AstraZeneca retiró del mercado su vacuna contra el Coronavirus

Aunque la empresa afirmó que se debe a que el fármaco ya no se fabrica ni se suministra, la decisión coincide con la demanda por efectos secundarios.

La empresa Astrazeneca decidió retirar su vacuna Vaxzevria contra el coronavirus del mercado mundial. La medida fue presentada el 5 de mayo y dos días más tarde entró en vigor en los países de la Unión Europea, mientras se espera que suceda lo mismo en el resto del mundo.

Aunque desde la farmacéutica afirmaron que ya no se comercializa debido a que hay otras vacunas actualizadas contra la covid y Vaxzevria ya no era utilizada, coincide con la demanda presentada en Reino Unido donde 51 personas iniciaron acciones judiciales por sufrir efectos secundarios después de inocularse. Incluso, fue el propio laboratorio el que reconoció que su tecnología podría provocar el síndrome de trombosis con trombocitopenia, un “raro efecto secundario” que implica la formación de coágulos y hemorragias.

“Están sacando la vacuna del mercado no por los fenómenos trombóticos, que fueron uno cada 50 u 80 mil personas, sino porque hay una sobreoferta de vacunas hoy en un escenario donde la gente se está inoculando muy poco”, señala Jorge Geffner, inmunólogo del Conicet, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.

“Estamos increíblemente orgullosos del papel que desempeñó Vaxzevria para poner fin a la pandemia mundial. Según estimaciones independientes, solo en el primer año de uso se salvaron más de 6,5 millones de vidas y se suministraron más de 3.000 millones de dosis en todo el mundo”, sostuvo la empresa en un comunicado.

La aparición de efectos secundarios no es algo nuevo. De hecho, en 2021 ya había estadísticas y la vacunación se detuvo en algunos casos. Sin embargo, ningún medicamento otorga una seguridad del 100 por ciento y todos tienen riesgos en mayor o menor medida. Como los beneficios fueron superiores a consecuencias adversas, se siguió inoculando con las dosis de Astrazeneca.

Que el árbol no tape el bosque

Ya en 2022 la revista The Lancet informó casos poco frecuentes de trombosis con síndrome de trombocitopenia o trombocitopenia trombótica inmune inducida por la vacuna. Este efecto secundario incluye la formación de coágulos de sangre con un bajo conteo de plaquetas, lo que afecta también a la circulación sanguínea. La demanda colectiva presentada en Reino Unido se inició a partir de un paciente que sufrió un coágulo cerebral junto con una hemorragia luego de vacunarse.

“Esto de que la vacuna Astrazeneca podía inducir cuadros trombóticos lo sabíamos ya desde 2021 y ellos mismos lo reportaron antes. El asunto es que la incidencia de estos cuadros producidos es extremadamente baja, alrededor de uno en 50 u 80 mil vacunados. Cualquier aplicación terapéutica siempre tiene algún tipo de efecto colateral”, destaca Geffner.

“Se admite que la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS. Se desconoce el mecanismo causal. Además, el TTS también puede ocurrir en ausencia de la vacuna AZ (o cualquier vacuna). La causalidad en cualquier caso individual será materia de prueba pericial”, detalló Astrazeneca en febrero de 2024 ante el Tribunal Superior de allí.

Sin embargo, la noticia no es motivo para desconfiar de la vacunación, que ayudó a salvar millones de vidas en el mundo. “Esta rarísima incidencia de fenómenos trombóticos aparecían a los pocos días de la primera o segunda dosis. Es decir, la gente que se vacunó en la Argentina con Astrazeneca no tiene que tener temor alguno al respecto”, resalta el investigador del Conicet.

Además, según advirtió la Organización Mundial de la Salud, “el virus SARS-CoV-2 sigue en circulación y no para de evolucionar”. Sus cambios genéticos y antigénicos hacen que la covid no se haya erradicado y sea necesario seguir inoculándose.

Más allá de que sugieren modificar la composición para que incluyan nuevas variantes y mejoren la respuesta inmunitaria, “en los programas de vacunación se debe seguir usando cualquiera de las vacunas anti-Covid-19 incluidas en la lista de uso en emergencias o precalificadas por la Organización, y no conviene retrasar la vacunación a la espera de que se disponga de vacunas con una nueva composición”, advirtieron.

Nicolás Retamar

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