A puertas cerradas, mínimo triunfo de Rácing ante Alianza Lima

12 de marzo, jueves, Avellaneda. Calles vacías ya cayendo la tarde. Parece un día más, una noche más, sin movimiento ni actividad en los pasajes Mozart y Corbatta ni en las calles.

Sin embargo, a las 21, el árbitro paraguayo José Méndez hizo sonar su silbato y Racing comenzó a disputar su segundo partido por el Grupo F de la Copa Libertadores, frente a Alianza Lima de Perú.

Para los de Sebastián Beccacece iniciaba la búsqueda de otros tres puntos que lo acercaran a los octavos de final, pero la historia no termina allí. El partido pasará a la historia como el primero en la Argentina bajo las restricciones y los cuidados extremos por el brote pandémico del coronavirus.

Ocurrió en horas en las que se dispuso que todos los eventos deportivos se disputen a puertas cerradas y, a días de que comience la semana de Copa Libertadores postergada por la Conmebol (del 15 al 21 de marzo), las dos primeras fechas por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a Qatar 2022 y la potencial postergación o suspensión de la Copa América Argentina-Colombia, en junio.

24 horas antes, en Núñez, River goleó a Binacional sin gente en las tribunas, pero los motivos fueron bien distintos, ya que el equipo de Marcelo Gallardo paga sanciones disciplinarias, que nada tienen que ver con la pandemia.

Racing le impuso su ritmo, el vértigo y la ansiedad llegó como siempre desde el banco de suplentes con las interminables y habituales caminatas llenas de gestos de su entrenador, pero faltó el color y el calor de los hinchas.

Justo le tocó a los hinchas de Racing ser los primeros ausentes por obligación. Aquellos que estuvieron presentes cuando la institución estuvo al borde de la desaparición, al decir de la síndico Liliana Ripoll, y ayudaron a sacar a flote hace poco más de dos décadas.

El coronavirus le da un sopapo detrás de otro al deporte, modificando escenarios, alterando calendarios y perjudicando negocios enormes. Pero, por sobre todo, afectando pasiones. Claro, lo más importante es la salud. No se discute. Pero los efectos secundarios no se ignoran.

En el Presidente Perón se oyen con llamativa claridad los gritos de los jugadores y las indicaciones de los entrenadores. Incluso, hasta se distingue el impacto de un botín contra la pelota, pero no los tradicional cancioneros de las tribunas.

A los once del segundo tiempo, Nicolás Reniero anotó el 1 a 0, el del triunfo. Además de marcar su segundo en la Copa para la Academia, marcó el primero en este escenario global del deporte. La otra marca de un mismo gol.

Clarín.com
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