Suba del salario mínimo, bono a jubilados y créditos a tasa cero: el Gobierno apunta a las elecciones de noviembre

Busca recomponer ingresos y así intentar recuperar los votos perdidos en las PASO. Los anuncios llegarán tras la asunción del nuevo gabinete que será este lunes a las 16

El Gobierno avanzará esta semana con las medidas de emergencia para recomponer los ingresos e intentar recuperar los votos perdidos en las PASO.

 

Los anuncios se darán a conocer después de la asunción de los nuevos ministros prevista para este lunes.

El paquete oficial incluye la revisión del salario mínimo para llevar la suba acordada del 35% a cerca del 45%. También se evalúa un esquema pagos en cuotas similares a los de Ahora 12 para tarjetas no bancarias, créditos a tasa cero para más de 1 millón asalariados registrados y un bono de $ 6.000 para jubilados y pensionados que cobren hasta dos haberes mínimos.

Otra de las medidas que se estudia es la de no aplicar el tope a las jubilaciones fijado por la fórmula de movilidad aprobada en 2020. Si bien para calcular el aumento se toman en cuenta los salarios registrados y el padrón de beneficiarios, la recaudación total de ANSeS fija el límite de los aumentos de los haberes. La idea es hacer una excepción en diciembre.

«Se está avanzando en las medidas», aseguraron desde el equipo económico. Desde ANSeS, en tanto, no confirmaron aún si habrá un nuevo bono al estilo del IFE, como se barajó en un principio a pedido de sectores cercanos a La Cámpora. Esa medida es resistida por Guzmán, quien sostiene que ya no están vigentes las restricciones a la circulación del año pasado.

Ese gasto adicional de $ 70.000 millones dejará aún al gobierno con margen fiscal gracias al ahorro del ministro de Economía, que quedó en la mira de la vicepresidenta. En su carta le pidió al Presidente que se siente junto a Martín Guzmán a revisar el Presupuesto enviado el miércoles pasado y acelerar la ejecución del gasto, lo que implica una inyección extra de $ 550.000 millones.

En los primeros siete meses, Guzmán ejecutó un 0,7% de la meta original del 4,2% de déficit primario en 2021 (ahora, estimado en 4%). El dato de agosto que se conocerá este lunes daría un acumulado del 1%, por lo que quedarían 3,2 puntos remanentes respecto del cálculo inicial. Y si se mantuviera el ritmo actual, el rojo primario cerraría más cerca del 3%.

«Cristina Kirchner está pidiendo públicamente un golpe de timón en la estrategia económica que implicaría, concretamente y según nuestras proyecciones fiscales, un aumento del gasto público respecto del plan de Guzmán de aproximadamente 1,3 puntos porcentuales del PBI lo que equivale a unos $ 550.000 millones extra hasta fin de año», señaló la consultora Invecq.

Dentro del Gobierno persisten diferentes miradas. Mientras en el equipo económico aseguran que Economía utilizará todo el gasto disponible en línea con la hoja de ruta fijada por el Presupuesto, otras fuentes oficiales dudan si es posible ejecutar el 100% de las partidas previstas de acá a noviembre.

En ese contexto, el Gobierno logró computar casi un 1% del PBI extra de recursos en pesos a través de un decreto emitido este sábado. La medida permite incorporar como recursos corrientes al Presupuesto 2021 los DEG del FMI, autorizar al Tesoro a emitir una letra intransferible al Banco Central y obtener divisas para pagarle al Fondo.

El Ministerio de Economía aclaró este domingo que «el DNU establece la emisión de una Letra Intransferible que permita mejorar la composición del financiamiento del Tesoro Nacional, sin que el DNU modifique el gasto primario presupuestado». Y el Tesoro destinará los $ 422.174 millones por la venta de DEG al BCRA para cancelar Adelantos Transitorios por ese monto.

Dichos adelantos son una de las vías de asistencia monetaria al Tesoro. Esa emisión monetaria y su uso ya están casi al límite del tope normativo, por lo que el uso de los DEG le darán margen al Tesoro para recurrir otra vez a los fondos de la autoridad monetaria para financiar el déficit fiscal y ampliar eventualmente el gasto en los últimos meses.

La preocupación entre los economistas es por el impacto que podría tener dicha expansión de recursos antes de las elecciones definitivas. «Si quisiesen ir más allá de las restricciones presupuestarias y monetarias, podrían poner en jaque la brecha y la inflación, por eso Guzmán lleva el ritmo de déficit actual», dijo Lucio Garay Méndez, analista de EcoGo.

De cara al 2022, Economía precisó este domingo que el gasto en subsidios a las tarifas energéticas será del 1,5% del PBI, por debajo del 2,5% previsto para este año según cálculos privados. Esto se logrará con el fin de la Resolución 46. que estableció un subsidio a las productoras de gas; el ahorro en importaciones por obras de infraestructura; y la segmentación de los subsidios a las tarifas.

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