La petrolera YPF, con una participación del 55% del mercado, aplicó un nuevo incremento de 0,8% para las nafta súper y el gasoil y de 9% en el caso de la nafta y el gasoil premium, luego de que el Gobierno autorizara un aumento del 5% en los valores de los bicombustibles.
En Jujuy, la nafta super superó los $34.
Con todo, desde el sector petrolero ya proyectan otro aumento del 10% en la nafta y el gasoil para los próximos meses. «Independientemente de lo que estuvo pasando con el valor del dólar, estaba en los cálculos que el combustible en los próximos meses tenga también un leve aumento, pero ya derivado del desfasaje que se arrastra de tiempo atrás entre el valor del crudo y la devaluación, que venía acumulado», explicó Carlos Gold, titular de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), durante la semana pasada. Los próximos aumentos podrían ser graduales, con subas de 5%, de acá a fin de año.
El anterior ajuste en los precios se dio a comienzos de agosto, con subas que promediaron el 5% en todo el país. Pero las compañías petroleras argumentan que aún hay un leve desfasaje en el precio de venta de los combustibles para alcanzar el punto de equilibrio. Y esperan ajustarlo en los próximos meses.
El último aumento aplicado por YPF fue el décimo incremento del año y desde enero los combustibles acumulan una suba aproximada del 35% en los productos premium y cerca del 30% en el resto.
Aumento de nafta e inflación ¿Una misión imposible?
Existe un impacto indirecto que afecta al índice de precios al consumidor (IPC). “El 90 por ciento de los bienes que se trasladan en el país lo hacen mediante transporte automotor, por lo que la suba de la nafta o del gasoil se transfiere en cascada hacia el resto de los productos que se consumen, en algunos casos de manera inmediata, y, en otros, después de algunas semanas”, explica Juan Pablo Carranza, economista e investigador de la Universidad Nacional de Córdoba y de la UE Siglo 21, y director del Instituto de Investigaciones Córdoba-Ciudad (IICC). Los datos pertenecen al informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios de agosto del año pasado.
¿Cuánto influyen? Una forma de estimarlo es dimensionando el peso de la logística en el precio de los bienes de la economía, que, según la fuente que se consulte, está entre el 20 y el 30 por ciento.
A su vez, el 40 por ciento de los costos logísticos totales corresponden al transporte y el resto se distribuye entre almacenamiento y gastos de gestión.
“En limpio, la incidencia del transporte sobre el precio final de los bienes es de alrededor del 10 por ciento, y es de esperar que todo aumento de los combustibles líquidos impacte de manera relativamente rápida en este rubro”, explica Carranza.