Después de la devaluación, los autos 0km aumentaron hasta un 26%

Autos, nuevos aumentos de precios

Una marca, lider en ventas, salió al mercado a poner sus nuevos valores actualizados tras la devaluación. ¿Referencia para el resto?

Por: Diego Zorrero

Cuando hay una situación de incertidumbre de precios y condiciones de producción como la actual, muchas veces el mercado espera la señal de un actor importante para decidir su política a aplicar. No es casual que haya sido Toyota la primera terminal automotriz argentina que actualizó sus precios por segunda vez en este mes de diciembre. Lo hizo este jueves, aplicando un aumento que va del 21% para los modelos más accesibles como Toyota Etios y Yaris, y un 22% para los Corolla y Corolla Cross y un 25% para el SUV grande SW4, hasta un 26,2% para las pick-ups Hilux.

Con estos aumentos, los tres modelos de automóviles tienen todavía algunas versiones debajo del impuesto a los autos de lujo que inicia la escala 1 a partir de los 14,7 millones de pesos. El nuevo valor del Etios X, auto que ya no se fabrica y se dejará de vender este mes, en su versión de pasajeros más económica, pasó de $8.876.000 a $10.631.000, lo que implica que el automóvil más barato del mercado argentino ya superó la barrera de los 10 millones de pesos, equivalentes hoy, a 12.500 dólares oficiales.

El aumento también dejó a todas las versiones de Yaris debajo del impuesto interno, cuya versión más accesible está en $12.661.000 y la más equipada en $14.662.000. Los Corolla sedán mantienen tres versiones fuera del arancel de la escala 1, con precios que van ahora desde los 14,5 a los 14,7 millones, justo en el límite.

Sin embargo, si la teoría de estos incrementos de entre el 21% y el 22% fuera que la marca no quiere pasarse del impuesto interno, en los otros modelos que ya están arriba de la escala 1 y en los utilitarios que no lo pagan, el incremento sería mucho mayor, y no es así. El Corolla Cross tiene ahora su versión más accesible en $23.103.000, es decir que lo aumentó un 21%, mientras que el modelo híbrido de mayor equipamiento ahora cuesta $30.464.000 con un incremento similar.

En las pick-ups, que tampoco pagan impuesto interno y tienen sólo el 10,5% de IVA, pero de las que se exporta el 80% de la producción de la planta Zárate, el aumento fue apenas superior al de los otros modelos, con un 26,2% aplicado a toda la línea. Ahora, la doble cabina 4×2 más accesible cuesta $25.640.000 mientras que la GR-Sport Generación 4, ha perforado la barrera de los 50 millones, con un precio 51.497.000 de pesos.

El resto de las marcas todavía no han publicado una actualización posterior a la devaluación del peso, aunque la mayoría responde que entre esta tarde y mañana debería ocurrir. Hay un solo caso distinto que es el de Stellantis, que hasta este jueves no había publicado la lista original de diciembre, que también la haría pública este viernes. Extraoficialmente, los aumentos que aplicarían estarían en el orden del 20%.

De todos modos, en este caso en particular, como las plantas de Palomar, donde fabrican Citroën y Peugeot, y la de Ferreyra, donde sólo se produce el Fiat Cronos, están en vacaciones de cuatro semanas desde este lunes, este retraso puede significar una complicación menor para los concesionarios, que tienen un volumen de unidades muy reducido y un objetivo de ventas para el último mes del año mucho menos importante a lo habitual.

La expectativa en las concesionarias es alta por saber qué política de precios tendrán las diferentes fábricas. Muchos especulan todavía con una eventual eliminación del impuesto a los autos de lujo, pero ese no parece ser un tema de la agenda urgente del gobierno, por lo que, en principio, debería seguir vigente. La actual base imponible comenzó a regir el pasado 1 de diciembre y tiene vigencia hasta el 29 de febrero de 2024.

“Podríamos sincerar los precios. Si suben los autos más baratos a unos 15 millones de pesos, pagarían el 20% de la escala 1, pero el precio al que se venderían sería el mismo al que lo estamos vendiendo ahora, porque esos precios que se publican no son reales sino “topeados” y cuando los clientes vienen a la concesionaria, el precio que deben pagar es entre 18 y 19 millones de pesos. Es decir, con el impuesto incluido. Lo que hay que ver es cómo van a ir las ventas, porque el bolsillo ahora va a estar más ajustado y las concesionarias tenemos que vender, es nuestro medio de vida. Habrá que encontrar un equilibrio razonable”, confesó un gerente de ventas de una gran cadena de concesionarios oficiales mientras espera que la fábrica le comunique los nuevos precios para vender en los últimos días del año.

“De todos modos, este es el mejor momento para una situación de incertidumbre que paralice las ventas, porque diciembre es un mes de menores operaciones ya que la gente prefiere esperar a enero y patentar el auto en 2024″, concluyó.

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