Gladys y Anthony Lozano eran cubanos radicados en Miami. Tenían 79 y 83 años respectivamente y llevaban más de medio siglo casados, exactamente 59 años.
Hace incluso un tiempo habían celebrado un nuevo aniversario con su hijo Sergio. Pero el derrumbe del condominio Champlain Towers los encontró durmiendo en el departamento 903. Sus cuerpos fueron de los primeros en ser identificados por las autoridades locales. Al momento, 9 víctimas ya fueron reportadas en forma oficial, según confirmó la alcaldesa Daniella Levine Cava, del condado Miami-Dade.
Sergio Lozano confirmó al diario Miami Herald que sus padres murieron mientras dormían. Horas antes, él había cenado en el departamento que terminó en una montaña de escombros. Paradójicamente, el joven vivía en una torre contigua a la siniestrada y desde allí podía ver el departamento de sus padres.
De hecho, Sergio Lozano y su esposa estaban en la cama cuando escucharon el fuerte ruido del derrumbe. Lozano dijo que pensó que era una tormenta o un tornado. “Mi esposa caminaba detrás de mí porque me iba a ayudar a mover los muebles”, relató Sergio.
Fue entonces cuando él se asomó a su balcón y se volvió hacia su esposa. “Yo le dije: ‘El edificio no está allí’. Y ella gritó: ‘¿Qué quieres decir?’ ‘¡El apartamento de mis padres no está allí, se ha ido!’, Y bajé corriendo las escaleras», contó Sergio a la cadena Local10.
Sergio contó que sus padres habrían celebrado su 59 aniversario el 21 de julio y se conocían desde hacía más de 60 años. La pareja había bromeado recientemente porque ninguno quería que el otro falleciera para no estar el uno sin el otro.
Casados durante 59 años, Brian Lozano, el nieto de la pareja, dijo que siempre discutían sobre quién moriría primero, ninguno de los dos se quería quedar solo.
«Es trágico, pero es extrañamente inquietante que tenga paz sabiendo que constantemente jugarían a discutir sobre quién moriría primero», dijo Brian Lozano a ABC News. «Pero al final … consiguieron lo que ambos querían. El uno al otro».
«Ambos fueron ávidos donantes de organizaciones sin fines de lucro, especialmente del cáncer, ya que mi abuela perdió a su madre a causa de la enfermedad», continuó Brian Lozano, el nieto de la pareja fallecida. «Siempre atendiendo a cualquiera que lo necesite o simplemente para hacer sonreír a alguien. Sus almas eran realmente hermosas y ahora están bendecidas».
«Eran personas muy hermosas. Que descansen en paz», cerró.
El complejo Champlain Tower tenía 12 pisos y unos 130 departamentos, de los que 55 colapsaron el jueves a la madrugada. Usados como viviendas permanentes o alojamiento para viajeros, estaban valuados, en promedio, en unos 700 mil dólares.
El complejo fue construido en 1981. En Florida, cada 40 años, todos los edificios están obligados a realizar una inspección. “Se estaba trabajando para cumplir con el estándar de 40 años. Tenemos un estricto código de construcción desde el huracán Andrew para actualizaciones y mejoras”, explicó Sally Heyman, inspectora del condado de Miami-Dade, según citó la cadena BBC.
Peter Dyga, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Constructores y Contratistas de la costa este de Florida, le dijo a la cadena CBS Local 10 News que es probable que detrás de lo sucedido haya una conjunción de “múltiples factores” y que “tomará años de investigación y aprendizaje” para determinar qué pasó. “Esto simplemente no sucede sin la concurrencia de múltiples cosas que se juntan para hacer de esto una tragedia”, consideró.
En tanto, rescatistas israelíes y mexicanos trabajaban contra reloj junto a sus colegas estadounidenses para encontrar sobrevivientes de esta catástrofe. La búsqueda se realiza sin descanso día y noche, con dos grandes grúas para retirar cuidadosamente los escombros mientras los rescatistas patrullan con perros entrenados las ruinas del edificio colapsado en Surfside, cerca de Miami Beach.
«Se están haciendo progresos. Tenemos abundantes equipos de rescate en el lugar», dijo hoy el alcalde de Surfside, Charles Burkett, a la cadena ABC, al señalar que un grupo de México ya está operando. «No nos faltan recursos, nos falta suerte. Necesitamos más suerte», explicó.
