Richard Masters, CEO de la Premier League, está enfrentando crecientes críticas por parte de un destacado grupo de clubes que se han unido en oposición a su liderazgo en varios asuntos. En la última reunión entre los 20 equipos de la máxima categoría de Inglaterra, surgieron divisiones significativas de opiniones, con la expectativa de que la dirección aclare el caso del Manchester City y las numerosas infracciones cometidas.
Según informes del Mail Sport, el caos comenzó cuando siete clubes se opusieron a respaldar nuevas regulaciones sobre transacciones entre partes asociadas, y ocho votaron en contra de prohibir los traspasos a préstamo el mes pasado. Esto ha provocado una preocupación considerable en la dirección ejecutiva sobre lo que se ha denominado el «grupo de rebeldes».
En una tensa junta de accionistas celebrada el viernes pasado, Manchester City, Newcastle, Chelsea, Everton, Nottingham Forest y Sheffield United desafiaron a la Premier League, mientras que Crystal Palace y Burnley se abstuvieron. Aunque la moción para endurecer las normas económicas fue aprobada por un margen estrecho, con dos tercios de los votos a favor, la disputa podría intensificarse, ya que el Manchester City amenaza con emprender acciones legales contra la liga, argumentando que las restricciones violan las leyes de competencia.
Además del descontento evidente en la votación, los clubes están descontentos con la posición de los directivos en una serie de temas clave, incluida la aplicación de las normas de beneficios y sostenibilidad, los cambios propuestos en el sistema de préstamos y el acuerdo financiero ofrecido a la EFL como parte del New Deal. Esta división es histórica en los 32 años de historia de la competición, y también hay desacuerdos sobre los derechos de televisión futuros y las estrategias digitales.
Incertidumbre por el anuncio definitivo
Sin embargo, el punto central de discusión interna es la incertidumbre sobre cuándo se anunciará la sanción al Manchester City, que enfrenta 115 cargos desde febrero de 2023. Según Daily Mail, el club niega rotundamente las acusaciones que abarcan desde 2009 hasta 2018. La Football Association explicó que aún no se ha emitido un fallo debido a la falta de «información financiera precisa que ofrezca una visión verdadera y justa de la situación financiera del club», especialmente en relación con sus «ingresos», «ingresos de patrocinio» y «costos operativos».
El caso reciente del Everton, que recibió una deducción de 10 puntos en la Premier League por violar una sola regla sobre Fair Play Financiero, está en proceso de apelación. Según los informes, un panel independiente resolverá el asunto, con un juicio programado inicialmente para finales de otoño de 2024, y actualmente se están tomando declaraciones de testigos, lo que se extenderá hasta la próxima primavera. Este castigo al Everton ha establecido un precedente preocupante para el Manchester City, y muchos medios especulan sobre un posible descenso para el equipo que ha ganado cinco de las últimas seis Premier League.
Richard Masters ha señalado que se ha establecido una fecha para el caso del City, pero se ha negado a especificar cuándo será. Se sospecha que un veredicto podría llegar a mediados de 2025, pero es probable que haya retrasos, especialmente con las posibles apelaciones de ambas partes. A diferencia del caso con la UEFA, donde se anuló una sanción de dos años en la Champions League, el Manchester City podría llevar su caso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
