Una denuncia de Daniel Vila anticipó hace 10 años los negociados de Grondona

Recientemente se descubrió que el histórico presidente de AFA había percibido 30 millones de dólares en coimas por los derechos de televisación de campeonatos de fútbol

El ex dirigente de Independiente Rivadavia de Mendoza lo señaló cuando “Don Julio” ostentaba todo el poder.

Transcurría el funeral de Julio Grondona, el 1° de agosto de 2014, cuando Alejandro Burzaco, el ex CEO de Torneos detenido en los Estados Unidos, reunió en un baño del predio de Ezeiza de la AFA a los principales dirigentes de fútbol de la región. Sin temor a un testigo indeseado, los miró y les preguntó: “¿Cómo nos vamos a repartir lo que le correspondía a Don Julio?”.

La particular anécdota fue relatada por el propio Burzaco durante una de las audiencias del juicio por el Fifa Gate realizadas en Nueva York. Y recreada en la serie de Amazon Prime El Presidente, que repasa varios de los escándalos de corrupción en el fútbol que salieron a la luz a partir del fallecimiento del histórico presidente de la AFA.

Grondona era parte fundamental de esa trama de negocios oscuros y recientemente quedó corroborado a través de una confesión que hasta hace pocos años era inimaginable. Directivos del banco suizo Julius Baer (BJB) admitieron haber pagado casi 30 millones de dólares en coimas que partían de ejecutivos de empresas mediáticas para obtener derechos de televisación, entre ellos del propio Burzaco.

Hubo un dirigente que se animó a denunciar estos negociados cuando Grondona estaba vivo y ostentaba el poder absoluto. Fue el empresario y ex presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza, Daniel Vila. No sólo señaló escándalos de corrupción en público, sino que también fue a la Justicia federal y los denunció luego de que el programa “El Show del Fútbol”, entonces conducido por Alejandro Fantino, difundiera una cámara oculta en donde se podía observar a Grondona hablando de valijas, cuentas y dólares.

“En lo que yo pude investigar, encontré 5 cuentas a nombre de Julio Grondona, sus hijos, su esposa y algunas sociedades que tenían ellos en distintos bancos del exterior con casi 17 millones de dólares. Lo dije y lo denuncié hace cuatro años, pero la Justicia hasta acá no se movió”, reconstruyó Vila en una entrevista que le concedió a Luis Novaresio en 2015 y cuyos fragmentos pueden observarse en esta nota.

El hastío por la corrupción y su pasión por el fútbol lo llevaron a transformarse en la cara visible del sueño de dirigentes que creían que podía construirse una AFA mejor, moderna, lejos de la oscuridad que la caracterizó durante casi tres décadas a la altura de las mejores instituciones del mundo.

Tuvo el coraje de enfrentar a Grondona en elecciones. Consiguió votos de clubes de todo el país para desplazarlo, pero los poderosos socios que tenía “el ferretero de Sarandí” se abroquelaron para impedirle el acceso a la conducción del fútbol argentino. A la luz de los hechos y de las pruebas que se conocieron recientemente, los dirigentes que alguna vez se rieron de las imágenes de Vila queriendo ingresar a la AFA luego de adjudicarse la victoria de las elecciones en una Asamblea fiscalizada por escribanos, hoy deben estar arrepentidos.

Ese desafío público, político, judicial y deportivo no fueron gratis para Vila. Lo saben su familia y también los hinchas de su club, que sufrieron extraños arbitrajes y decisiones en contra durante los últimos años. No Todo Pasa para Grondona, pese a que su anillo rezaba lo contrario.

Los 30 millones de Grondona

El banco suizo Julius Baer (BJB) admitió haber pagado al fallecido ex presidente de la AFA y vicepresidente senior de la FIFA, Julio Grondona, 30 millones dólares de sobornos por el FIFA-Gate y deberá pagar una multa de otros 79 millones a la Justicia de Nueva York, informaron los fiscales a cargo de la investigación.

El esquema de sobornos pasaba por el argentino Jorge Luis Arzuaga, un ex gerente de relaciones del BJB que trabajaba en las oficinas del banco en Montevideo y en Zurich, y que se declaró culpable en junio de 2017 y por esta razón fue sentenciado por la jueza Chen a tres años de libertad condicional en noviembre de 2020.

Arzuaga admitió haber recibido pagos en subcuentas del BJB por parte de empresas mediáticas sudamericanas desde febrero de 2013 hasta mayo de 2015 –cuando se produjo la redada del FBI que detuvo a varios de los dirigentes sudamericanos en el hotel Baur Au Lac de Zurich, donde se alojaban con motivo del, Congreso de la FIFA que iba a reelegir como presidente de la entidad a Joseph Blatter-.

Esos pagos, según admitió el BJB, fueron de 36.368.400 dólares en transacciones ilegales que eran facilitadas por sus empleados que luego hacían la vista gorda ante operaciones sospechosas que debían reportar inmediatamente a la entidad, como sostiene el informe de la Justicia de Nueva York y aclara que esta oficina “responsabilizará a aquellas corporaciones o individuos que utilicen el sistema bancario estadounidense con fines corruptos”.

Según las admisiones, el banco ya sabía que las cuentas de los clientes de Arzuaga estaban vinculadas con el fútbol internacional y que contaban con alto riesgo de corrupción pero un alto ejecutivo de BJB ordenó que se acelerara la apertura de esas cuentas por el lucro que significaban.

Burzaco, ex titular de Torneos y Competencias, se declaró culpable de conspiración, extorsión y otros delitos en noviembre de 2015, en tanto que Grondona aparece mencionado en la causa como “Señor del Fútbol Número 1” debido a que falleció antes de iniciarse el proceso judicial.

Según el reporte, Grondona recibió 30 millones de dólares correspondientes al otorgamiento de derechos de transmisión de los Mundiales 2018, 2022, 2026 y 2030 de los que 25 millones fueron transferidos a una subcuenta del BJB.

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