Lavado de dinero: allanan en Rosario la mansión de un expiloto de F1

El operativo en la casa del expiloto de Fórmula 1 Oscar "Popi" Larrauri; es en el marco de una investigación por presunto lavado de dinero, que involucra al poder político, empresarial y judicial de Santa Fe

ROSARIO.- Una mansión que pertenece al expiloto de Fórmula 1 Oscar «Popi» Larrauri, ubicada en el exclusivo Country Golf Rosario, fue allanada este jueves por orden de los fiscales de la Unidad de Criminalidad Organizada.

Investigan en esta etapa los eslabones para lavar dinero que usaba el empresario que manejaba el juego clandestino Leonardo Peiti, que -según la investigación- tenía aceitados contactos con el senador peronista Armando Traferri, que no pudo ser imputado a causa de la protección de sus fueros legislativos.

Larrauri, que fue un exitoso piloto de automovilismo, y llegó a correr 21 grandes premios de la Fórmula 1 en 1988, está sospechado de participar en operaciones de lavado para encubrir el origen del dinero del empresario Leonardo Peiti, uno de los miembros principales de esta asociación ilícita.

Según apuntaron los investigadores judiciales a LA NACION, Larrauri habría realizado compras de más de una docena de inmuebles y vehículos de alta gama con dinero del empresario de juego clandestino, con quien mantiene una vieja relación de amistad. Los indicios apuntan a que esas propiedades después se «movían» en el mercado para disimular su origen.

Este nuevo paso en la investigación se produjo luego de que a principios de diciembre los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery ordenaran allanar las oficinas de un estudio contable vinculado a Peiti, ubicado en pleno centro de Rosario. Con la documentación secuestrada en ese operativo los fiscales avanzaron sobre los supuestos miembros de la organización que estarían implicados en el lavado de activos.

Impacto en el PJ de Santa Fe

En agosto pasado fueron detenidos dos fiscales acusados de cobrar coimas de Peiti. El jefe de los fiscales de Rosario Patricio Serjal está preso actualmente en la cárcel de Piñero, a unos 20 kilómetros de Rosario, y fue sometido a una junta médica luego de solicitar la detención domiciliaria por cuestiones de salud. Gustavo Ponce Asahad, el otro fiscal, está detenido en la sede de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, y fue quien en noviembre pasado declaró que el nexo entre la justicia y el empresario era el senador peronista Armando Traferri.

Los fiscales pidieron el desafuero de este legislador oriundo de San Lorenzo pero el Senado rechazó retirarle los fueros, al considerar que las evidencias contra Traferri eran débiles. El senador acusó al ministro de Seguridad Marcelo Saín de estar detrás de «una maniobra» política para perjudicarlo.

El allanamiento contra Larrauri se produjo este jueves en una mansión de grandes dimensiones en el golf de un country de Fisherton, en el oeste de Rosario, donde tiene una de las residencias.

Ahora la documentación que se encontró en los allanamientos será analizada por el Organismo de Investigaciones y la Unidad de Criminalidad Organizada de Rosario. La lupa está puesta en la compra de decenas de lotes en localidades cercanas a Rosario que habría realizado el ex piloto y que estarían en poder de Peiti, según apuntaron fuentes del OI.

Una de los objetivos en esta causa es seguir la ruta del dinero que provendría del juego clandestino. En ese punto los fiscales analizan documentación que surgió de los allanamientos de diciembre pasado para hallar los posibles nexos en materia de lavado de dinero.

Fuentes judiciales señalaron que Larrauri tiene una vieja amistad con Leonardo Peiti en la zona de San Lorenzo, donde el expiloto tiene parte de sus empresas frigoríficas. Larrauri incursionó en política y en 2001 fue electo concejal de Rosario por el Partido Justicialista, cargo que ocupó hasta 2005.

Es probable que Larrauri sea sometido a una audiencia imputativa durante los próximos días cuando se termine de establecer el rol del expiloto de Fórmula 1 en este entramado encabezado por el empresario que dominaba el negocio del juego clandestino.

Según los fiscales Peiti «era el encargado de seleccionar el personal a su cargo, ordenar la organización del negocio ilegal, proveer el software con el que debían funcionar los dispositivos electrónicos existentes en las salas de juego, recolectar el dinero producido, invertirlo y ocultarlo de los registros financieros y tributarios legales y acordar con las autoridades políticas y judiciales la protección del negocio ilegal».

El rol del exfiscal Serjal «fue el organizador de la cobertura judicial y abusando de su cargo dio directivas a Ponce Asahad sobre las medidas tendientes a asegurar impunidad de Peiti en causas vinculadas al juego ilegal». Y la función del senador Traferri en la asociación ilícita era la de «asegurar a Peiti la continuación de la organización, la cobertura judicial para su funcionamiento y otros favores ilícitos mientras él tenía por misión la organización de recursos económicos, materiales y humanos para montar la empresa ilícita destinada a la organización de juego clandestino».

«Gracias a la entrega de dádivas a funcionarios públicos, Peiti tuvo acceso a información reservada sobre posibles allanamientos que se llevarían a cabo en su contra en diciembre de 2018», apuntaron. Ahora el nuevo eslabón que aparece en esta causa, que provocó un fuerte impacto político, es el de empresarios que participarían de operaciones de lavado de activos.

Por: Germán de los Santos

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