¿Vandalismo o mafia? ya se denunciaron más de cincuenta roturas de silobolsas

En las últimas semanas, aumentaron las denuncias de productores agropecuarios por la roturas de silobolsas en distintos puntos del país.

Los reportes de vandalismo llegan desde diferentes regiones agropecuarias: Santa Fe (donde el sábado pasado se registraron dos casos), Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos.

«Todos los días nos enteramos de una rotura de silo bolsa distinta», afirman los productores. Las fotos de vandalismo inundan las redes sociales y los chats de productores.

En los seis meses que van del año, las cifras de ataques aumentan: se calculan más de 50 casos en todo el país, y desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) confirmaron a TN.com.ar que ya rozan los 60.

Sólo por citar algunos ejemplos, en un tambo intensivo, ubicado en cercanías a Villa María, provincia de Córdoba, la semana pasada se encontraron cinco silobolsas rotos de maíz molido destinados a la alimentación del ganado de leche. Eran 370 toneladas, lo que representan casi dos millones y medio de pesos.

En tanto, el sábado pasado, otras cinco bolsas de almacenaje aparecieron destruidas en la zona de Murphy, a 20 kilómetros de Venado Tuerto.

¿Qué es un silobolsa?

Los bolsones para almacenaje son una manera en que el productor puede resguardar los granos en forma económica y rentable, para poder pagar gastos e invertir en las próximas campañas durante el año.

Otro modo de guardar el cereal son los silos de chapa, pero requieren una gran inversión. Como muchos campos son alquilados, esta forma de almacenaje que de alto costo es poco conveniente.

Muchos de los actos de vandalismo se realizaron con cortes en los silobolsas para que el grano quede totalmente desparramado. Esto implica que el productor debe recuperarlo y volverlo a almacenar o trasladarlo a otro lugar, generando aún más costos.

Algunos daños van más allá: en un caso en Santa Fe se roció el cereal con curasemillas, lo que impide directamente la venta o comercialización del grano.

Otros tipos de delitos

A esto, se suman casos de quema de campos, como el que ocurrió en una propiedad del vicepresidente de CRA, Gabriel de Raedemaeker, a fines de mayo. También robo y faena clandestina de animales y hasta la muerte de un productor tucumano ocurrido el viernes pasado.

José Porcel, de 80 años, fue asesinado en un intento de asalto, en la localidad de La Ramada de Abajo. En un duro comunicado, la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) detalló: «Tres sinvergüenzas entraron a su casa a robar y le dispararon sin remordimientos».

«Señor Gobernador ya estamos hartos, estamos cansados que siempre los que estemos tras las rejas seamos nosotros y los delincuentes libres como el viento. Si usted no sabe cómo cuidar a su gente, hágase a un costado», dice el documento.

«La comunidad en general y la agropecuaria en particular ha recibido un mazazo tras la pérdida violenta y cruel de nuestro querido Pepe Porcel, ejemplo de persona de bien, que a su avanzada edad y a pesar de estar jubilado, continuaba produciendo, generando empleo y pagando impuestos. Como ciudadanos no podemos permitir que la apatía de los poderes del estado nos sigan arrancando vidas de seres queridos», afirma el comunicado de la asociación.

Duras palabras de las entidades

Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), dijo que la inseguridad y el vandalismo en el campo continúan en aumento ante «la pasividad del Gobierno, del que no vemos una reacción con la seriedad que el tema necesita».

«Es imperiosa una reacción efectiva y contundente de las respectivas autoridades, especialmente que se despeje la intencionalidad política del asunto. De lo contrario, el problema continuará agravándose, afectando la paz social en un momento en que la sociedad necesita estar unida», afirmó.

Desde CRA expresaron: «La actitud del Presidente frente a los ataques que a diario nos afectan ya adquiere la preocupante característica del silencio cómplice. Tampoco se escucha a nadie del Gobierno, condenando estos hechos».

Por último, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) repudiaron los «constantes» hechos vandálicos.

«Atentar contra la producción agropecuaria es, entre otras cosas, violentar el progreso de cada uno de nuestros pueblos del interior. Un cese o disminución en el nivel de comercialización implica no sólo un desabastecimiento del producto, sino además que el productor deje de volcar sus ganancias en el pueblo donde desarrolla su actividad», explica el documento emitido por CAME.

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