Lula pidió perdón por el trato que le dio Jair Bolsonaro a la Argentina: proyectan una moneda común para el Mercosur

El Presidente brindó una conferencia conjunta con su par brasileño después de la reunión bilateral que tuvieron en la Casa Rosada.

Al culminar la reunión bilateral que tuvieron en la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández y su par brasileño, Luiz Inácio “Lula” da Silva, encabezaron una conferencia conjunta en la que antes de comenzar charlaron al oído, un gesto más para mostrar la cercanía ente ambas administraciones. En sus palabras, da Silva pidió disculpas por el trato que le dio la gestión de Jair Bolsonaro a la Argentina y ratificó que los dos países piensan avanzar en una moneda común para el Mercosur.

La primera pregunta que recibieron los mandatarios por parte de la prensa fue vinculada a esta divisa, una información adelantada primero por el ministro de Economía, Sergio Massa, al diario Financial Times. Lula tomó la posta de la respuesta y dijo, en español, que hablaría primero. “Cuando quiero, sé hablar español”, bromeó, para después confirmar que hay una idea de avanzar en ese sentido.

Primero recordó una avanzada que intentaron Brasil y la Argentina en 2008, pero la consideró una “experiencia tímida” porque en ese momento la decisión no fue impuesta, sino que era opcional. “No fue una cosa que fluyó con la fuerza que nos imaginábamos”, introdujo en cuanto a lo que ocurrió en aquel entonces.

“Estamos intentando trabajar ahora en que nuestros ministros de Hacienda, cada uno con su equipo económico, puedan hacer una propuesta de comercio exterior y de transacciones entre los dos países, que estén hechos en una moneda común a ser construida con mucho debate y reuniones. Eso es lo que va a suceder”, confirmó luego da Silva.

“¿Por qué no intentar crear una moneda común entre los países del Mercosur? Creo que con el tiempo va a acontecer. Es necesario que suceda porque tenemos países con dificultades para adquirir dólares”, siguió el presidente brasileño, quien consideró que debería ser el Banco Central de cada nación el que fije el tipo de moneda para las transacciones.

Después dijo que no le resulta extraño que esta iniciativa cause curiosidad, porque sucede con todas las cuestiones nuevas que tratan de implementarse. “Todo lo que es nuevo debe ser probado, porque en pleno siglo XXI no podemos hacer lo mismo que en el siglo XX. Dios quiera que nuestros ministros de Economía y el Banco Central tengan la inteligencia, la competencia y la sensatez necesaria para que demos un salto de calidad en nuestras relaciones comerciales y financieras”, planteó el mandatario extranjero, que de esta manera se mostró a favor de iniciar las conversaciones para este proyecto de moneda común.

Antes, en su alocución, da Silva se mostró amistoso con Fernández y le agradeció por haber ido a visitarlo cuando estuvo preso. Dijo que “nunca se olvida” de ese gesto y tampoco de la solidaridad del pueblo argentino.

En un intento de marcar una etapa distinta en las relaciones bilaterales, el presidente de Brasil marcó este día como “de celebración”, al considerar que empieza una “nueva historia” para el vínculo bilateral. “Estoy de vuelta para hacer buenos acuerdos con la Argentina. Para compartir la construcción de aquello que falta ser construido. Para ayudar con que la Argentina y Brasil puedan crecer económicamente”, planteó el mandatario, quien incluso llegó a bromear con el fútbol y dijo que en el Mundial de Qatar 2022 por primera vez hinchó para la Argentina porque creía que Lionel Messi no podía terminar su carrera sin ser campeón. “Está bien, ya está, ahora le toca a Brasil”, deslizó.
Pedido de disculpas

“Hoy estoy aquí para decirles que hemos recuperado una relación que nunca debería haberse terminado”, expresó da Silva, quien hasta pidió perdón por cómo se comportó Bolsonaro. “Estoy pidiendo disculpas al pueblo argentino por todas las groserías del presidente de Brasil anterior, al que trato como genocida por el cuidado de la pandemia, por todas las ofensas para el compañero Fernández”, sostuvo Lula.

“Un país que tiene la grandeza de Brasil, que tiene esa extensión territorial, que tiene 6 mil kilómetros de frontera con América del Sur, que es más grande económicamente e industrialmente, no tiene el derecho a buscarse enemigos. Necesitamos construir amigos, socios y por eso quiero afirmar, Alberto Fernández, mi amigo y presidente de la Argentina, Brasil está otra vez de brazos abiertos para acoger a los compañeros argentinos en los negocios, la cultura, el fútbol y la mantención de una relación de amistad que tenemos desde hace tanto tiempo”, destacó y prometió que cuando termine su mandato la relación con la Argentina “será la mejor” entre todos las naciones de América del Sur.

“Estén seguros que la Argentina será tratada con el cariño y el respeto que se merece. Que ni el fútbol será motivo para dividirnos”, indicó y, para cerrar, le dio un fuerte espaldarazo a Fernández. “Querido compañero, que Dios te bendiga y que puedas cumplir aquello que el pueblo argentino espera de vos. De lo que depende de Brasil, tené la seguridad de que seremos socios en todas las cosas”, le dijo Lula, quien antes había hablado de la relación “efectivamente privilegiada” que tuvo con la vicepresidenta Cristina Kirchner cuando era jefa de Estado.
“Por Brasil pasó Bolsonaro y por la Argentina pasó Macri”

El primero en expresarse fue Fernández, quien habló de una “maravillosa reunión” con da Silva. “Estoy seguro que como consecuencia estamos dando origen a un vínculo estratégico mucho más profundo, que durará por las próximas décadas”, sostuvo el mandatario argentino, quien marcó el “cariño y admiración” que siente por su par brasileño.

“Nos siguen vinculando los mismos problemas y necesidades. Por Brasil pasó Bolsonaro y por la Argentina pasó [Mauricio] Macri. Los desafíos que tenemos son muy parecidos. El primero es consolidar la democracia y las instituciones”, sostuvo Fernández, quien trató de “amigo” a Lula y le dijo: “Quiero que sepas que desde la Argentina vamos a estar siempre a tu lado, pero no vamos a dejar que ningún delirante ataque a la democracia y las instituciones de Brasil. No vamos a dejar que ningún fascista ataque la soberanía popular”.

Seguro de que los ciudadanos de ambas naciones quieren “libertad, diálogo y justicia”, Fernández recalcó la necesidad de construir lazos en América Latina a través de la Unasur. Precisó además que en el encuentro hablaron de la posibilidad de que el gas de Vaca Muerta llegue a Brasil y que la electricidad de Brasil arribe a la Argentina.

Al ser consultados por un pronóstico por la situación de la Argentina en el marco de lo que serán las próximas elecciones presidenciales, Da Silva aseguró que no le gusta opinar sobre la política de otros países. No obstante, el mandatario brasileño afirmó: “Pero cuando Alberto Fernández ganó me puso muy contento. No sé si será candidato a reelección, no sé cuántos candidatos se disputarán la elección, lo único que espero que la Argentina no permita que la extrema derecha gane las elecciones”.

“Querido Lula, esta es tu casa. Nos hemos visto en momentos difíciles y nos volvemos a ver en momentos muy gratos. Tenés un amigo incondicional, y millones de amigos y amigas en la Argentina. Te queremos, te respetamos y valoramos enormemente”, indicó.
La participación de Venezuela y Cuba

Da Silva y Fernández coincidieron en la presencia de los líderes de Cuba y Venezuela en la cumbre de la Celac.“La cumbre de Celac reúne a países de Latinoamérica y el Caribe y, por lo tanto, todos los países miembros están invitados. Nosotros no tenemos ningún poder de veto ni queremos tenerlo”, consideró el Presidente.

Y siguió: “La verdad es que la inquietud por la presencia del presidente de Venezuela y de Cuba es más una inquietud de los medios de comunicación que de los miembros de la Celac (…) La preocupación que debemos tener es el dialogo entre venezolanos, que recuperen la convivencia democrática y que sus derechos sean respetados”.

Por su parte, da Silva -quien se definió como un “constructor de la paz”- consideró: “Creo que deberíamos permitir tranquilamente que la autodeterminación de los pueblos sea respetada en todos los países, así como estoy en contra de la ocupación territorial rusa en Ucrania, estoy en contra de muchas injerencias en procesos de Venezuela”.

“El problema de Venezuela se solucionará con diálogo, no con bloques ni amenazas de ocupación”, siguió, y aseguró: “Brasil va a reestablecer relaciones diplomáticas con Venezuela, con embajadas, y vamos a restablecer la relación civilizada entre dos estados autónomos, libres e independientes”.

“Lo que quiero para Brasil, lo quiero para Venezuela: respeto a mi soberanía y respeto a la autodeterminación de los pueblos”, cerró da Silva.

Al iniciarse el encuentro, los mandatarios y ministros de las dos gestiones firmaron una carta de intención y acuerdos de colaboración.

El mandatario de Brasil llegó a la Argentina para participar de la Cumbre de la Celac mañana. Fue recibido anoche en Ezeiza por el canciller Santiago Cafiero cuando descendió del avión junto a su esposa, Rosangela “Janja” da Silva, y esta mañana los tres fueron a una ofrenda floral en la Plaza San Martín.

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