querella se negaron, alegando que si se lo necesita por cuestiones procesales (por ejemplo, ser parte de un careo) tiene que presentarse siempre.

El noveno tiro desató un tenso cruce entre las partes, con cuarto intermedio donde el tribunal se fue a resolver. Ferrari pidió un juicio único, es decir, que se juzgue a Pachelo por el crimen y por los ocho robos en countries de 2017 y 2018 por el que está preso y acusado junto a Matías Marasco e Iván Martínez -presentes en la sala-. Sí, todo junto, ya que es la base para demostrar un modus operandi en el que se encuadró el homicidio de la socióloga.

La respuesta de los jueces encendió a Ferrari: “La posición de la fiscalía no debe proceder”, votaron por unanimidad. Y decidieron que, primero, se juzgará a Pachelo, Glennon y Ortíz por el homicidio y, luego enfrentará los cargos junto a Marasco y Martínez por los robos.

Los abogados de todos los imputados reclamaba, justamente, eso que decidieron los jueces, más aún porque una de las defensoras de los cómplices de Pachelo en los robos a los countries el martes, a horas del inicio del juicio, presentó un certificado de licencia médica por 15 días y su reemplazo no está en tema y no les puede proveer a los llamados ‘golfistas’ “una justa defensa”.

Más allá del planteo de Ferrari y de Gustavo Hechem, representante de Carlos Carrascosa y una de las hermanas de la víctima, de que primero se debe juzgar el caso por el que Pachelo tiene prisión preventiva hace más de cuatro años sin condena (la causa por los robos); el tribunal no hizo lugar.

A ese punto de la jornada, los fuertes cruces habían empezado a ganar la audiencia. El ambiente era volátil y, entonces, desde la fiscalía, además de rechazar la decisión y avisar que van a recurrir a Casación, elevaron la vara y lanzaron el décimo disparo. “Hagamos así -dijo Ferrari- comencemos con el juicio del crimen y cuando la defensora se reponga de la licencia avanzamos con los robos”.

Este viernes será la segunda jornada y promete ser aún más encendida que la primera. Los fiscales dijeron que, como les cambiaron lo planteado (hacer el juicio único), no saben si tendrán testigos para presentar. Tienen que rearmar la estrategia. Una de las defensoras de Ortiz se quejó: “Cómo lo puedo defender si no sé quiénes van a atestiguar”. El presidente del tribunal intentó calmar las aguas en vano: “Confío en la buena voluntad de sus colegas, que este jueves le podrán adelantar el listado de los citados”. Lo dicho, no será un juicio sin condimentos.

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