Boca y River se unen para cambiar los torneos y para que vuelva el público a las canchas

Amor Ameal y Rodolfo D'Onofrio se mostraron unidos tras una reunión en Puerto Madero. Pidieron que vuelvan los descensos y los campeonatos largos con menos equipos. “Queremos un fútbol en serio”

El final de la temporada 2020 y el inminente inicio del nuevo año de competencia volvió a poner en el centro de la escena la discusión por los formatos de los torneos.

Con ese fin, Rodolfo D’Onofrio y Jorge Ameal se mostraron unidos otra vez en la búsqueda de un bien común conscientes de que River y Boca motorizan buena parte del consumo local e internacional.

Así como ocurrió a inicios del año pasado -más allá de encuentros virtuales y llamadas telefónicas constantes- los presidentes de ambos clubes se encontraron este jueves al mediodía en el restorán Estilo Campo de Puerto Madero. Fue una reunión privada, pero no estuvieron solos. Compartieron la mesa con gente vinculada al mundo político y con preocupaciones varias alrededor de la pelota pero también de la industria de un fútbol devaluado por la pandemia.

Tras la reunión ambos enviaron un mensaje de preocupación por la crisis sanitaria y coincidieron en que el regreso del público a los estadios es «complejo pero necesario».

«Queremos que la gente vuelva a los estadios, que tengamos una vida más normal en el fútbol y eso hace a la economía de nuestros clubes”, manifestó Ameal.

Y en la misma sintonía fue D’Onofrio, quien destacó: «Creo que desde Boca y River podemos construir que se tome conciencia de los cuidados en esta pelea que estamos dando con los argentinos. Para eso le pedimos a Pepe Albistur -presente en la reunión-, lo que puede ser esta idea para que podamos llegar a los jóvenes, a todos. Este partido lo jugamos juntos. Las canchas estarán llenas cuanto estemos todos vacunados, con una vida como solíamos tener. Es una campaña para que se tome conciencia, cuidados e incentivar la idea de la vacunación, de hacer tantas cosas en la vida familiar y social». Pero la crisis del Covid-19 no fue el único tema del que se habló. Hubo mucho más.

Otras de las preocupaciones que une a Boca y River tiene que ver con el calendario, con aproximadamente 40 partidos por delante en 2021 (los torneos aún no fueron aprobados) mientras ambos equipos, como ocurrió en los últimos años, también disputan la Copa Libertadores.

¿Habrá alguna queja o presentación en la Liga Profesional en los próximos días? «Todavía no tenemos un borrador, queremos saber bien qué tipo de torneos se jugarán», advirtieron al tiempo que abogaron por la vuelta de los descensos y de los torneos largos con menos equipos.

«Boca y River son las dos locomotoras del fútbol. Sería zonzo no darnos cuenta. Son los que generan mayor expectativa. Tanto River como Boca pueden ayudar a un camino diferente. No estamos de acuerdo que no haya descensos. Eso va para abajo. Es complejo un torneo de 28 equipos, complicado. Hay una mayoría que cree que es conveniente. Queremos que el fútbol crezca más. Que tengamos torneos atractivos y que no sea una muerte descender. Si te toca, luego ascendés y otra vez. Y si no, hagamos un campeonato de 70 equipos y somos todos felices. No irá nadie a la cancha y será un desastre», puntualizó D’Onofrio.

Y completó Ameal: «Queremos campeonatos largos con descensos. Si no pasó esto, tenemos que ir a un proyecto que sea superador. Queremos fútbol en serio. Cuando tengamos un borrador del nuevo torneo haremos una conferencia de prensa y diremos qué es lo que pensamos. Tenemos que ir a un proyecto superador. Queremos un fútbol en serio. Hay que ordenarlo. No es si hay o no clásicos».

La parte económica no quedó de lado. En River y Boca, los gigantes que más dinero de sponsoreo reciben del país, también está en dificultades por la compra y venta de divisas, una situación que complica los pagos de cuotas, deudas e incluso poder incorporar futbolistas de renombre.

«Para poder tener un fútbol argentino más atractivo, en el que Boca y River siempre son protagonistas, necesitamos que haya facilidades para poder retener a los jugadores», le confiaron a Clarín desde ambas dirigencias. La cuenta es simple: reciben dólares que deben pesificar en 72 horas al cambio oficial, pero para comprar divisas tienen las mismas restricciones que cualquiera. Y así, los contratos o deudas contraídas en el extranjero son cada vez más complejas.

La relación con la Liga también tuvo cortocircuitos en el último tiempo. Así como Tinelli siempre pareció un aliado de D’Onofrio en su pelea contra Tapia y Angelici, en los últimos meses el titular de River se distanció del hombre que también preside San Lorenzo. En el caso de Ameal, las charlas son más frecuentes e incluso en San Juan compartieron la premiación a Boca. Eso sí: D’Onofrio (a fin de año dejará la presidencia del club de Núñez) y Ameal también van de la mano en la queja ante la Liga Profesional.

El tándem Boca-River hasta ahora funciona mucho mejor que en los tiempos de Angelici, aunque es cierto que por ahora no han salido victoriosos de las pequeñas disputas que tuvieron en AFA, más allá del momento en que se pararon de manos para evitar que se rompiera el contrato con una de las empresas que tiene los derechos de TV.

Algo más: ambos ya están posicionados para que en el nuevo mandato de Claudio Chiqui Tapia ocupen las vicepresidencias y tanto Boca y River vuelvan a tener más peso en la cocina de las decisiones. Quizás un nuevo espacio de poder para llevar el fútbol en la dirección que pretenden, en donde se puedan multiplicar ingresos.

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