La historia de Zoom: vida y obra del magnate que logró con una aplicación que el mundo siguiera en marcha

En plena expansión del Covid-19, su proyecto de videollamadas permitió desde que los estudiantes siguieran con sus clases hasta que los doctores atiendan a sus pacientes.

Hace cuatro meses que el mundo hizo plop! y todavía nadie sabe cómo enderezarlo. El coronavirus nos puso en cuarentena y con ella, llegó la prohibición de darse la mano y se suspendieron las visitas a los amigos y familiares. Parecía que se acaban los vínculos de cualquier tipo, que se acababa todo. Pero un empresario chino radicado en los Estados Unidos hizo posible que los estudiantes retomaran las clases, los deportistas siguieran entrenando y los médicos reciban a sus pacientes. Se trata de Eric Yuan (50), quien logró acortar las distancias geográficas del coronavirus gracias a la magia de Zoom. Este emprendedor, está entre los 200 miembros del selecto club Forbes 2020, que reúne a las personas más ricas del planeta.

Por la rapidez y facilidad con que Zoom se desempeñó en el marco del Covid-19, en apenas 4 meses, pasó de 10 millones de usuarios activos a 300 millones en mayo de este año. Un récord difícil de igualar en la industria tecnológica. Sin ir más lejos, para conseguir este hito, Instagram tardó cuatro años y más de 365 días en pasar de 200 a 300 millones.

A nivel local, las videollamadas con Zoom durante la cuarentena tuvieron un ascenso meteórico del 430%, según Telecom. Lo que equivale a un crecimiento del 1.840%. Sus competidores más cercanos, Webx de Cisco y Skype de Microsoft, registraron un alza de un 120% y un 100%.
Historia Zoom

Yuan nació en 1970, en Tai’an, Shandong, una provincia china a 540 kilómetros de Pekín, en el seno de una familia acomodada. Era hijo de un ingeniero especializado en minería, cuyas enseñanzas fueron su fuente de inspiración. Tras su graduación en la Universidad China de Minería y Tecnología y de cursar una maestría en Matemáticas aplicadas en el gigante asiático, buscó un cambio de horizonte.

Con sus diplomas bajo el brazo, Yuan se encaminó a Japón, donde estuvo trabajando 4 años en una compañía tecnológica y comenzó a darle forma a su proyecto más ambicioso. Motivado por un discurso de Bill Gates decidió que, para alcanzar sus metas, debía ir a probar suerte a los Estados Unidos.

Con sus papeles en regla y un currículum intachable, estaba listo para triunfar. Cuando fue a solicitar la Visa a la embajada, se encontró con la primera piedra en su camino, ya que su petición fue rechazada. Lo volvió a intentar en dos, tres…ocho ocasiones, hasta que la novena, a mediados de 1997, fue la definitiva. Con 27 años recién cumplidos y junto a su esposa de toda la vida, se instaló en San José, California.

Con apenas una noción básica del inglés comenzó trabajando como programador en la firma WebEx. «Los primeros años me dedicaba a escribir código, estaba ocupadísimo», contó durante su presentación en Nasdaq. En los ratos libres “comencé a registrar algunas patentes de lo que algún día sería Zoom”.

En el año 2007, se produjeron dos hechos significativos en la carrera de Yuan: WebEx fue adquirida por el gigante Cisco, donde Yuan llegó a convertirse en vicepresidente de Ingeniería y en junio de ese año, se lanzó el primer iPhone, el aparato que inauguraría la era de los teléfonos inteligentes.

Con este nuevo modelo táctil facilitado por Apple, Yuan empezó a soñar con un servicio de videochat más dinámico y eficiente, que estuviera en todas partes y en ninguna a la vez: una plataforma en la nube.

Cuenta la mitología de Silicon Valley que la idea de Zoom se gestó en China, cuando Yuan tenía que viajar 10 horas en tren para visitar a su futura esposa. «En aquel entonces tenía 19 años y pensé que sería fantástico si hubiera un dispositivo donde pudiera hacer clic en un botón para verla y hablar con ella, sin tener que viajar», contó en una entrevista a Forbes.

Dispuesto a iniciar una nueva etapa en las comunicaciones, Yuan detalló a su compañía la intención de incorporar video en sistemas de conferencias telefónicas. «Pero Cisco estaba más enfocado en las redes sociales, tratando de hacer una empresa en Facebook y cometió un error. Tres años después de que me fui, se dieron cuenta de que lo que propuse era la correcto».

Con Skype, FaceTime y los hangouts de Google en pleno auge, parecía difícil hallar un hueco en el mercado de la videoconferencia. Salvo que alguien tuviera una bala de plata para agujerear los obstáculos. Es decir, una plataforma que se abriera al primer clic y pudiera conectar con otras 25 personas reunidas, todo esto sin fallar una vez.

El 19 de abril de 2019, Eric Yuan celebraba entre aplausos la salida a bolsa de Zoom, la aplicación que fundó en 2011. Ese día, su intención de hacer más fácil el mundo de las reuniones empresariales, entraba en el Nasdaq bajo el campanazo del propio empresario.

A medida que el virus Covid-19 se irradiaba por el planeta, poniendo a ciudades en cuarentena y colmando hospitales, Zoom demostró ser una herramienta apta para mantener andando a las empresas y el aprendizaje de los estudiantes. A diferencia de sus competidores, no se requería más de dos pasos para ver la cara del otro en la pantalla.

La característica que lo convierte en un software distinto a todo el resto es que permite organizar videoconferencias en calidad HD de hasta 100 participantes durante 40 minutos y brinda la posibilidad de que sean grabadas. Tiene además una versión paga con más participantes y tiempo ilimitado.

Ante este avance arrollador, otros competidores cercanos como Google Meet, Microsoft Team y WhatsApp, desde hace unas semanas, elevaron el cupo y extendieron los límites temporales. Sin embargo, la gente todavía sigue eligiendo a Zoom, el primer programa que ofreció este paquete completo.

En abril, la app fue bajada por 3 millones de personas en todo el mundo, lo que eleva el número de descargas -desde su salida a bolsa- en más de 59 millones, según la firma de inteligencia móvil Apptopia. Hoy el software ocupó el primer puesto en todos los rankings de aplicaciones, por delante de Google, WhatsApp e incluso TikTok, la joya de la generación Z.

Casi al mismo tiempo, Yuan, de 50 años, con tres hijos y un hermoso perro labrador, ascendía por la escalera de los multimillonarios. En diciembre de 2019 no figuraba en el índice de las 500 personas más ricas y en marzo, alcanzó el puesto 184, cuando su empresa empezó a valer 2.000 millones de dólares más, el cuarto incremento de valor más grande que ha registrado Bloomberg en su historia. Su fortuna se calcula ahora en 7.8000 millones de dólares.

Así, la capitalización bursátil de la compañía ha alcanzado los 49.000 millones de dólares. Esto supone, a su vez, más del doble de Twitter o Snapchat, pero lo más sorprendente es que su precio, supera incluso la suma de las siete aerolíneas más importantes (SouthWest, Delta, United, IAG, Lufthansa, American Airlines. Air France) que no llegan juntas a US$46.200 millones.

Pero con la fama y las luces llegaron también los hackers, que comenzaron a buscar puertas ocultas en su estructura, muchas de las cuales se abrían con sólo girar el picaporte.

«La aplicación en sí, no es peligrosa. Es el propio usuario quien tiene que ser responsable. Lo recomendable es utilizarla solo para casos que no son sensibles o confidenciales, ya que Zoom es una excelente opción. Pero para las empresas y corporaciones, es preferible emplear otros programas que ofrecen una mejor seguridad, como el cifrado de punta-a-punta y mejores formas de autenticación y control, como Threema y Signal», advierte Fabio Assolini, analista de seguridad de Kaspersky en Latinoamérica.

Mientras algunas de estas inconsistencias se fueron corrigiendo con sucesivas actualizaciones, hay otras que al parecer, se introdujeron deliberadamente para recabar datos del auditorio sin su consentimiento.

«En Zoom se detectaron algunas vulnerabilidades que abarcan no solo las relacionadas con Windows, sino también con OSX, el sistema operativo Mac. También se mostró que estaba utilizando técnicas dudosas para instalar la aplicación. Lo positivo es que están resolviendo estos problemas de forma transparente. Está claro que estos errores aparecen porque la app llamó mucho la atención y, dada su creciente popularidad, muchos lo están utilizando para conectarse desde sus casas», detalla Luis Corrons, evangelista en Seguridad de Avast.

«Zoom toma muy en serio la privacidad, seguridad y confianza de sus usuarios. Durante la pandemia estamos trabajando las 24 horas para garantizar que los hospitales, universidades, escuelas y otros negocios en todo el mundo puedan mantenerse conectados y operativos. Apreciamos la participación del Fiscal General de Nueva York en estos temas y estamos feliz de proporcionarle la información solicitada», indicó en un comunicado.

Marcelo Bellucci.

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