Alberto y Cristina celebraron el triunfo del MAS en las elecciones en Bolivia

El presidente y la vice de Argentina publicaron mensajes en sus cuentas de Twitter con un recuerdo a lo que sucedió con la salida de Evo Morales

Mientras se aguardan los resultados oficiales, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner se sumaron a la celebración por el posible triunfo en primera vuelta del MAS en las elecciones en Bolivia.

El mandatario afirmó que es «un acto de justicia» en referencia a lo que ocurrió con la salida del poder de Evo Morales; CFK afirmó que «la Patria Grande está feliz».

Mientras los datos no oficiales indican que el ex ministro de Economía de Morales, Luis Arce, obtendría alrededor del 53% de los sufragios, contra poco más del 30% del ex presidente Carlos Mesa, Fernández dio por descontado el regreso del MAS al gobierno boliviano.

«La victoria del @BOmereceMAS en Bolivia no solo es una buena noticia para quienes defendemos la democracia en América Latina; es, además, un acto de justicia ante la agresión que sufrió el pueblo boliviano», escribió el presidente argentino en su cuenta de Twitter.

Cristina Kirchner, por su parte, publicó en la misma red social: «Buen lunes para todos y todas. Felicitaciones a Lucho Arce y David Choquehuanca que, junto a Evo, construyeron en Bolivia un gran triunfo popular. La Patria Grande feliz».

Con el escrutinio en lento avance, Arce y el propio Morales proclamaron el domingo a la noche la victoria, que fue reconocida por la propia presidenta Jeanine Áñez, quien sucedió a Morales cuando fue depuesto hace 11 meses, en medio de una convulsión social.

«Lucho será nuestro presidente (…), él devolverá a nuestra patria el camino del crecimiento económico», dijo Morales desde su exilio en la Argentina.

Arce y Mesa eran los candidatos favoritos en esta votación desarrollada en una jornada tranquila, aunque envuelta en temores a que se repitieran los incidentes tras los comicios de octubre de 2019, anulados por denuncias de fraude, y que terminaron con la salida de Morales bajo presión.

Pese a los reiterados pedidos diplomáticos de Áñez para que el gobierno argentino eche a Morales, Alberto Fernández mantuvo la protección al líder del MAS, quien arribó al país en diciembre de 2019, a poco de asumir el candidato del Frente de Todos.

La Paz consideraba que el ex presidente mantiene una constante actividad política en Buenos Aires, lo que violaría su condición de refugiado.

A fines de agosto, bastó un tuit del viceministro de Obras Públicas, Edgardo Depetri, para que el gobierno boliviano le reclamara a la Cancillería argentina por carta que se abstenga de cualquier «injerencia» en los asuntos bolivianos en favor de Morales.

Fuentes oficiales argentinas negaron en ese momento que se le estuviera brindando ayuda formal a Morales o a su partido y dijeron que lo que hizo Depetri fue a título «personal». En realidad, el kirchnerismo siempre los ayudó a movilizarse en el pasado, y Morales hizo campaña en la Argentina también durante el gobierno de Mauricio Macri.

El gobierno de Fernández nunca reconoció al de Añez tras sentenciar que surgió de un golpe de Estado. En la última cumbre de presidentes del Mercosur, que fue virtual, Alberto se levantó, apagó sus conexiones justo cuando iba a hablar Yañez y se retiró del encuentro. Ni siquiera envió un embajador.

JPE

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