A diferencia del dólar «ahorro», que tiene un límite mensual de USD 200, y el dólar «turista», con un tope de USD 300, la compra de dólar MEP o Bolsa no tiene un límite en términos de cantidad, aunque anteriormente contaba con disposiciones que limitaban estas transacciones.
Hasta el jueves 27 de diciembre, existía una disposición del Banco Central que restringía las transferencias en dólares hacia cuentas bancarias. Si un usuario compraba dólares financieros, solo podía transferirlos a su cuenta bancaria una vez al mes. Si intentaba realizar una segunda transferencia desde la cuenta comitente de la aplicación a su cuenta de ahorros bancaria, la operación era bloqueada y se solicitaba documentación de respaldo.
En una de las últimas acciones tomadas en 2023, el Banco Central eliminó esta restricción mediante la Comunicación «A» 7933. Estos límites para las transferencias habían sido establecidos en abril de 2022 y generaron numerosos rechazos entre ahorradores e inversores. A pesar de contar con fondos declarados para comprar activos bursátiles dolarizados, se encontraban con obstáculos para operar mediante aplicaciones o utilizando una cuenta comitente en Sociedades de Bolsa.
Con el cambio de liderazgo a nivel gubernamental, con Javier Milei como Presidente de la Nación y Luis Caputo al frente del Ministerio de Economía, también se redujo el plazo de «parking» a un solo día hábil. Dado la volatilidad en los precios de los bonos, el activo más popular para operar con el MEP, comprar el título y venderlo posteriormente por dólares representaba un riesgo mayor a largo plazo en la liquidación.
La disposición inicial del Banco Central, establecida en la Comunicación «A» 7485 del 1 de abril de 2022, limitaba las transferencias mensuales para el dólar MEP en línea con la política «Conozca a su cliente» de los bancos. Esta política requería una revisión de las transferencias hacia «cuentas de destino denominadas en moneda extranjera a partir de una segunda transferencia recibida durante el mes calendario».
Las entidades receptoras debían «diferir la acreditación hasta eliminar cualquier sospecha de incumplimiento normativo en lo que refiere a la compra de moneda extranjera por parte de personas humanas residentes para la formación de activos externos», según lo establecido por la normativa.
Las restricciones en el mercado cambiario impulsaron las operaciones del dólar MEP, donde la estrategia más común era la compra del Bonar 2030 (AL30) con pesos, el título más líquido del mercado, para su posterior venta por dólares (especie «D») en el segmento PPT (Prioridad Precio-Tiempo) de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos) a un plazo de 48 horas.
El Banco Central estuvo activamente involucrado en este segmento, siendo uno de los principales tenedores de AL30 después de la reestructuración de la deuda soberana en agosto de 2020. Durante 2023, se estima que la entidad se deshizo de reservas por alrededor de USD 4.500 millones para mantener la cotización del dólar MEP por debajo de los 1.000 pesos en medio del calendario electoral.
A pesar del salto del 118% en el valor del dólar oficial a 800 pesos a mediados de diciembre, el dólar MEP se mantuvo como una de las opciones más accesibles para la dolarización. Al cierre del viernes, alcanzó los $998,02 con el AL30D a 48 horas, $976,49 en Contado Inmediato, $949,88 en el Senebi (Segmento de Negociación Bilateral de ByMA, entre privados) y $965,31 con Ledes.
Estos precios siguen siendo mucho más bajos que sus competidores, como el dólar «blue», que cerró el viernes en $1.025 para la venta, y el dólar «ahorro», que promedió los 1.355,38 pesos en los bancos. Esta disparidad explica los altos volúmenes de operaciones en el MEP, donde el viernes 28 se movieron unos USD 72 millones en el segmento PPT, además de otros USD 26 millones en el Senebi.
