La magia del Carnaval en la Quebrada de Humahuaca

Miles de colores, talco, espuma, bebidas y una multitud desenfrenada. Con este marco cargado de espectacularidad es que se vive en Tilcara el desentierro del diablo, una celebración que sucede cada año, el sábado del fin de semana de Carnaval, en la Quebrada de Humahuaca con los rituales vinculados con la Pachamama como culto de los pueblos originarios del norte argentino.

Pasado el mediodía, la gente se comienza a agolpar alrededor del mojón de Pocos pero Locos, una de las comparsas más convocantes de Tilcara. Es ahí donde se hará efectiva la celebración. El mojón es el lugar y punto de encuentro entre quienes integran la comparsa, más los que se van sumando. Allí, un montículo de piedras colocadas en forma cónica donde poder arrojar la ofrenda: talco, serpentina, coca, chicha y saratoga (una bebida tradicional del carnaval que se prepara a gusto personal con vino, algún destilado, jugo de naranja, limón.) para agradecer por el año que pasó y pedir por el año venidero. Este es el punto de encuentro con la Pachamama. En esta fiesta de carnaval todo se comparte y está prohibido rehusarse a los rituales de la celebración.

Bajo el efecto de la saratoga, la bebida que le da espíritu a la fiesta, todos esperamos el desentierro bailando al ritmo de las bandas en vivo. Llegadas las 18, los anateros comienzan a tocar sus instrumentos (anata, un tipo de quena cuadrada) dando la bienvenida al grupo de diablos que bajan desde el cerro, del otro lado del río Huasamayo. Ataviados y enmascarados en sus coloridos trajes espejados, bajan en dirección al mojón bailando y saltando bajo una lluvia de espuma y talco, ovacionados y adorados por la multitud.

Ahí se realiza el desentierro del diablo, representado por un muñeco de trapo (pucllay) que es el centro de la fiesta. Luego, los diablos se mezclan con los presentes, la lluvia de nieve aumenta, la música se hace sentir más y la felicidad llega a su punto cúlmine. Es imposible salir sin espuma o pintura.

Al atardecer, las comparsas con sus diablos dejan el mojón y comienzan a recorrer las calles de la ciudad, haciendo un stop en las casas donde reciben «invitaciones». En cada parada, la multitud baila entalcada a pura cumbia y bebe la saratoga que la familia en cuestión haya preparado en un tonel gigante enflorado para la ocasión, custodiado por los padrinos de las comparsas y las banderas alusivas. Rechazar un trago es considerado mala educación y descortesía, y hasta que todo el brebaje no se acabe, la comparsa no puede desplazarse hacia la siguiente «invitación».

La fiesta del inicio de carnaval continúa en todas las callecitas empedradas de Tilcara. No importa quién es quién ni quién se encuentra detrás de la máscara. Cada uno de los participantes recupera su identidad solo cuando la fiesta de carnaval se acaba: el Domingo de Tentación, momento en que el diablo vuelve a ser enterrado.

Uquía: participar del desentierro en Uquía es ver a cientos de diablos descolgarse del Cerro Blanco, bailando, saltando y tatareando melodías tradicionales. Es una fiesta colmada de imágenes de impresionante belleza por los coloridos trajes y el entorno geográfico. Uquía se encuentra a 10 km de Humahuaca.

Maimará: muy cerca de Tilcara, una pequeña localidad que rinde homenaje a la Pachamama y desentierra el diablo. La ceremonia se lleva a cabo en el Cerro Negro y suele haber menos turistas que en las de Uquía y Tilcara. Los trajes utilizados para el carnaval tienen una confección detallista y son elaborados por los lugareños durante todo el año.

Purmamarca: este es el lugar elegido cada año por las autoridades de Gobierno de Jujuy para iniciar la celebración tradicional ancestral. La fiesta comienza en la ladera de un cerro donde el diablo inicia la celebración. Entre cánticos y danzas, todos se reúnen alrededor del mojón al pie del Cerro de los Siete Colores.

Cerro de los Siete Colores. Esta deslumbrante formación rocosa está al pie de la ciudad de Purmamarca y muestra una gama única de colores. Lo ideal es madrugar para apreciar el cerro en todo su esplendor.

Salinas Grandes. Este desierto blanco ubicado a más de 4 mil metros de altura es uno de los paisajes más instagrameables de Jujuy ¡y de la Argentina! Te recomiendo contratar, por unos pocos pesos, a un guía para ingresar a los piletones y a los pozos de agua de color turquesa.

Hornocal. Una formación montañosa que genera un impresionante contraste en sus vetas de colores en forma triangular, entre ocres, verdes, amarillos y blancos. Se llega transitando 25 km de ripio desde la ciudad de Humahuaca. Lo ideal es hacerlo después del mediodía.

Paleta del Pintor. Sobre el pequeño poblado de Maimará se levanta una cadena montañosa con colores ocres, rojizos, anaranjados y amarillos donde solo hay que detenerse a observar la perfección de sus formas, como pinceladas. Las mejores panorámicas se logran desde el mirador El Monolito, ubicado a la vera de la Ruta Nacional 9.

Tilcara ofrece una amplia variedad de pequeños restaurantes donde degustar la más exquisita comida norteña, además de la deliciosa comida callejera (tortillas, tamales, humitas, empanadas). La Picadita, Sabores del Alma, El Patio, La Peña de Carlitos, El Nuevo Progreso y Arumi, mis espacios gastronómicos preferidos para comer muy rico. Allí vas a encontrar platos regionales como papines con queso de cabra, guisos de quínoa, estofados de llama, locro y más.

Cómo llegar

Desde la ciudad de Buenos Aires, hay vuelos por Flybondi (la opción más económica) y Latam. Ya en el aeropuerto de San Salvador de Jujuy (recientemente reinagurado) se puede alquilar un auto (mejor hacerlo de antemano). Otra opción es tomar un taxi para dirigirse a la estación a tomar un bus. Hay más de 5 líneas a la Quebrada, con mucha frecuencia.

Cuándo ir

Si vas a visitar Jujuy para la época de carnaval, conviene llegar unos días antes de que comience la celebración. De este modo vas a poder recorrer la Quebrada de Humahuaca y visitar increíbles spots con tranquilidad. Ya en días de festividad, las rutas se abarrotan y se te va a hacer muy difícil salir de la localidad.

Por: Silvina Baldino

Facebook
Twitter

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio