Piden la inmediata liberación de una modelo detenida en Yemen a la que quieren someter a una “prueba de virginidad”

Intisar al Hammadi se encuentra entre rejas desde hace dos meses en Saná, controlada por los rebeldes ultraconservadores hutíes

Fue acusada de “prostitución y consumo de drogas” tras publicar fotos posando sin velo, desafiando las estrictas reglas del sistema patriarcal aplicado por el grupo
Los rebeldes hutíes de Yemen que controlan buena parte del país incluida su capital, Saná, tienen detenida desde febrero a una actriz y modelo, a quien acusan de consumo de drogas y prostitución. Además quieren someterla a una “prueba de virginidad”, denunció la ONG Amnistía Internacional (AI).

Intisar al Hammadi, una joven de 20 años que “ha aparecido regularmente en fotografías en internet (…) sin velo desafiando las estrictas normas sociales yemeníes”, fue detenida el pasado 20 de febrero y “forzada a ‘confesar’ varios delitos, incluidos el de posesión de drogas y el de prostitución”, aseguró la reconocida organización en un comunicado.

“El 5 de mayo el abogado de Intisar al Hammadi fue informado por un miembro del equipo de la fiscalía de los planes de someterla a una ‘prueba de virginidad’ en unos días, una vez que se emita una orden judicial al médico forense”, añadió la denuncia, que subrayó que las denominadas “pruebas de virginidad” son “una forma de violencia sexual y son consideradas como tortura por las leyes internacionales”.

Varios organismos de la ONU han instado a acabar con estas pruebas y los exámenes ginecológicos que, según esta organización, se han documentado en al menos 20 países de todas las regiones del mundo y en las que somete a mujeres y a niñas, a menudo contra su voluntad, bajo la creencia de que permite determinar si han tenido relaciones sexuales vaginales.

En el caso de Al Hammadi se trata de un “castigo” por parte de las autoridades de facto hutíes “por desafiar las normas sociales de la profundamente patriarcal sociedad yemení que afianzan la discriminación hacia las mujeres”, dijo la vicedirectora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Lynn Maalouf, según el comunicado.

La ONG pidió además “la inmediata liberación” de la actriz, ya que las autoridades del movimiento chiíta hutí le obligaron a firmar su confesión con los ojos vendados después de haber supuestamente encontrado cannabis en el vehículo en el que se encontraba durante un retén.

Al Hammadi fue detenida el 20 de febrero junto a otras tres personas a quienes había llevado a una sesión fotográfica. Según su abogado, las autoridades no mostraron “orden de la fiscalía” ni “ninguna acusación en su contra”.

“Hasta hoy, como abogado, no sé qué es lo que se le reprocha oficialmente”, declaró Al Kamal a la agencia AFP, mencionando “intentos de difamarla” a través de rumores de prostitución y consumo de drogas.

Tras la apertura de una investigación el 21 de abril, la joven modelo fue interrogada sobre temas como la “prostitución” y el “libertinaje”, según el abogado. “El fiscal está tratando de hacer que el caso parezca un ultraje al pudor, alegando que mi clienta había dejado dos mechones de pelo sobresalidos o bien no llevaba velo en un espacio público”, explicó. “Tratan de acusarla de cualquier crimen debido a su trabajo, al que los hutíes se oponen. ‘¿Cómo te atreves a ser modelo en un país musulmán?’”, insistió el abogado.

Si bien la sociedad yemení sigue siendo muy conservadora, mantiene un margen de libertad en los ámbitos del arte y la música. Pero los rebeldes hutíes impusieron un estricto código moral dirigido específicamente a las mujeres.

Ante la lentitud de la justicia, el abogado orientó su estrategia a captar la atención de los medios de comunicación y a la sociedad civil. En las redes sociales, las palabras clave “Liberen a Intissar” -en árabe e inglés- aparece frecuentemente en las últimas semanas.

Las detenciones, la tortura, las desapariciones forzadas y la violencia sexual son especialmente frecuentes en Saná. Y la violencia y la discriminación que sufren las mujeres yemeníes se han visto exacerbadas por la guerra civil, que ha causado cientos de miles de muertos, millones de desplazados y ha llevado a la población al borde del hambruna.

Amnistía Internacional denunció que las fuerzas de seguridad hutíes la trasladaron a la sección de mujeres de la prisión central de Saná, y allí sufrió abusos verbales y comentarios sexistas y racistas por parte de los guardias del penal, que también la llamaron «criada» y «puta».

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