Descartan una «super cosecha» y la cantidad de dólares que se esperaba

La luz amarilla para el Gobierno destaca la necesidad imperativa de mantener el equilibrio fiscal para preservar la estabilidad cambiaria, especialmente ante la disminución en la producción y los precios de la soja.
La cosecha en la Argentina este año será menor a lo esperada.

Se espera que las ganancias no superen los USD 20.000 millones, mucho menos los USD 25.000 millones del año anterior. La cosecha, aunque prometedora, no alcanzará las expectativas iniciales, lo que se traducirá en una entrada de dólares más modesta.

Según las últimas estimaciones, incluyendo todas las exportaciones del sector agropecuario, se proyecta un aumento de unos USD 10.000 millones con respecto al año anterior, pero aún quedando USD 12.200 millones por debajo de los niveles de 2022.

Las estimaciones sobre los ingresos de esta cosecha se han ajustado a la baja debido a la disminución tanto en cantidad como en precio. El calor extremo a fines de enero afectó la producción, mientras que los precios de la soja también experimentaron una caída significativa. Aunque no se puede considerar una «tormenta perfecta», estos factores limitarán el impulso positivo en la actividad económica esperado anteriormente.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señaló en un informe reciente que la ola de calor descarta la posibilidad de una campaña de soja excepcional, con una producción estimada ahora en alrededor de 49,5 millones de toneladas, por debajo de las expectativas iniciales de 50 millones.

El recorte en la producción debido al clima extremo alcanzó las 2,5 millones de toneladas, aunque las lluvias posteriores ayudaron a mitigar las pérdidas.

La caída en el rendimiento de la cosecha se suma a la baja en el precio de la soja, que ahora ronda los USD 430 por tonelada, aproximadamente USD 100 menos que el año anterior.

Es evidente que el clima y los términos comerciales no contribuirán tanto a las cuentas externas como lo hicieron en 2022, a pesar de las políticas económicas de ese año que desperdiciaron oportunidades para acumular reservas genuinas.

El gobierno espera con ansias los ingresos de la cosecha para fortalecer las reservas del Banco Central y estimular la recuperación económica, aunque estos efectos podrían ser menos pronunciados de lo anticipado.

Además, se espera que la balanza energética tenga un déficit mucho menor este año, lo que aliviará la presión sobre las reservas.

Mientras tanto, el Banco Central continúa acumulando reservas mediante la compra de divisas, reflejando un importante flujo de ingresos, mientras que las importaciones siguen siendo bajas.

La intensa ola de calor y la caída en el precio de la soja resultarán en unos USD 10.000 millones adicionales en comparación con el año pasado por la cosecha agropecuaria, la mitad de lo estimado anteriormente.

El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó recientemente que no hay razón para acelerar la devaluación del dólar oficial a pesar de la inflación, lo que podría llevar a los exportadores a liquidar divisas más rápidamente.

Por ahora, hay poca entrada de dólares para inversiones financieras debido a las restricciones cambiarias, aunque se espera que estas restricciones se levanten hacia mediados de año si continúa la acumulación de reservas y la reducción de la base monetaria.

Mientras tanto, los tipos de cambio se mantienen estables, con el dólar libre en $1.115 y el dólar MEP en $1.073, aproximadamente un 4% más bajo. Esto representa una oportunidad para aquellos con acceso a billeteras digitales.

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