El equipo comandado por Lionel Scaloni consiguió su cuarto triunfo sin recibir goles en el inicio del camino para el Mundial de Norteamérica; el rosarino convirtió ambos tantos, sus primeros en Lima
Otro triunfo. Otra valla invicta. Otra función espectacular de Lionel Messi. Otro rival vencido en Sudamérica. La selección argentina que conduce Lionel Scaloni sigue erigiéndose partido a partido como un equipo que va a quedar en el recuerdo eterno de quienes pudieron ser testigos.
El nivel sigue siendo alto, el compromiso jamás bajó, y la producción tampoco. Perú fue la más reciente víctima en Lima, un lugar en donde el capitán argentino jamás había convertido, y vaya si saldó esa “deuda”: dos goles separados por diez minutos, uno de ellos a partir de una definición tan difícil como enfática, para cerrar un 2-0 que mantiene el registro perfecto en las eliminatorias y un 2023 en el que todavía no sabe lo que es recibir un gol.