Metformina, el fármaco aliado de la longevidad que es furor en Estados Unidos

El medicamento interviene en los cambios celulares, cromosómicos y moleculares asociados al proceso de envejecimiento, lo que podría explicar sus beneficios.
Los científicos van a evaluar el impacto de la metformina para retrasar enfermedades crónicas en adultos mayores, con la esperanza de redefinir el envejecimiento como una enfermedad tratable

Los términos esperanza de vida y longevidad suscitan un creciente interés tanto entre el público como en el ámbito científico. La esperanza de vida máxima es el promedio de años que una persona puede esperar vivir desde su nacimiento, mientras que un nuevo concepto, el health span, se refiere a la esperanza de vida saludable.

Como señaló Tim Peterson, CEO de Healthspan Technologies, una startup dedicada al envejecimiento saludable, «Vivir hasta los 100 años es fantástico, pero no tanto si los últimos 30 años se viven con mala salud». Es en esta problemática donde surge la nueva tendencia en longevidad.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud de 2019, la esperanza de vida global aumentó a 73.4 años, mientras que el health span se situó en 63.7 años. Reducir la brecha entre la esperanza de vida y la salud se ha convertido en un objetivo que está transformando la concepción de la longevidad.

La investigadora Cynthia Kenyon, directora del LSI Genomics Institute en Princeton (EE. UU.), recientemente publicó el libro «Cómo envejecemos: la ciencia de la longevidad», donde describe los avances más recientes en la materia y cómo estos pueden conducir a nuevas terapias y tratamientos para enfermedades relacionadas con la edad.

En una entrevista para El País, Kenyon afirmó que, debido a que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) no considera el envejecimiento como una enfermedad, el progreso en el desarrollo de fármacos contra este proceso ha sido lento.

Sin embargo, mencionó que Nir Barzilai, director del Instituto Einstein para la Investigación del Envejecimiento y profesor de medicina y genética en la Facultad de Medicina Albert Einstein de Nueva York, está intentando llevar a cabo ensayos clínicos con la metformina, un medicamento utilizado para tratar la diabetes. «La metformina es una de esas cosas que podrían ralentizar el envejecimiento y se debería poder realizar un ensayo clínico para demostrar si ralentiza, al menos, los biomarcadores del envejecimiento», expresó la científica en dicho medio.

Además, agregó: «No soy médico, así que no puedo dar consejos médicos, pero un médico de este campo me dijo que todos los que trabajan en longevidad están tomando metformina. Se la prescriben a sí mismos. Esto es posible porque la metformina es bastante segura, está bien probada y es un fármaco antiguo».

¿Qué es la metformina?

Se trata del medicamento más recetado en el mundo para tratar la diabetes tipo 2. También podría ser clave para retardar el proceso de envejecimiento, mitigar enfermedades relacionadas con la edad, prolongar la vida útil y mejorar la salud. Como señaló la investigadora, es segura y se ha demostrado que influye positivamente en los cambios biológicos relacionados con la edad.

Aunque no está completamente claro cómo actúa la metformina, se cree que afecta a diversas características del envejecimiento: cambios a nivel celular, cromosómico y molecular que se acumulan con el tiempo. Estas transformaciones son las responsables de enfermedades cardíacas, diabetes, algunos cánceres o demencia, comúnmente conocidas como «enfermedades del envejecimiento».

Investigaciones, como un estudio realizado en China y publicado en PubMed, el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM), sugieren que la metformina aborda estos cambios celulares relacionados con la edad. Como resultado, no solo ayuda a controlar la diabetes tipo 2, sino que también se ha observado que las personas que la toman tienen tasas de mortalidad más bajas, mejor salud y vidas más largas en comparación con aquellos que no la toman, tanto diabéticos como no diabéticos.

«Se ha informado que la metformina, el fármaco antidiabético más utilizado, retrasa el envejecimiento y muestra un efecto protector al atenuar la progresión de diversas enfermedades relacionadas con el envejecimiento», afirmaron los investigadores del estudio.

Además, la metformina lleva más de 60 años en uso y, en general, es segura para la mayoría de las personas, según Steven Austad, profesor distinguido y presidente de Investigación sobre el Envejecimiento Saludable en la Universidad de Alabama en Birmingham, así como director científico principal de la Federación Estadounidense para la Investigación del Envejecimiento.

El doctor Barzilai está finalizando la financiación para el ensayo «Targeting Aging with Metformin» (TAME), que seguirá a 3.000 adultos de entre 65 y 80 años durante seis años mientras toman metformina. Estos ensayos evaluarán si aquellos que toman metformina experimentan un retraso en la aparición o progresión de enfermedades crónicas relacionadas con la edad, según la Federación Estadounidense para la Investigación del Envejecimiento, que está ayudando a financiar el estudio.

El objetivo de Barzilai es demostrar que el envejecimiento puede tratarse como una enfermedad y que la metformina es la herramienta para hacerlo. No obstante, se requiere más investigación sobre los efectos de la metformina para retrasar la aparición de enfermedades propias de la edad antes de que pueda convertirse en una terapia principal para el antienvejecimiento.

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