«Desde la Confederación de Pymes Constructoras (CPC) entendemos que las medidas que adoptó el gobierno nacional como estrategia para morigerar el avance de la pandemia en el territorio nacional seguramente procurará efectos sanitarios beneficiosos», afirmó el presidente de la Confederación de Pymes Constructoras, Daniel Mafud.
«No obstante, es necesario poner en evidencia que la construcción como actividad productiva, no puede ser llevada adelante mediante la modalidad “home office” porque los operarios deben llegar a los lugares de emplazamiento de las obras para trabajar», reclamó el titular de la CPC.
«En general, las obras suelen desarrollarse en espacios bien ventilados, y los operarios pueden desempeñarse individualmente o en equipo pero a distancias que cómodamente superan un metro de distancia».
«Además, en las empresas constructoras, el personal administrativo atiende gestiones ante proveedores, entidades financieras, organismos prestadores de servicios, etc; es decir, tareas que requieren desplazamiento», aclaró el empresario y dirigente de la construcción.
«Por estas horas, resulta tan importante, preservar a la comunidad de la expansión de la pandemia, como atender la continuidad de las obras en curso y evitar que despidos masivos agudicen la crisis social y el pánico se adueñe de la calles».
«Existen diferentes reparticiones del Estado en sus tres niveles, Nación, Provincia y Municipio que en esta coyuntura piensan en suspender sus actividades. Esta decisión debe ser cuidadosamente analizada. De adoptarse en determinadas áreas una decisión de estas características, se debería cubrir esencialmente las erogaciones en tiempo y forma a proveedores de bienes y servicios y constructoras, de lo contrario, los problemas podrían agravarse».
«A la fecha, los atrasos en los pagos de certificación ordinaria y de redeterminación de precios ya superaron lo admisible, por lo que extender estos plazos de pago desencadenaría un serio conflicto», alertó Daniel Mafud.
