En partido muy picante y con expulsados San Lorenzo se impuso a Central

San Lorenzo le ganó 2-0 a Rosario Central un partido que terminó con peleas, dos expulsados y un segundo tiempo de 58 minutos

En su estadio, el Ciclón se impuso con goles de Franco Di Santo y Ángel Romero, uno en cada etapa; sobre el final, un remolino entre varios jugadores de los dos equipos generó cruces fuertes; fueron expulsados Vecchio y Blanco, en el visitante.

San Lorenzo encontró un triunfo reconfortante y revitalizante. No es para agitar banderas, mucho menos para gritar a los cuatro vientos. Pero sí para sonreír, después de varias semanas agitadas, en el mutuo de proceso de aprendizaje en el que están mezclados los futbolistas y el técnico Diego Dabove. El Ciclón había hallado algo de paz tras el triunfo contra Estudiantes, en La Plata.

Ahora, en el Bajo Flores refrendó el envión tras superar por 2 a 0 a Rosario Central, con goles de Franco Di Santo y Ángel Romero. Espiando de reojo, el acceso a la zona de clasificación no luce tan lejos para los azulgranas, aunque las expectativas sean medidas.

El final del partido le agregó una cuota de alta temperatura a la noche en el Nuevo Gasómetro: ya en tiempo de descuento, un cruce entre jugadores de ambos equipos -el partido se había caldeado- terminó con la expulsión de Emilliano Vecchio, capitán de los rosarinos. Y enseguida, una falta de Lautaro Blanco a Ángel propició su segunda amonestación y consecuente expulsión. Después, el propio Romero rubricó la victoria con un zurdazo bajo: iban 58 minutos de la segunda etapa.

Tras un emotivo homenaje en el Nuevo Gasómetro por el “Día del Veterano y de los Caídos en la guerra en Malvinas”, el equipo de Dabove comenzó con la idea de sostener el impulso ganador. San Lorenzo salió posicionado escalonadamente desde mitad de cancha hacia adelante, mientras que Central (Mateo Tanlongo, de 17 años, debutó como titular) se mostró deslucido, errático, con escasa coordinación. Por caso, uno de sus hombres clave, Emiliano Vecchio tocó muy poco la pelota.

Recién a los 26 minutos apareció la primera advertencia: Alan Marinelli llegó con libertad hasta el fondo y exigió a José Devecchi, que respondió con solvencia. Cinco minutos después, Di Santo contó con una ocasión inmejorable. Julian Palacios envió un centro desde la derecha, Ángel Romero peinó el balón y le quedó servido al delantero, que remató suave, al lado del palo izquierdo de Jorge Broun.

Tuvo su premio Di Santo a los 36 minutos. Con Central desordenado en una salida desde el fondo y tras una pelota parada que generó el propio jugador mendocino, el artillero recibió en solitario -una vez más- y definió de zurda, en segunda instancia, con justeza. De racha, fue su sexto gol en los últimos nueve encuentros oficiales.

Con su plan, San Lorenzo terminó redondeando un buen primero tiempo, de lo más prolífero desde que Dabove lo conduce. Porque tuvo en Di Santo a su principal referencia en el área. Porque el delantero estuvo bien rodeado de otras individualidades como Oscar y Ángel Romero, punzantes, comprometidos. Porque Palacios y Jalil Elías se repartieron el mediocampo con generosa colaboración. Central, en tanto, lució demasiado estático con su línea de cinco defensores y los atacantes quedaron muy lejos, con Vecchio muy aislado. Demasiada discontinuidad y pocas ideas en el juego del conjunto de Kily González.

San Lorenzo siguió mandando

El Ciclón, adelantado, mantuvo su postura en el segundo tiempo a través de una asfixiante presión de sus volantes. Lo tuvo Ángel Romero, pero Broun alcanzó a despejarla. Una vez más se lució el arquero cuando Elías lo puso a prueba y remató de zurda. Del otro lado, a pesar de sus intenciones, a Central le costó, lo cual no es ninguna novedad. Es cierto, Vecchio se mostró más activo y lúcido en la segunda parte, pero se encontró con un adversario que se afirmó en la buena tarea de sus zagueros. Tan es así que Diego Braghieri fue una de las mejores piezas.

Promediando el complemento, la exigencia física de la doble competencia llevó a Dabove a cuidar algunos exponentes. Echó mano al banco de suplentes y se fueron dos de los más destacados: Di Santo y Palacios. Central necesitaba paciencia y sorpresa para vulnerar a un equipo que fue tomando más recaudos.

El gol de Ángel Romero

Pero en el cierre sucedió todo lo contrario: contagiados por los nervios y el desenfreno de su entrenador, los jugadores terminaron alterados y Lucas Comesaña expulsó a Vecchio tras una gresca. Ángel Romero aprovechó para sentenciar la historia, cuando Blanco ya había sido expulsado.

Mientras tratan de aprobar asignaturas, los azulgranas tienen por delante un nuevo desafío, un reto que no sólo conllevará un impulso deportivo sino que también significará un importante ingreso económico. El próximo martes recibirá a Santos, de Brasil, por el ingreso a la fase de grupos de la Libertadores. La revancha, finalmente, se disputará en Brasilia una semana después. Dos fechas clave, tal vez un punto de inflexión. San Lorenzo quiere seguir por la vereda del sol.

Del otro lado, Central se volvió a Rosario envuelto en sus problemas. Tras el partido, Kily González suspendió la conferencia de prensa que iba a brindar a través de una plataforma virtual. Es lógico leer que su continuidad quedó debilitada más de lo que ya estaba. Es flojo el andar del equipo en la Copa de la Liga: ahora lleva tres partidos sin ganar (solo suma dos triunfos en ocho partidos). El presidente, Rodolfo Di Pollina, no acompañó a la delegación al Nuevo Gasómetro (no suele hacerlo), mientras que el vice, Ricardo Carloni, lleva tiempo alejado de la conducción del fútbol del club. El panorama muestra nubarrones oscuros…

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