Dieta antiedad: adelgazar como cuando tenías 20 años

Lo habrás notado: desde que cumpliste los 30 tu cuerpo ha ido cambiando, a peor. Más celulitis, la grasa se hace fuerte en tu abdomen y muslos, la piel empieza a quedarse colgandera y por más que intentes hacer aquel régimen con el que perdiste seis kilos cuando tenías 20 años, no hay manera de quitarte los kilos de más.

 
¿Por qué cuesta tanto adelgazar con el paso de los años? Las técnicas que usabas antes de los 30 ya no te sirven porque a los 40 y los 50 los cambios hormonales y, en el caso de las mujeres, la menopausia, se traducen en que el camino hacia el peso ideal se llene de casi imposible.
 
Las comúnmente denominadas crisis de los 30, 40 o 50 se resumen en realidad en un desequilibrio metabólico que te complica tener un cuerpo 10 por mucho que te esfuerces. Hasta ahora. La doctora Caroline Apovian revela en 'Healthista' los trucos de su dieta antienvejecimiento con la que podrás manipular tus hormonas y conseguir adelgazar en menos de tres semanas.
 

La edad no perdona

“Algunos alimentos pueden ayudarnos a prevenir los síntomas asociados a los cambios hormonales relacionados con la edad”, explica la experta, quien asegura que siguiendo unos sencillos pasos se pueden perder hasta 9 kilos en sólo 21 días. Como lo lees. ¿Cómo revitalizar nuestro metabolismo y rejuvenecer el cuerpo y la mente? Así.
 

1. Necesitas más proteínas

No comer las suficientes proteínas, eliminar radicalmente de tu dieta los carbohidratos y obviar los alimentos específicos para bajar de peso es contraproducente para tu metabolismo. Los alimentos que ralentizan tu metabolismo –que, con los años trabaja más despacio por sí mismo– son los responsables de que engordes. Sustitúyelos por frutas y verduras que te ayudarán a cuidar de tu organismo y metabolizar mejor y más rápido lo que comas.
 

2. Aminoácidos

Responsables de generar, regenerar y reparar todas las células, a los cuarenta los necesitas en tu dieta más que nunca. Los puedes encontrar en carnes, pescados, huevos y otros alimentos ricos proteínas.
 

3. Controla las cantidades

Ojo, si estas comiendo la misma cantidad de alimentos que cuando tenías 20 años, estás ingiriendo de más. La disminución natural de la masa muscular provoca que los niveles de hormonas se alteren y tu cuerpo cambie, y es importante que asumas que tu metabolismo necesita menos calorías a medida que envejece así que come menos. Procura comer alimentos que te sacien para no picar entre horas, de lo contrario, notarás cómo cada capricho que te des afecta mucho más que antes a tu figura.
 

4. Duerme bien

La importancia de disfrutar de un sueño de calidad aumenta con los años. No dormir suficiente altera la reparación y regeneración natural de los músculos, lo que se traduce en que se queden flácidos y, sí, se acumulen las grasas que campan a sus anchas por tu envejecido cuerpo. No sólo eso, la grelina –también conocida como la hormona del hambre, ya que es la encargada de regular el apetito– aumenta tras una noche de insomnio y alerta al cerebro de que necesitamos comer algo, cuando no tiene por qué ser así si hemos cenado adecuadamente.
 
Resumiendo, dormir mal hará que consumas más calorías durante el día y te recordamos que con los años hincharte a comer no es precisamente lo que te hace falta. Prueba a tomar en la cena algún alimento rico en triptófano, como el yogur desnatado. Te ayudará a dormir antes, aumentar el tiempo de sueño y reducir los molestos despertares en medio de la noche.
 

5. Haz ejercicio correctamente

Para bajar de peso llegados a los cuarenta y cincuenta olvídate del cardio: puede hacer que tu metabolismo se vuelva más lento. “Un entrenamiento de fuerza con pesas quema más grasa y calorías que cualquier otro ejercicio y aumenta drásticamente su tasa metabólica”, explica la doctora, quien asegura que ejercitar los músculos quema hasta siete veces más calorías, incluso una vez hayamos terminado de hacer deporte.
 

6. Evita los excesos de alcohol

Olvídate de la vieja idea de que si te vas a la cama un poco bebido te ayudará a dormir del tirón. Ya no es como cuando tenías 20 años y pasarte con el alcohol sólo se traducirá en una noche movidita, con interrupciones en el descanso y malestar físico y mental. Como explica Apovian, en el caso de las mujeres con menopausia el alcohol y la cafeína puede provocar los temidos sofocos.
 

Una dieta para un metabolismo mejor

A no ser que hayas sido bendecido con una genética excelente y te mantengas en tu peso por arte de magia, a partir de los 30 tienes que asumir que hay cosas que antes no te engordaban y ahora sí. Escoge con cabeza y trata de comer alimentos que te ayuden a mantener un equilibrio hormonal como estos:
– Cereales integrales: un bol de cereales integrales antes de irte a la cama puede aumentar la capacidad del cerebro para absorber el L-triptófano, lo que ayudará a dormir antes y mejor. Arroces integrales y semillas como la famosa quinoa también te ayudarán a controlar tus emociones y sentimientos, que con las subidas y bajadas de tus niveles de hormonas van a estar un poco alterados.
– Tés e infusiones: ¿cuando tenías 20 años lo de tomarte una manzanilla te parecía de persona mayor? Bien, pero es que ahora lo eres, y beber una taza de manzanilla o pasiflora té en la tarde les ayuda a relajarse, descansar y luchar contra la tentación de picar.
– Carnes y pescados grasos: diferentes investigaciones han demostrado que las mujeres pre-menopáusicas pierden más peso cuando la mayor parte de las proteínas que consumen provienen de estos alimentos.
– Soja: aunque probablemente el médico ya te haya llamado la atención con el consumo de sodio, lo cierto es que la soja pueden aliviar los sofocos y reduce el riesgo de cáncer de mama, enfermedades del corazón y osteoporosis.
– Verduras crucíferas: el brócoli, la col, las coles de Bruselas o coliflor pueden ayudar a reducir los niveles excesivos de estrógenos, propios de esta etapa vital en las féminas. Con esto, además de disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama, te quitas de encima un gran peso –nunca mejor dicho– porque los excesos de estrógenos pueden desembocar en sobrepeso.
– Espárragos, melones y berros: “estos alimentos combaten uno de los síntomas más molestos de la mediana edad: la sensación de hinchazón”, relata Apovian.
 
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