Dura sanción a San Lorenzo: quita de puntos y de refuerzos

San Lorenzo apelará «con fuerza» la quita de puntos y la prohibición de comprar jugadores.

El tribunal de disciplina de la Superliga se reunió el miércoles. Ese día, y por unanimidad, el cuerpo decidió sancionar a San Lorenzo con la quita de seis puntos y la imposibilidad de incorporar jugadores en el próximo mercado invernal. Sabían que el fallo repercutiría con la fuerza de una bomba. Por el peso específico de San Lorenzo. Y por el de sus dos principales dirigentes en un año electoral: Matías Lammens y Marcelo Tinelli. El tribunal de Disciplina había acordado publicar el fallo la semana próxima. Sin embargo, salió ayer. «Sabíamos que se había filtrado y por eso decidimos no esperar más. La decisión ya estaba tomada», explicaron desde la Superliga.

El tribunal entiende que San Lorenzo tenía «deudas con ciertos jugadores» e incurrió en «falta de veracidad» en las declaraciones juradas de los pagos a esos futbolistas. Además, el fallo establece que el club «omitió informar» las adendas contractuales de los futbolistas a la Superliga y le adjudica «varias inconsistencias» en la explicación de cada convenio. Según pudo reconstruir La Nación, los convenios que la auditora externa Ernst & Young examinó fueron los de Fernando Belluschi, Nicolás Blandi, Rubén Botta, Fabricio Coloccini, Sebastián Torrico, Gerónimo Poblete, Ariel Rojas y Nicolás Navarro.

El descargo del club ante la Superliga establece que «la depreciación del peso argentino hizo que los contratos firmados en dólares y los firmados en pesos pero ajustables por la variación del tipo de cambio, no pudieran ser cumplidos en la forma prevista en los contratos originales». Y, según consta en el fallo, los convenios se renegociaron postergando la fecha de pago hasta junio de 2019, «cuando eventuales ventas de jugadores permitirían cumplir con el pago pactado (en dólares)». La Superliga considera que «el fair play societario y financiero se ve afectado» por el «defecto» en el que incurrió San Lorenzo. Y de ahí deriva la sanción.

Enterados de la publicación del fallo, en San Lorenzo se extrañaron. Una frase se escuchó en el Nuevo Gasómetro: «Es como si nos hubieran puesto la pena de muerte por pasar un semáforo en rojo».

Además de despotricar contra el fallo de la Superliga («nosotros no incumplimos ningún reglamento», aseguró una alta fuente del club), San Lorenzo anunció que intentará rebatir la sanción: tiene cinco días para hacerlo. «Vamos a apelar. Y con fuerza», dijeron. La liga de primera división adelantó ayer que la decisión definitiva sobre el caso «debería conocerse antes del final del campeonato». A la Superliga actual le quedan dos fechas, y la sentencia que quede firme impactará de manera decisiva sobre dos tablas: la de posiciones y la de los promedios. Y habrá un correlato en la tesorería: parte los ingresos se reparten de acuerdo a la posición en la tabla anual.

Desde San Lorenzo hubo quienes abonaron un posible pase de facturas por la actividad política tanto de su presidente, Matías Lammens, como del vice, Marcelo Tinelli. A Lammens lo tentaron más de una vez desde el gobierno porteño, que encabeza Horacio Rodríguez Larreta. En los últimos días, Tinelli hizo fuertes declaraciones contra el gobierno de Mauricio Macri. Y se mostró en público con mandatarios provinciales (el último, el sanjuanino Sergio Uñac).

En San Lorenzo recordaron un dato: el 16 de noviembre de 2018, Mario Laporta -presidente del tribunal de Disciplina de Superliga, aprobado para el cargo luego de la propuesta de Jorge Brito (River)- fue nombrado por el Senado como vocal en el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal de la Nación. Accedió al cargo propuesto por el interbloque Cambiemos. El presidente de ese cuerpo es el radical Luis Naidenoff. El radical con más llegada al presidente Macri es Daniel Angelici. «Laporta es Angelici», acusaron, siempre fuera de micrófono. De todas maneras, y más allá de los vueltos políticos, el fallo del tribunal de Disciplina fue unánime. Y, por más que Laporta sea o no un «hombre del presidente de Boca» (como dicen en San Lorenzo), el cuerpo colegiado tiene otros cuatro miembros. Todos acompañaron el castigo para San Lorenzo.

El fallo del tribunal sentó un precedente y puso en alerta al resto de los clubes. La devaluación del peso provocó que muchos hayan tenido que firmar contratos nuevos, adaptados a una realidad económica distinta. La auditora externa contratada por la Superliga revisa todos los convenios mes a mes. Si detecta inconsistencias, las comunica al tribunal de Disciplina, que al instante crea un expediente. Hasta ahora, no hay más expedientes abiertos. Nadie puede asegurar que no los haya antes del final del campeonato. Y que aparezcan más sanciones.

Por: Alejandro Casar González (La Nación).

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