Leclerc, el más rápido en la clasificación, no comenzó la carrera porque su Ferrari sufrió un problema en el eje de transmisión; a Bottas no le pudieron sacar un neumático de su Mercedes y tuvo que abandonar.
El holandés Max Verstappen (Red Bull) se coronó en el Gran Premio de Mónaco por la quinta fecha del Campeonato Mundial de Fórmula 1. Se trató del duodécimo triunfo de su carrera, y se hizo al mismo tiempo con el liderato del Mundial, desbancando al británico Lewis Hamilton (Mercedes).
El español Carlos Sainz (Ferrari), el británico Lando Norris (McLaren) y el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) terminaron la carrera en la segunda, tercera y cuarta plazas, respectivamente. Hamilton, el séxtuple campeón del mundo, terminó en séptima posición en la carrera, lo que hizo que perdiera el primer puesto del Mundial.
La jornada en el GP de Mónaco fue accidentada: tuvo dos hechos tragicómicos que afectaron a dos de los mejores pilotos de la Fórmula 1: Charlers Leclerc, de Ferrari, y Valtteri Bottas, de Mercedes. Ambos, por una u otra razón, antes o después, quedaron al margen de la competencia en el Principado.
El piloto monegasco Leclerc, de Ferrari, que había hecho el tiempo más rápido en una accidentada jornada de clasificación del sábado en el GP de Mónaco, por lo que iba a partir desde la primera posición, finalmente no comenzó la carrera de Fórmula 1 porque su auto sufrió un problema en el eje de transmisión izquierdo de la caja de cambios, según comunicó la escudería italiana.
De manera que el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), escolta en la clasificación del Mundial, partió en el primer lugar por delante de Bottas, segundo piloto de Mercedes. Su compañero de equipo, el séptuple campeón y actual líder de la temporada, Lewis Hamilton, lo hizo en el sexto lugar.
Leclerc, de 23 años, ayer había firmado el mejor tiempo, en 1:10.346, al cabo de 27 vueltas al circuito callejero del Principado, donde luego protagonizó un accidente de bandera roja que motivó la suspensión anticipada de la sesión. A falta de 18 segundos para su conclusión, el piloto perdió el control de su monoplaza, golpeó con el costado derecho sobre uno de los muros del trazado y tuvo un deslucido final después de destacarse desde el inicio en los entrenamientos libres.
Pero el coche tuvo daños importantes, algunas piezas se cambiaron pero otras, que acarreaban penalización, no: el equipo las mantuvo confiando en que no comprometieran la fiabilidad del auto. Ferrari arriesgó porque su piloto salía desde la pole, porque, según la reglamentación, una sustitución de la caja de cambios hubiera incluido cinco puestos de sanción en la parrilla. Como Mónaco es un circuito difícil para adelantarse al otro, prefirieron arriesgar y finalmente les salió mal…
Hoy el drama en Ferrari llegó. Leclerc comprobó que había problemas en la caja de cambios de su monoplaza durante la vuelta previa al ordenamiento en la grilla de salida. Los mecánicos chequearon la pieza en la zona de boxes y el equipo italiano decidió que no iniciara la carrera, lo que supuso una enorme frustración para el monegasco después de su buen rendimiento en los ensayos libres y la clasificación.
¿Qué ocurrió con Bottas? Estaba segundo cuando lo llamaron desde boxes para hacer la parada, con el objetivo de colocarle neumáticos duros, para que estire hasta el final de la carrera. Pero una vez en boxes, no pudieron sacar el neumático delantero derecho y el finlandés tuvo que abandonar (se trabó la tuerca mecanizada en el eje). Un bochorno pocas veces visto en Mercedes.
“La tuerca del neumático se quedó atascada en el eje mientras hacíamos la parada, eso hizo que la rueda no se pudiera cambiar”, fue la explicación de Mercedes.
La próxima cita, sexta del campeonato, llegará dentro de dos semanas con el Gran Premio de Azerbaiyán, que se celebrará en el Circuito Urbano de Bakú.
Télam
