12 secretos de Ghost, una de las películas más sensuales de todos los tiempos

Hace 30 años llegó a los cines el exitoso largometraje protagonizado por Demi Moore, Patrick Swayze y Whoopi Goldberg, que es recordado hasta la actualidad por contar una de las grandes historias de amor del cine y por su recaudación millonaria.

Por Agustina Larrea

Se convirtió en una situación tan magnética, un ícono tan potente, que apenas se oye oh, my love en la voz dulzona de los Righteous Brothers miles de personas alrededor del mundo piensan en ellos. Primero, un aparato sofisticado para la época –la película se estrenó en 1990– que de manera automática selecciona un disco y lo hace sonar. De inmediato se ve en plano a Molly (Demi Moore), insomne, con una camisa blanca sin mangas, el pelo cortísimo, sus manos embarradas trabajando en una pieza de cerámica que gira al ritmo de la música. En la penumbra aparece Sam (Patrick Swayze) en cuero, el pelo batido, un jean clarito, la cara de dormido. Así comienza una de las secuencias románticas más recordadas del cine, la famosa “escena de la cerámica” de Ghost, un largometraje que se estrenó hace 30 años y sigue vigente, quizá, por la fuerza de la historia de amor que narra.

Luego del éxito rutilante que consiguió –según publicó la revista People al cumplirse 25 años del estreno, la película recaudó 505.7 millones de dólares y le ganó a otro tanque de ese mismo año, Mi pobre angelito, que obtuvo 476.6– resulta difícil pensar que antes de empezar a rodar hubiera dudas sobre el guión.

Sin embargo, en el momento existieron inquietudes de todo tipo porque para varios productores, actores y empresarios vinculados con el proyecto la mezcla de géneros y registros que proponía Ghost (estrenada en varios países con el subtítulo “la sombra del amor”) podría llegar a confundir al público.

La historia incluía el romance entre los personajes interpretados por Moore y Swayze, la muerte violenta de él, una buena dosis de comedia aportada, sobre todo, por el personaje de la vidente Oda Mae Brown que encarna Whoopi Goldberg, y una condición sobrenatural que los espectadores debían asumir de entrada: uno de los protagonistas es un fantasma que recorre Nueva York para aclarar las circunstancias de su fallecimiento y proteger a su novia.

Nada de esto detuvo al público, –tampoco a la Academia de Hollywood, la película ganó dos premios Oscar, por actriz de reparto y por guión, justamente– que hasta la actualidad recuerda los personajes, los diálogos y las escenas que transcurren entre atuendos y cortes de pelo noventosos, en su emblemático loft (¿existe un tipo de vivienda más representativo de esa época?) de la calle Prince en el Soho, con el subte y el ruido neoyorkinos de fondo.

Tres décadas después de su llegada a los cines de varios países del mundo, vale la pena un repaso por curiosidades, perlitas, “errores” y secretos de una película memorable que perdura hasta la actualidad.

1. El casting. Cuando el proyecto se encontraba en preparación, fueron consideradas varias actrices para el rol de Molly. Entre otras, se pensó en grandes figuras de aquel momento, como Kim Basinger, Nicole Kidman y Michelle Pfeiffer. Finalmente terminó elegida Demi Moore. Según revelaron los productores muchos años después del estreno de Ghost, uno de los factores determinantes para la elección fue la facilidad que presentó la actriz para llorar “a demanda”, cada vez que el rol se lo exigía tal como se terminó viendo en el largometraje. Fue a partir de este papel que la artista se convirtió en una de estrellas las mejor pagas de la industria y también en una referente a la hora de exigir la igualdad salarial entre actrices y actores.

2. Dudas. Una de las personas que tenía inquietudes sobre la historia que contaría Ghost fue la propia Demi Moore. Según reveló en una charla pública en 2013 en el American Film Institute, al momento de leer el guión, la artista se sintió algo inquieta. “Es una historia de amor, hay un tipo –un tipo muerto– tratando de salvar a su mujer, hay comedia, pero realmente es una historia de amor, entonces pensé: ‘Wow, esto es la receta justa para un desastre…‘. O va a ser algo verdaderamente especial y sorprendente o un desastre absoluto”, detalló.

3. El fantasma. En un momento, la producción le ofreció el papel protagónico a Bruce Willis, que entonces estaba casado con Demi Moore (una relación que después de 13 años de amor terminó en escándalo). Willis, sin embargo, rechazó la oferta porque dijo que ese tipo de historias sobrenaturales y tener que interpretar a un fantasma no eran lo suyo. Como si hubiera olvidado aquellas declaraciones, casi una década después participó de Sexto sentido.

4. El elegido. Según reveló la revista People en 2015, los realizadores se convencieron de que el actor ideal para interpretar a Sam era Patrick Swayze durante un casting en el que el actor les contó muy conmovido algunos detalles sobre la reciente muerte de su padre. Luego hicieron una prueba con Moore y, aunque en el rodaje no hubo un vínculo particularmente cercano entre ambos, en pantalla la química fue inmediata. Según señaló en varias entrevistas, el actor tuvo algunas dificultades para interpretar al fantasma. Una de ellas tuvo que ver con la ropa. Convencidos de que el clima no afecta a los fantasmas, la producción lo obligó a trabajar todo el tiempo con el mismo atuendo –su memorable camisa bordó y un pantalón liviano– inclusive durante largas jornadas de rodaje que tuvieron lugar en las frías noches de Nueva York y en las numerosas escenas que transcurren en las calles de la ciudad.

5. La comediante indiscutida. Al recibir el Oscar por su rol en Ghost, Whoopi Goldberg tuvo palabras especialmente dedicadas a Patrick Swayze. Es que si no hubiera sido por él, la actriz habría quedado afuera del largometraje. Según se supo tiempo después, los productores no estaban seguros de que la actriz fuera la ideal para encarnar a la vidente Oda Mae Brown. Swayze amenazó con bajarse del proyecto si Goldberg no quedaba en el casting y así fue como finalmente llegó a interpretar uno de sus roles más memorables.

6. La cerámica. La emblemática secuencia que protagonizan Moore y Swayze sigue siendo comentada hasta la actualidad. El propio actor dijo en una entrevista que se trató de la escena “más dulce” y “más sexy” que le tocó interpretar a lo largo de su carrera. Sin embargo, se trató también de un gran reto actoral que tuvo varias críticas. La principal apuntó a un error de continuidad severo: la pareja moldea en la máquina un objeto que les llena de barro las manos y la ropa. A los pocos segundos, se ve a ambos con las manos perfectamente limpias mientras se besan, se tocan y se abrazan apasionadamente.

7. Las parodias. La “escena de la cerámica” de Ghost fue tan célebre con el paso de los años que también fue homenajeada y parodiada. Primero ocurrió con La pistola desnuda 2 y ½, que se estrenó en 1991 y eligió representar la escena en broma en uno de los trailers promocionales. Tan icónica fue la imagen, que también fue recordada en la tira de animación Padre de familia, durante una especie de ensoñación del protagonista. Pero hay más: el propio Ashton Kutcher, que fue pareja de Demi Moore, protagonizó otra parodia de la escena en la comedia televisiva Two and a Half Men.

8. El hit. Unchained Melody fue la canción elegida para los momentos más románticos del largometraje. El tema fue compuesto para una película de 1955 llamada, justamente, Unchained, que cuenta la historia de una persona en la cárcel. Es por eso que la letra habla de alguien a quien el tiempo se le hace muy lento y le pide a su amor que lo esperase.

9. Llanto. Según contaron los productores a 20 años del estreno de Ghost, algunos ruidos que se escuchan cuando los villanos entran en una suerte de sombra mortal que los absorbe al morir no fueron más que el sonido del llanto de un bebé ralentizado para dar un efecto de terror.

10. El loft. Según publicó el sitio especializado en negocios inmobiliarios The Space en 2015, el departamento de los protagonistas, ubicado en el corazón del Soho neoyorkino, estuvo ese año a la venta por 9.5 millones de dólares. Algo distinto de lo que se vio en 1990, el lugar contaba entonces con los amplios ventanales y las paredes de ladrillo a la vista que se aprecian en la película.

11. Vidrios. En uno de los momentos más angustiantes del largometraje, el personaje de Molly deja caer un frasco de vidrio por las escaleras. El guión indicaba que la actriz debía arrojarlo contra una pared. Sin embargo, durante la filmación el objeto se deslizó por las manos de Demi Moore y rodó por las escaleras de manera improvisada. Finalmente quedó así en la película.

12. Año difícil. Muchos volvieron a recordar Ghost en 2009, un tiempo particularmente triste para los fans de la película. Ocurrió que en el transcurso de ese año murieron Patrick Swayze, luego de un doloroso tratamiento contra el cáncer de páncreas, y Vincent Schiavelli, el actor que en el largometraje interpreta a un fantasma que vive en el subte.

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