Violación en Palermo: procesaron con prisión preventiva a los seis acusados

Para el juez, actuaron con “un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles”. Además les trabó un embargo por 35 millones de pesos

El juez a cargo de la causa por la violación grupal en Palermo procesó con prisión preventiva a los seis detenidos. Además, les trabó embargo sobre sus bienes por 35 millones de pesos, informaron fuentes judiciales.

El juez en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, procesó a los acusados Ángel Pascual Ramos (23), Lautaro Dante Ciongo Pasotti (24), Thomas Fabián Domínguez (21), Steven Alexis Cuzzoni (20), Franco Jesús Lykan (24), Ignacio Retondo (22) y Thomas Fabián Domínguez (21).

A todos se los imputó por «abuso sexual con acceso carnal, agravado por la intervención de dos o más personas» (delito con una pena prevista de entre 8 y 20 años de cárcel), pero Retondo y Domínguez suman además una imputación por las «lesiones leves» que le provocaron a un testigo.

Además, el magistrado ordenó trabar embargos por 35 millones de pesos para cada uno de los acusados. Según las fuentes, en el procesamiento, el juez sostuvo que todos actuaron con «un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles».

El abogado de la víctima de la violación grupal en el barrio porteño de Palermo dijo que la joven de 20 años está todavía «muy golpeada» por todo lo sucedido.

El hecho

Ocurrió el feriado del lunes 28 de febrero por la tarde, a plena luz del día, en la calle Serrano al 1300, en Palermo Soho. Una pareja de panaderos y otro vecino intervinieron al ver que dentro de un auto Volkswagen Gol estacionado junto a la vereda abusaban en grupo de una chica.

Mientras cuatro de los imputados -Ramos, Ciongo Pasotti, Cuzzoni y Lykan-, estuvieron dentro del auto con la víctima, los otros dos -Domínguez y Retondo-, cantaban y tocaban la guitarra en la vereda, en una maniobra que se cree era de distracción y para actuar de «campana».

La joven violada, de 20 años, reconoció por fotos a los acusados por el abuso.

En su declaración, la víctima dijo que conoció a cinco de los seis detenidos (al restante lo vio en la calle, luego) ese mismo día en el «Ro Tecno Bar», situado en la calle Thames al 1600.

Hugo Figueroa, abogado de la víctima de la violación grupal en Palermo, dijo que «la panadera a situación del forcejeo con la víctima» porque en principio «creía que le iban a entrar a robar» a su local.

Allí llegó pasadas las 5 de la mañana junto a un amigo. Horas más tarde salió con el grupo rumbo a una plaza de la calle Soler, donde compraron y tomaron cervezas, y dijo que luego de tomar de esas latas, no recuerda nada hasta despertarse en el hospital.

Varios videos de cámaras de seguridad de la Policía y de comercios captaron al grupo llegando al mediodía con la chica ya tambaleante y en un evidente estado de intoxicación, a seguir bebiendo en la Plaza Serrano y en un kiosco cercano, donde se ve un primer abuso, tras lo cual la llevaron al auto donde se produjo la violación en grupo.

Los estudios toxicológicos revelaron la presencia de marihuana, metanfetaminas y anfetaminas en el organismo de la víctima.

Ella solo había reconocido haber consumido alcohol -tenía un dosaje de 1.3-, y marihuana, pero no drogas sintéticas, por lo que se investiga si los imputados le dieron alguna bebida mezclada con pastillas de «éxtasis», en el «after» donde conocieron a la víctima.

En tanto, en los seis imputados no se detectaron anfetaminas, pero sí cocaína (en cuatro de ellos), marihuana (en cinco) y psicofármacos (en uno).

La joven de 20 años víctima de violación grupal en Palermo emitió un comunicado en el que cuestionó el rol de los medios al tiempo que le agradeció a la Justicia por la celeridad con que lleva el caso.

La carta abierta de la víctima

La joven de 20 años que fue víctima de la violación escribió una carta a los medios en la que cuestionó el tratamiento del caso y expresó que si antes le «daba miedo salir a la calle», ahora le da «pánico».

A través de un extenso texto que compartió su abogado, Hugo Figueroa, la joven señaló: «Si me preguntan cómo estoy a partir de esta situación, si antes me daba miedo salir a la calle, ahora me da pánico».

«Tengo episodios de hipervigilancia y angustia desmesurada, tengo un diagnóstico de estrés post-traumático y lo único que quiero es poder recuperarme para continuar con todos los proyectos que tenía planificados y en la medida de lo posible retomar la vida normal que tenía antes de ser violentada», expresó.

En el texto titulado «Carta abierta a los medios de comunicación», con fecha del miércoles 9 de marzo de 2022, la joven advirtió que la protección de su identidad como víctima «es un derecho» y reclamó que no la revictimicen con la difusión de su identidad e imágenes en lo que denominó «un espectáculo pochoclero que sólo alimenta el morbo».

Puntualizó que «casi desde el momento inicial de lo ocurrido» se sintió «totalmente hostigada por parte de los medios», y juzgó que «con la sed de justicia social que hay (y bastante morbo en cierta otra parte), se deshumaniza a la víctima».

Fuente: agencias.

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