Chris Martin, el chico bueno que provoca suspiros y cree en el amor eterno

El vocalista de Coldplay siempre fue muy religioso y nunca comulgó con la trilogía de “sexo, drogas y rock’n’roll” que rodea a los rockeros
Chris Martin
Chris Martin sobre el escenario con Coldplay, que estableció un récord de 10 conciertos en el estadio de River Plate

En uno de los conciertos conoció a Gwyneth Paltrow, madre de sus dos hijos. Ahora en pareja con Dakota Johnson, quien fue el “vegetariano más sexy del mundo”, volvió a creer en el amor
Christopher Anthony John Martin nació el 2 de marzo de 1977 en la ciudad inglesa de Exeter. Sus padres, Anthony y Alison, un contador y una maestra de música tuvieron otros cinco hijos antes de Chris, que fue el último. Gracias a la influencia de su mamá, siempre supo que su camino era dedicarse a la música. Cuando tenía 7 años sus padres le regalaron un ukelele, y a los 11 escribió su primera canción.

Siguió demostrando su interés por la música formando parte de varias bandas escolares como Floating Insomnia, Identity Crisis y a sus 15 años tocó el teclado en The Rocking Honkies, un grupo con toques de blues y jazz que recibiría opiniones divididas por parte del público, en la que estaría por dos años. En la misma escuela -Sherborne School- conoció a Phil Harvey, que sería el futuro representante de Coldplay, y director creativo de la banda británica hasta la actualidad. Aunque Harvey se tomó un descanso de Coldplay entre 2002 y 2006 para estudiar psicología en Argentina, tal vez esa sea una de las razones por las cuales Martin siente adoración por el país.

A los 18 años fue a la universidad y se hizo amigo de las personas con las que terminó armando Coldplay. La idea de ser el cantante de una agrupación famosa era una idea que le gustaba mucho a Chris, pero no por el dinero ni el reconocimiento público, sino porque su sueño era ser llamado por el museo Madame Tussauds de Londres para que le hicieran su propia figura de cera.

Adolescencia: mala racha con las mujeres

Al cantante a menudo le costó iniciarse en el mundo de las relaciones íntimas. Sucede que su juventud no encaja con el tópico de sexo, drogas y rock and roll, que en general se víncula a los de su género. “No creo que el paso de los 13 a 15 años sea un momento fácil para ningún chico. Es como la gran carrera por la pubertad, y si vas en último lugar no es una carrera donde estés cómodo. Yo era un muchacho híper religioso, bastante ingenuo y muy crítico. Fui impopular durante tres años, y luego todo cambió cuando tenía 16 años. Pero ya estaba marcado con el estigma ‘Voy a salir de aquí y mostrarles a ustedes bastardos que estoy muy agradecido por ese período de desafío entre los 13 y 16′, enfrentando esa típica ceguera de mentalidad escolar de, ‘Eres gay, eres malo en los deportes, eres esto o aquello’”, dijo en una entrevista para la revista Rolling Stone, “Porque realmente me hizo pensar: ‘No quiero terminar en algún banco donde voy a tener que soportar este tipo de porquería con las mismas personas por el resto de mi vida’. Necesito salir de esta cinta de correr de ‘escuela pública, universidad, [trabajo en] banco, casa de verano en Francia’, sentía que había más en la vida que el rugby y (tomar) sidra barata los fines de semana”.

Fue criado en la religión anglicana, sus padres asistían tanto a la capilla Belmont como a la iglesia cristiana evangélica independiente de la ciudad. En 2018 se sinceró en una nota, “Crecí con el prospecto de cielo e infierno. Con lo que crecí era que si pensabas en tetas, te irías al infierno. Pasé un año creyendo que sería castigado si cantaba ‘Sympathy for The Devil’, de los Rolling Stones”. Alguna vez afirmó en broma que se hizo cantante de rock para mantener relaciones sexuales, ya que, hasta los 21 años, todas las chicas con las que se relacionaba lo querían sólo como un amigo. De hecho, no perdió la virginidad hasta los 22 años, declarando al respecto en The Guardian, “Había temas religiosos de por medio y también de confianza. Tuve una temporada difícil con las chicas”.

Su primer amor

A sus 25 años conoció a la actriz Gwyneth Paltrow, aunque ya ambos habían escuchado a comienzos de ese mismo año, 2002, varios rumores de la prensa donde los emparejaban a pesar de nunca haberse visto antes. Para desmentir el falso rumor, Chris apeló al humor, y durante un concierto en Los Ángeles, antes de cantar “Green Eyes”, hizo una pausa y dijo, “Oh, ésta va para mi novia Gwyneth Paltrow”. La actriz estaba presente como una espectadora más del recital.

Un mes más tarde, Gwyneth volvió a ver uno de sus conciertos. Ni siquiera se habían visto por primera vez, en medio del show, Chris volvió a hacer una pausa y dijo frente a todo el público, “La chica con la que me iba a ver no vino, así que me voy a ir con Gwyneth Paltrow, que está por ahí”. La actriz se sintió muy avergonzada, pero de todas formas accedió a ir al camarín después del recital para conocer al cantante. Ese mismo día Chris y Gwyneth iniciaron su historia de amor y no se separaron por un largo rato.

Por aquel tiempo, la actriz estaba afectada por la muerte de su padre varios días antes, el director de cine Bruce Paltrow, a causa de un ataque cardíaco por complicaciones de un cáncer de garganta mientras Chris y Gwyneth estaban en Italia celebrando el cumpleaños 30 de ella; esto serviría luego de inspiración para componer las hermosas canciones “Fix You” y “Swallowed In The Sea”, las cuales tratan sobre su amor por Gwyneth, y de sobrevivir a esa difícil situación juntos.

Paltrow, cinco años mayor que Martin, con un Oscar y un romance con el hombre más deseado del mundo: Brad Pitt. Eso no fue fácil de aceptar para el tímido Chris. El fantasma del ex de su novia supuso todo un reto para su inseguridad. “Si tu mujer ha salido con Brad Pitt, quieres probarte a ti mismo”, llegó a decir para explicar cuál era el origen de su ambición y de la necesidad de demostrar su valía.

Luego de varias salidas juntos, el 5 de diciembre de 2003 se casaron en una ceremonia privada en Santa Bárbara, al Sur de California. El 14 de mayo de 2004 llegó el primer bebé de la pareja, Apple, a quien el cantante compuso la canción “Speed of Sound”, hablando sobre su sentimiento de ser padre. Y luego de algunos meses de viajes entre Londres y Los Ángeles, lugares de residencia de cada uno, Paltrow se mudó definitivamente a Londres para vivir junto a su pequeña y a su marido. Dos años después, en abril del 2006 llegó Moses, el segundo hijo de los Martin, de nombre igual a la canción que Chris le compuso a su esposa el primer año de su relación.

Luego de varios rumores de que la pareja lo había intentado todo por seguir unida desde el año 2012, en marzo de 2014 anunciaron a través de un comunicado su “separación consensuada” y aclarando que aún se seguían “amando mucho”.

Recreo forzoso: tiempo de renacer

Luego de la ruptura con Paltrow, a inicios del año 2015 su tatuaje de la letra “G” pasó a ser God Is Love (“Dios es amor”). Tras el divorcio –o “desemparejamiento consciente”, como lo llamó Gwyneth–, el cantante admitió haber pasado por una profunda depresión que duró un año, en el cual compuso canciones sobre lo que sentía para el álbum “Ghost Stories”.

Después de que una de las parejas más famosas del planeta, Gwyneth Paltrow y Chris Martin anunciaran su separación, confirmaron que habían terminado en plan amistoso, posiblemente mejor que la mayoría de otros divorciados. La actriz habló sobre la relación que mantuvo con el vocalista de Coldplay durante el programa de televisión The Late Show con Stephen Colbert, “Él es realmente como mi hermano, somos muy familiares. Es agradable, es grandioso “, y agregó, “el divorcio es terrible, fue muy doloroso, fue muy difícil, realmente queríamos que nuestros hijos estuvieran lo menos involucrados posible. Pensamos que si realmente podíamos mantener a la familia a pesar de que no éramos una pareja, ese era el objetivo, así que eso es lo que hemos tratado de hacer”.

Una vez recuperado, Chris descubrió la parte liberadora del asunto: el hombre que según PETA había sido elegido “el vegetariano más sexy del mundo” en 2005, ya no tenía que continuar una alimentación a verduras ni seguir las “extrañas” ideas de su ex sobre salud, dietética y bienestar. “Ser votado como el vegetariano más sexy del mundo es tan genial como parece. No es tan genial como ser Brad Pitt, pero sirve. De hecho, esos han sido los dos desafíos más grandes de mi vida: tratar de seguir a Radiohead y tratar de seguir a Brad Pitt”. Superado el reto y quebrado el matrimonio, en el 2014 declaró en una entrevista radial, “De pronto sentí que debería comer algo que sea capaz de matar. ¿Matarías a un pez? No me gustaría, pero probablemente podría hacerlo”. Martin volvió a comer carne, en un sentido literal y en algún otro también. Era joven, lindo y famoso.

Relaciones sin rumbo

Tenía éxito, dinero y quiso recuperar el tiempo perdido en su juventud, así que se lanzó a conquistar famosas. El primer romance que le adjudicaron fue todavía durante esa etapa en la que supuestamente estaba deprimido. En marzo de 2014, el cantante anunció su separación y en mayo de ese mismo año lo vieron con la modelo y presentadora Alexa Chung en Nueva York, aunque él negó que estuvieran saliendo.

Sólo un mes después, en junio, conoció a Jennifer Lawrence y aseguran que lo suyo fue un flechazo, aunque también una relación complicada, que duró algo más de un año, y que estuvo llena de idas y venidas. La versión oficial dice que Chris no terminaba de comprometerse. Los rumores cuentan que él tuvo algo con uno de sus grandes mitos: Kylie Minogue. Incluso se publicaron unas fotos de los dos juntos y tomados del brazo.

La ruptura oficial y definitiva con Lawrence se dio a conocer en agosto de 2015 cuando ya se empezaba a hablar de otra actriz rubia: Annabelle Wallis. Ella sí que parecía perfecta para él: guapa, británica, sofisticada… El entorno del actor hasta dijo que se lo veía “más feliz de lo que había estado en mucho tiempo”. Daba la impresión de que podía ser la definitiva, y si no, aguantar juntos por lo menos una década, como Gwyneth.

Pero este amor no llegó ni a los dos años. Una vez más, la ruptura coincidió con los rumores que lo relacionaron con Katy Perry y Dua Lipa. Con la primera, lo vieron de la mano en el festival de Glastonbury y con la segunda dicen que llegó mucho más lejos en la zona VIP del mismo evento. Y así hasta que en octubre de 2017 se cruzó con Dakota Johnson.

Su “universo” y definitivo gran amor

Desde que se les vio compartiendo mesa en un restaurante de Los Ángeles, los rumores sobre una posible relación entre Chris Martin y Dakota Johnson -conocida por su protagónico en la película “50 sombras de Grey” e hija de Melanie Griffith y Don Johnson, el recordado galán de Miami Vice- han ido en aumento.

La teoría del romance creció al mes siguiente luego de que la actriz estuviera en el backstage de un concierto de Coldplay, nada menos que, en Buenos Aires. Los asistentes al show descubrieron a Dakota en el panel de control, y unas imágenes se viralizaron rápidamente por Internet.

La tercera cita visible fue en París donde finalmente la relación quedó confirmada. “Han conseguido conocerse bien y se sienten cómodos juntos. Chris le manda su música para saber su opinión. Es más que una aventura”, publicó el US Weekly a finales de 2017 refiriéndose al romance entre Chris Martin y Dakota Johnson. Curiosamente, la información salió a la luz coincidentemente con el anuncio del compromiso de su ex, Gwyneth Paltrow y el productor Brad Falchuk.

Chris Martin definitivamente hizo su gran declaración de amor por la bella Dakota en el exclusivo concierto que ofreció Coldplay en el Shepherd’s Bush de Londres en octubre de 2021. El recital tuvo el toque romántico del año: entre el público que se dio cita en la mítica sala se encontraba su novia. Aunque trató de pasar desapercibida, fiel a su habitual discreción, el músico no pudo resistirse a la idea de abrir su corazón frente a todos sus seguidores. Aprovechando los primeros compases de su tema “Universe”, alzó su voz y confesó, “Se trata de mi universo”, explicó a la multitud, “Ella está aquí”, dijo señalando al palco donde estaba Johnson.

Chris y Dakota salen hace cinco años. Y aunque han sido vistos en citas nocturnas, escapadas y en sus conciertos, los dos prefieren mantener su romance en privado. Como ella le dijo a Vanity Fair para una historia de portada en julio de este año, fueron presentados a través de un amigo y nunca se han dejado realmente. En la misma entrevista, la actriz reveló que mantiene un perfil muy reservado para proteger su relación. Mucho se debe a la familia de ambos y a la educación que recibió cuando era niña. Dakota explicó que Martin tiene dos hijos que comparte con su ex esposa, y ella tiene siete medios hermanos. De esta manera quieren cuidar a todos y evitar cualquier tipo de escándalo. “Es mejor ser amable, y también es muy agradable que todos realmente se amen y se cubran las espaldas”, explicó la actriz.

En medio de los diez históricos shows que Coldplay está dando en el estadio de River Plate, en el marco de la gira “Music of the Spheres’’, Dakota Johnson arribó a la Argentina ahora sí como novia formal del líder de la banda.

Hoy, Chris y Dakota, comparten su refugio de amor en Malibú, junto a Zeppelin, su perro. “Salimos a veces, pero ambos trabajamos tanto que es agradable estar en casa y ser acogedores y privados”, le dijo Johnson a ELLE U.K. el año pasado. “La mayor parte de la fiesta tiene lugar dentro de mi hogar”.

Cynthia Serebrinsky

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