Luis Majul: «Pablo Moyano, más complicado en el juicio por asociación ilícita contra Independiente»

A Pablo Moyano, secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, se le acaba de complicar, y mucho, su situación judicial

Pablo Moyano está muy complicado porque los tres integrantes de la sala segunda de la Cámara Penal de Lomas de Zamora confirmaron la elevación a juicio oral de la causa que investiga una asociación ilícita y fraude contra el club Independiente.

Los jueces que le pusieron la firma a la elevación a juicio oral, a quienes no tenemos el gusto de conocer, se llaman Alejandro Rojas, Pablo Little y Mauro Piñero.

Ahora la elevación a juicio oral tiene doble conforme: el que le dio la jueza de Avellaneda Brenda Madrid y el de la segunda instancia, firmado por estos camaristas. Lo firmaron después de responder planteos en contra de dos acusados: el exsecretario general de Independiente Héctor Yoyo Maldonado y el exvicepresidente del club Noray Nakis. Maldonado, acusado como miembro de la asociación ilícita, zafó por un pelito de ir a la cárcel. Nakis no: considerado organizador, estuvo una temporada y después salió.

También irán a juicio oral Pablo Bebote Álvarez, como organizador de la asociación ilícita, junto a Damián Lagaronne, y Roberto «El Polaco» Petrov, entre otros. Álvarez y Lagaronne estuvieron presos durante dos años. Ahora están en libertad, porque se transformaron en arrepentidos. El Polaco Petrov estuvo preso más de dos años. Después le morigeraron la pena.

La causa contra Pablo Moyano y los demás se inició en marzo de 2017. Fue a partir de una denuncia de Juan Manuel Lugones, de Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte), que respondía a las órdenes del entonces ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires Cristian Ritondo.

La tomó, en principio, la titular de la fiscalía 1 de Lomas de Zamora, Viviana Giorgi. Más tarde se hizo cargo el fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, quien le dio un fuerte impulso.

Como fiscal acusador y durante la instrucción, Scalera (el mismo que logró la detención de Jorge Castillo, el rey de la Salada) probó:

Que en Independiente funcionaba una asociación ilícita formada por parte de la barrabrava y dirigentes del club.

Que a la barra la financiaban y le conseguían negocios los dirigentes.

Que los dirigentes no financiaban a la barra de su bolsillo sino defraudando a Independiente.

Que a Independiente lo defraudaban a través de una empresa, denominada Integradores, que emitía tickets, entradas y cuotas sociales que terminaban pagando los socios.

No eran dos o tres entradas. Eran más de mil personas, cuya identidad y datos personales les pasaba a Integradores, la barra de Independiente. Lo hacía a través de un pendrive. Al pendrive lo entregaba Lagaronne.

Más tarde, Scalera abrió la segunda parte del expediente. Y allí imputó a Pablo Moyano como el jefe de la asociación ilícita, por encima de Bebote, Maldonado y Noray Nakis.

¿Y por qué decimos que Pablo Moyano está muy complicado?

Porque la segunda parte del expediente, donde «El Salvaje» aparece como el jefe de la organización criminal, no es más que una «causa espejo» de la que ahora se acaba de elevar a juicio oral.

Solo tiene tres pequeñas grandes diferencias.

Una: el testimonio como arrepentido de Bebote, que lo coloca a Pablo Moyano como el principal responsable de la organización criminal.

Dos: el testimonio como arrepentido de Lagaronne, que va en la misma dirección.

Y tres: las pruebas y evidencias que recogió Scalera después de varios allanamientos y peritajes y que no pudo terminar de incorporar en el expediente.

A Scalera no le faltaba mucho para probar que el jefe es Pablo Moyano. Solo una declaración testimonial que tenía pendiente y el resultado de una pericia informática y otra contable.

Pero el 12 de febrero de este año, el fiscal general de Lomas de Zamora, Enrique Ferrari, se la arrebató, disolvió la Unidad que presidía Scalera y la causa quedó dormida, congelada, pisada o como quieras llamarle. Es más. Hasta hace pocos días, el fiscal que la debe tramitar, Elbio Laborde, de la Unidad Fiscal de Avellaneda, ni siquiera había empezado a leerla.

A Ferrari, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, lo acaba de suspender por noventa días, por mal desempeño de sus funciones.

Pero volvamos a Bebote y a Moyano. El testimonio de Bebote compromete al Secretario Adjunto de Camioneros. Bebote declaró que Pablo Moyano y él empezaron a conspirar juntos, mucho antes de que Hugo Moyano fuera elegido presidente de Independiente.

Bebote confesó que encabezó un grupo de choque que fue a apretar a la puerta de su propia casa al expresidente de Independiente Javier Cantero. Bebote sostuvo que recibió varias veces, de Pablo Moyano, dinero en efectivo, pasajes para viajes y entradas para ingresar al estadio de Independiente.

Hasta que fue a apretar a Cantero Bebote estaba afuera de la barra. El apriete fue el primer trabajo que le habría encargado Pablo Moyano, con el conocimiento de su padre, Hugo.

Pablo Moyano y Bebote Álvarez fueron carne y uña hasta que el segundo decidió romper con él por incumplimiento de una promesa. Parece que El Salvaje le había prometido a Bebote que lo ayudaría a hacer política en el club y terminó haciendo todo lo contrario.

Para que termines de entender la trama, esto no solo complica a Pablo Moyano porque tarde o temprano, la segunda parte de la causa, la que lo involucra directamente, también se elevará a juicio oral.

También lo complica porque derriba de un solo golpe al argumento central con el que el abogado de los Moyano, Daniel Llermanos, intenta hacer caer las causas que incriminan a sus clientes.

Te lo explico más sencillo todavía. Moyano acaba de presentar, a través de Llermanos, en la causa del supuesto espionaje ilegal, un escrito en el que afirma que el juicio por asociación ilícita contra Independiente es parte de un entramado de causas armadas con complicidad judicial y de periodistas.

Es más, intentaron convencer al juez Juan Pablo Auge, de Lomas de Zamora, para que investigue la delirante hipótesis de Llermanos. No prosperó. El fiscal Santiago Eyherabide dictaminó: «No ha lugar». O para que lo entiendas mejor todavía: de a poco, a los Moyano y a Llermanos se les va cayendo la careta. Porque están hasta las manos.

Y una última aclaración: desde que me enteré de esta impactante noticia vengo pidiendo a mis colegas que también la publiquen. Es una noticia demasiado importante para ignorarla, taparla o dejarla pasar. Les pido que no tengan miedo. Que no me dejen informando solo, como si estuviera loco, porque esto podría ser aprovechado por los Moyano para volver a acusarnos. Para volver a pegarnos afiches ilegales. Para meternos en causas por la ventana. O para que algún fiscal o juez incauto, confundido o demasiado ideologizado, intente meternos en el barro.

Vi que publicó esta noticia Lucía Salinas en Clarín. Aprovecho para agradecérselo. Y espero que seamos muchos más.

Por: Luis Majul.

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