La esposa de Carlitos Tevez (37), Vanesa Mansilla (36), quedó envuelta en una polémica luego de que dos mujeres le enviaran una carta documento dándose por despedidas de un spa.
La noticia la dieron a conocer este viernes en Los ángeles de la mañana (El Trece, lunes a viernes a las 9.30) luego de sembrar dudas y mucho misterio acerca de un «escándalo» que involucraba a la mujer de un «famosísimo jugador de fútbol».
«Tema Spa. Estamos hablando de nada más y nada menos que de Carlitos Tevez», comenzó diciendo el conductor de LAM, Ángel de Brito (44), casi al final de su programa de este viernes.
«Sí, la denuncia en realidad es contra Vanesa Mansilla, la mujer de Carlos Tevez, dueña de Bella Flor Spa, un lugar en donde te hacen las manos, los pies, tratamientos para el pelo y demás; que está en La Horqueta, donde ellos viven», aclaró rápidamente la periodista Maite Peñóñori (29).
Y explicó: «Ella dice que no es la dueña. Lo inauguraron en 2018. Ellos siempre fueron con toda la familia, estuvieron en la inauguración y dicen que la dueña se llama Guadalupe Cano, pero el día de la inauguración la presentaron como directora».
Además, Maite explicó que «cuando empiezan estos problemas con las empleadas» ellos «la quieren hacer pasar (a Guadalupe) como que el spa le pertenece a ella».
En detalle, las empleadas, siempre según la palabra de Maite, dicen que ellas siempre supieron la dueña era Vanesa porque iban ella, Carlitos y las chicas, por las hijas del futbolista.
«Ella está muy presente, compartía mucho. Es un lugar en el que se hizo mucha inversión, muy lindo. Me dicen que es una casona enorme y hay dos empleadas que la demandan a ella», agregó la periodista de LAM.
Y concluyó: «Le están mandando una carta documento en la que se dan como despedidas y la intiman a que les pague la indemnización. Estas dos empleadas estaban en blanco, el resto no».
Por su parte, en el ciclo en cuestión mostraron ante las cámaras una copia de la carta documento que una de las mujeres le habría a la esposa del futbolista.
En ella se lee: «Demuestra absoluto desprecio por mi relación laboral… no queda otra posición que la de considerarme injuriada y despedida».
«Por lo tanto, curso la intimación a fin de que me sean abonadas las indemnizaciones previstas por los artículos 231, 232, 233 y 245…», agregó la denunciante.
