Doble crimen en un campo de Pergamino: un productor rural mató a otros dos

Las víctimas, de 25 y 45 años, habían ido a reclamarle por una deuda en la venta de un camión

Agustín Plencovich (25) y Luis Alberto Ferrari (45) llegaron a las 15.30 al campo de Norberto Gabriel Sánches (50), ubicado en el límite de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

Ya habían intercambiado mensajes de WhatsApp previamente, sin llegar a un acuerdo, por una deuda. La discusión siguió, hasta que el productor rural tomó un pistolón calibre .14 y les disparó a las víctimas.

Plencovich, que corría en cuatriciclos y también se dedicaba a la actividad agrícola-ganadera, recibió un tiro en el pecho. Se subió a su camioneta Renault Alaskan e hizo marcha atrás, pero se desvaneció y chocó contra un carro cargado con un rollo de pastura.

Ferrari, también agricultor, fue herido en el brazo derecho y salió corriendo hacia un campo sembrado con soja. Desesperado, hizo dos llamados telefónicos: a un amigo, que no le respondió, y a un familiar, a quien le pidió que enviara una ambulancia y a la Policía.

Pero Sánches, dueño del campo ubicado en la zona rural del Cuartel XIX, en la localidad del Socorro, partido de Pergamino, a metros de la ruta provincial 32, alcanzó a Ferrari, lo llevó hasta la camioneta donde ya estaba muerto Plencovich y lo ejecutó de un disparo en la cara con una escopeta calibre .16.

Después de cometido el doble homicidio, el hombre, conocido con el apodo de «Sátiro», intentó alterar la escena. Ubicó el cuerpo de Plencovich en el asiento trasero y el de Ferrari en el del acompañante, con intenciones de sacarlos del predio rural.

Como no pudo completar la maniobra, agarró su celular y llamó a un policía del destacamento de El Socorro. «Maté a dos personas adentro de mi campo», dijo. Y argumentó que lo había hecho «en defensa propia».

Sánches terminó detenido por agentes del Comando de Prevención Rural (CPR) Pergamino, a cargo del comisario Christian Colás.

Este martes lo trasladaron desde una comisaría de San Nicolás para ser indagado ante la titular de la UFIJ N° 6 de Pergamino, fiscal Patricia Lina Fernández, quien lo imputó por «homicidio simple agravado por alevosía», que prevé una pena de prisión perpetua, aunque el hombre tenía previsto negarse a declarar.

La principal hipótesis sobre la discusión es que las víctimas, que eran familiares entre sí, fueron hasta el lugar para reclamarle al asesino por la deuda de un dinero producto de la venta de un camión.

Cuando la Policía tenía retenido al doble homicida en el campo, llegó hasta el lugar un hijo de Ferrari, de 19 años, armado con una escopeta. Intentó hacer «justicia por mano propia» y los agentes lo arrestaron, aunque luego recuperó la libertad.

EMJ

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