El jueves 28 de abril, las hijas de la fallecida actriz Beatriz Salomón, Bettina y Noelia, se presentaron en la comisaría 3A de la Policía de la Ciudad. Allí, denunciaron por amenazas con arma de fuego a su propio padre, el mediático doctor Alberto Ferriols.
Contaron que el medico tenía gran cantidad de armas en su casa, y que las usaba para amedrentarlas. No mentían, al menos en cuanto al armamento.
En la mañana de hoy la Justicia ordenó dos allanamientos en domicilios vinculados a Ferriols, y encontraron armas de fuego cortas y largas de distintos calibres, cuchillos, municiones, cartucheras y hasta esposas.
El expediente que se originó a raíz de la denuncia quedó en manos del fiscal Federico Tropea, que tomó declaración a las hijas de la actriz y comenzó a investigar al médico. En principio, detectaron que Ferriols tiene algunas armas registradas, pero otras no.
“Los operativos se realizaron tanto en el consultorio como en la casa de Ferriols. Las armas se encontraron en su vivienda. Si bien tiene portación de alguna de ellas, detectamos varias que no estaban registradas en el RENAPER”, explica a Infobae una fuente judicial.
Según consta en el expediente, en base a los testimonios de las víctimas, la principal afectada por las amenazas de su padre, es Bettina, la mas chica de las hijas de la pareja. Ante el fiscal Tropea explicó que tanto ella como su hermana vivían con su padre pero que, debido a las amenazas que denunció, se escapó del lugar y se fue a vivir con su tio.
Cuando los efectivos de la Policía de la Ciudad, acompañados por persona del CIJ, llegaron a la vivienda ubicada en Palermo, fueron recibidos por el propio Ferriols. No tardaron mucho en encontrar las armas.
Según se desprende del informe elevado al fiscal Tropea, se encontraron varios revólveres, munición de calibre 357 de punta hueca, cuchillos de todo tipo, esposas, una culata para pistola Glock y una escopeta.
Martín Candalaft
