El interbloque que componen la UCR y el Pro, principal fuerza de oposición en la Cámara alta, decidió seguir unido y mantener un curso de acción conjunto
Por: Gustavo Ybarra
En medio de la crisis que sacude a la coalición opositora, los senadores del interbloque de Juntos por el Cambio, integrado por legisladores de la UCR y el Pro, decidieron este mediodía seguir unidos en línea con la postura asumida ayer por los gobernadores de la alianza y respetar su compromiso de rechazo a la agenda legislativa del Gobierno. La decisión choca de frente con las posturas asumidas por Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que sellaron una alianza con Javier Milei de cara al balotaje del 19 de noviembre.
“El interbloque de Juntos por el Cambio en el Senado de la Nación ratifica su unidad y su compromiso responsable frente a la agenda legislativa futura”, sostiene el escueto comunicado de tres párrafos rubricado por las conducciones de la coalición, encarnada en las figuras de los radicales Alfredo Cornejo (Mendoza); presidente del interbloque, y Luis Naidenoff (Formosa) y el macrista Humberto Schiavoni (Misiones), jefes de los bloques de la UCR y el Pro, respectivamente.
En ese sentido, los legisladores ratifican el lugar opositor de la coalición. “La ciudadanía nos ha colocado en el lugar de oposición y seremos los encargados de cumplir ese rol para controlar a la presente gestión de Gobierno”, agrega el pronunciamiento.
“Compartimos la decisión de los gobernadores de Juntos por el Cambio de fortalecer el trabajo de unidad y consolidar el futuro de la coalición”, concluye el comunicado distribuido este mediodía, al términa de la reunión que sostuvo el interbloque opositor de la Cámara alta.
Tal como anticipó LA NACION, la idea imperante entre los senadores de Juntos por el Cambio era mantener la unidad de la bancada a pesar de los resquemores internos que dejó la derrota del último domingo y las diferentes posturas adoptadas por sus principales dirigentes de cara al duelo electoral que mantendrán el libertario Milei y el candidato oficialista, Sergio Massa.
Con ese objetivo en la mira trajinaron sus teléfonos en las últimas horas las conducciones de los bloques de la UCR y de Pro, que presiden Luis Naidenoff (Formosa) y Humberto Schiavoni (Misiones), respectivamente.
Así los habían anticipado ayer a este diario dos referentes del interbloque. “La intención es ratificar la unidad y dar libertad de acción de cara a le elección”, le dijo Schiavoni a LA NACION. “Estamos trabajando fuerte para la integración”, afirmó la radical Mariana Juri (Mendoza), secretaria del interbloque.
Esa postura estaba extendida al interior de las dos bancadas, según un sondeo con varios integrantes de los bloques que representan a Juntos por el Cambio, por lo que no se espera que se extienda al Senado la crisis dialéctica que viene cruzando a la coalición en las últimas horas como consecuencia de los pronunciamientos para un lado y para el otro del balotaje que protagonizarán el próximo 19 de noviembre el oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei.
De hecho, un senador de Pro alineado con Horacio Rodríguez Larreta se permitió mirar con ojos benévolos el apoyo a Milei de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, al leerlo como una movida tendiente a tratar de emparejar el resultado de la segunda vuelta y evitar que Massa no obtenga un triunfo arrollador que le permita tomar más fuerza en caso de llegar a la presidencia.
Sin embargo, las divisiones internas están a la orden del día. En algunas usinas opositoras vieron la jugada de Macri como el primer paso de una jugada de largo aliento a romper la coalición y destinada a conformar con Milei un polo de derecha que se declare como la verdadera oposición al kirchnerismo, lejos de la tibieza que le adjudican a radicales y a las “palomas” de Pro.
Un senador radical, por su parte, criticó el modo en el que se gestó el pronunciamiento del expresidente y de la excandidata, en una reunión nocturna y luego de mantener contactos con el libertario sin consultarlo con el partido.
Tampoco cayeron bien las declaraciones de Gerardo Morales y Martín Lousteau, que integra el bloque de senadores, cuando dijeron que les daba vergüenza lo que hicieron Macri y Bullrich, los acusaron de poner en riesgo a Juntos por el Cambio y los ubicaron afuera de la coalición por haber anticipado su respaldo a Milei.
Primer desafío
Más allá de confirmar en las palabras la unidad, el principal interbloque opositor tendrá en los próximos días su primera prueba real con la sesión que el kirchnerismo pretende convocar para la semana próxima.
El Frente de Todos pretende sancionar en esa sesión el proyecto que crea el programa Compra Sin Iva, propuesta que la coalición opositora no apoyó en la Cámara baja, absteniéndose de manera masiva.
El tema divide aguas al interior de Juntos por el Cambio. Gran parte de sus senadores acuerdan con la medida, por considerar que el IVA es un impuesto distorsivo, pero cuando el proyecto se trató en la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado prefirieron respetar la conducta que la coalición tuvo en la Cámara baja. La idea era oponerse de manera pasiva a una medida electoralista impulsada por Massa y estaba fundamentada en el hecho de que todavía estaba en el horizonte la elección presidencial del último domingo. Ahora, ya fuera del balotaje, varios legisladores podrían considerarse libres para votar según se los dicte su conciencia.
Gustavo Ybarra