Tarjetas de crédito: el Gobierno prohíbe la venta de pasajes y alojamiento en el exterior en cuotas

Lo anunció el Banco Central a través de la comunicación 7407; tampoco se podrán alquilar autos o pagar otros servicios turísticos en esas condiciones; la medida comenzará a regir desde mañana

En otra cabal demostración de la frágil situación que vuelven a atravesar sus reservas, el Banco Central (BCRA) prohibió la posibilidad de que los argentinos compren pasajes, alojamientos o servicios en el exterior en cuotas con su tarjeta de crédito.

Javier Blanco
REDACTOR LA NACION

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A través de la Comunicación 7407, la entidad que conduce Miguel Pesce informó a las entidades financieras y a las empresas no financieras emisoras de tarjetas de crédito que desde mañana no se podrán financiar en cuotas las compras de pasajes hacia otros países y de servicios turísticos en el exterior efectuadas a través de los plásticos.

“Establecer, con vigencia a partir del 26.11.21, que las entidades financieras y no financieras emisoras de tarjetas de crédito no deberán financiar en cuotas las compras efectuadas mediante tarjetas de crédito de sus clientes -personas humanas y jurídicas- de pasajes al exterior, y demás servicios turísticos en el exterior (tales como alojamiento, alquiler de auto, etc), ya sea realizadas en forma directa con el prestador de servicio o indirecta, a través de agencias de viajes y/o turismo web u otros intermediarios”, dice la escueta y sorpresiva disposición del BCRA.

El nuevo cepo al dólar llega 10 días después de las elecciones y a semanas de que se inicie la temporada veraniega, es decir, el momento en que se aceleran este tipo de contrataciones. Es un intento por frenar una salida importante de divisas por gastos turísticos en el exterior aunque las proyecciones hablan de una merma importante en la cantidad de residentes locales que optarían por veranear fuera del país, por el diferencial de costos y las dificultades para acceder al dólar.

Así se busca “cortar” lo que en el ente monetario consideran un “subsidio” a la adquisición prorrateada de dólares razón por la cual sólo permite la compra financiada de estos consumos en la medida en que no vulneren los límites de compra que cada titular tiene aprobados (opción posible para unos muy pocos) o sean saldados en un único pago.

Quienes quieran financiarlos tendrán que afrontar recargos por tasas de interés a esas financiaciones que, en muchos casos, se habían lanzado y concretado hasta aquí con cuotas fijas y sin interés.

Fuentes oficiales contaron a LA NACION que los bancos podrán dar un crédito para pagar el pasaje, un préstamo personal, o se podrá usar el mínimo de la tarjeta para financiar al 43%. La decisión tiene que ver con eliminar la posibilidad de vender dólares financiados a un sector que viaja al exterior en momentos de escasez de reservas internacionales.

“El efecto confirmación es terrible”, afirmó a este medio Gabriel Caamaño Gómez. “Muy probablemente esto termine teniendo un efecto peor, porque confirma los temores de un montón de gente”, dijo el economista, que remarcó el impacto que produce la brecha cambiaria al 100%, la tasa en pesos negativa y el apalancamiento de la demanda de transables en ese contexto. “Ellos mismos están apalancando esa demanda y eso les juega muy en contra”, aseguró.

La medida llega no casualmente cuando se está produciendo la reapertura de fronteras y se flexibilizaron las condiciones para ingresar a otros países.

Y en vísperas del “Black Friday”, una jornada de descuentos de toda clase en Estados Unidos cuya “versión local” incluye los paquetes turísticos, muchos de los cuales ya se estaban promocionando con hasta 12 cuotas sin interés.

Los analistas coinciden en evaluar que la medida forma parte de lo que caracterizan como el “Plan Aguantar” de la administración Fernández.

“Lo que revela es que intentarán pasar el verano, lo que incluirá endurecer el cepo todo lo que sea necesario y sin moverse de la actual estrategia de crawling-peg. Hoy no se ahorran mucho con esta restricción porque estos consumos -estimo- implicaban unos US$20 millones al mes, por la actividad acotada. Pero podían escalar algo más y es lo que buscan cortar de raíz”, explicó el economista y consultor Fernando Marull. “Claro que esto le va a dar más vuelo al dólar blue”, advierte.

“Esto es marcar el grado de desesperación que tiene el Gobierno por los dólares y la voluntad de posponer lo más posible cualquier ajuste del tipo de cambio”, coincide su colega Andrés Borenstein, director de Econviews. “Es una forma de inducir que los bancos dirijan sus promociones sólo a productos nacionales”

Las reservas propias del BCRA se ubican actualmente en torno de los US$6200 millones. Es una tenencia compuesta por la tenencia de oro que mantiene (US$3700 millones), la posición remanente en DEG recientemente enviados por el FMI (US$2033 millones que se usarán casi totalmente para pagar la segunda cuota de amortización del crédito en un mes) y una tenencia líquida que rondaría los US$500 millones.

Son cifras que explican por sí solas las recurrentes ampliaciones que tiene el cepo cambiario.

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Javier Blanco

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