1 de cada 10 infartos se produce en menores de 45 años

En pleno marco del 47º Congreso de Cardiología 2021, se presentaron los resultados de un estudio que indagó en los casos de infarto en pacientes jóvenes
  • Entre otras conclusiones, se vio que los menores de 45 años presentan más frecuentemente tabaquismo y componente hereditario.

 

Buenos Aires, 15 de octubre de 2021 – En el marco del Congreso Argentino de Cardiología 2021, organizado por la Sociedad Argentina de Cardiología, se presentaron los resultados de la investigación ‘Infarto agudo de miocardio con elevación del ST en pacientes jóvenes, incidencia y características clínicas’, que demostró que 1 de cada 10 infartos que se produce en Argentina es en personas de menos de 45 años, y de ellos, 4 de cada 10 se dan en mujeres. Estos casos se vieron particularmente relacionados con el tabaquismo y el componente heredofamiliar1.

“Algo que se evidenció en el trabajo es que el tabaquismo tiene el doble de incidencia en pacientes jóvenes, comparado con aquellos que se infartan luego de los 45 años. El tabaco es un factor de riesgo muy importante: en Estados Unidos, 440.000 muertes al año están relacionadas con el cigarrillo”, refirió el Dr. Adrián Charask, médico cardiólogo, Asesor Científico del Área de Investigación de la SAC y coautor de la investigación.

El componente hereditario también demostró ser relevante en los pacientes jóvenes. Si bien se trata de un factor de riesgo no modificable, sí sería importante que invite a las personas con antecedentes familiares a cuidar aún más su salud en general y la salud cardiovascular en particular, ya que presentan un riesgo aumentado de desarrollar alguna de este grupo de enfermedades.

Con respecto al pronóstico de estos pacientes, la Dra. Yanina Castillo Costa, médica cardióloga, Directora del Área de Investigación de la SAC y coautora de la investigación, afirmó que “debemos diferenciar el pronóstico a corto y a largo plazo. Si un paciente se infarta joven, seguramente lo haga porque tiene historial de tabaquismo o antecedentes heredofamiliares, como mostró el trabajo. Es poco probable que fallezca en ese primer evento, porque los jóvenes tienen menos mortalidad que la gente mayor. Si el paciente deja de fumar, adquiere hábitos saludables y toma la medicación correctamente, probablemente tenga un buen pronóstico a largo plazo. Por el contrario, si sigue fumando o no realiza los cuidados necesarios, no es bueno, porque estos pacientes tienen muchas veces nuevos eventos coronarios.”

“Cuando miramos el pronóstico de infarto en Argentina respecto del resto del mundo, tenemos el doble de la mortalidad que los países desarrollados, con una mortalidad intrahospitalaria del 8.8% mientras que otros países como Estados Unidos, Francia o España tienen 4 o 4,5%. A pesar de que nuestra Sociedad y el registro están relacionados a centros de alta complejidad, donde más del 80% de los pacientes recibe tratamiento de reperfusión coronaria (angioplastia o fibrinolíticos), este incremento de la mortalidad se debe especialmente a la falta de una adecuada logística prehospitalaria que retrasa los tiempos de tratamiento”, explicó el Dr. Charask.

Si bien se suele asociar la enfermedad cardiovascular con los varones, está demostrado que las mujeres también desarrollan esta patología. En esta investigación, de hecho, se vio que 4 de cada 10 pacientes jóvenes eran mujeres1, con lo cual deben estar especialmente atentas al cuidado de su salud.

“Durante este Congreso 2021, hemos compartido nuevas informaciones acerca de la salud cardiovascular, con el objetivo de poder brindar a los pacientes cada vez más y mejores alternativas para su bienestar. Sin embargo, siempre es pertinente recordar que lo más importante es la prevención: llevar un peso adecuado, una nutrición saludable, evitar el tabaquismo, controlar la hipertensión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre, reducir el consumo de alcohol y realizar actividad física contribuyen a un buen estado de salud en general”, describió el Dr. Claudio Majul, médico cardiólogo, Presidente del Comité Científico del 47° Congreso Argentino de Cardiología (SAC.21).

El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública, ya que produce más de 8 millones de muertes al año, de las cuales 7 millones son por consumo directo y 1,2 millones son de personas expuestas al humo del tabaco[2]. Cerca del 13% de todas las muertes en mayores de 35 años en Argentina pueden atribuirse al consumo de tabaco[3]. En nuestro país, 1 de cada 5 jóvenes de entre 13 y 15 años fuma y es más común entre las mujeres que en los varones (21,1 vs. 17,6%). Además, el 35,3% estuvo expuesto al humo de cigarrillo en sus hogares y un 43,7% en espacios públicos cerrados. Aún queda mucho camino por recorrer para disminuir el tabaquismo en la población3.

“Para lograr esto, hay muchas medidas que se pueden tomar y que, de hecho, vienen implementándose: prohibir las publicidades de tabaco, aumentar el precio de los cigarrillos para que sean menos accesibles, promover ambientes 100% libres de humos de tabaco, entre otras, pero fundamentalmente debemos educar a la población, incorporando a la currícula de los colegios la importancia del cuidado de la salud. Esto abarca distintos aspectos, como la alimentación saludable, la importancia de realizar actividad física diaria y el control de los factores de riesgo. Estos cambios en el estilo de vida no solamente ayudan a prevenir síndromes coronarios agudos, sino que también disminuyen las probabilidades de desarrollar un ACV, insuficiencia renal y enfermedad cardiovascular periférica, entre muchas otras. El beneficio es muy significativo”, insistió la Dra. Castillo Costa.

El infarto agudo de miocardio, junto con el ACV y la sepsis, constituyen enfermedades tiempo-dependientes. Esto implica que cuanto más tarde se consulta, mayor es el riesgo. Por ello, ante cualquier síntoma inusual, particularmente dolor de pecho, es importante llamar a urgencias o acudir a un centro médico de inmediato.

“Este trabajo se realizó gracias al ARGEN-IAM, un registro continuo del infarto agudo de miocardio con elevación en el ST, que comenzó en 2015 y se ha llevado adelante en forma conjunta por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Federación Argentina de Cardiología (FAC). Gracias al trabajo colaborativo de múltiples centros asistenciales, se puede evaluar en forma continua el pronóstico y tratamiento de los infartos y ya se llevan registrados más de cinco mil pacientes. Es un verdadero lujo contar con esta información local, que nos permite arribar a conclusiones como las detalladas en esta investigación”, consignó el Dr. Alejandro Meretta, médico cardiólogo, Coordinador General del Comité Científico del Congreso SAC.21.

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