Bryan Crowell y un grupo de amigos navegaban plácidamente con su pequeño bote por las costas del estado de Florida, en los Estados Unidos, cuando de pronto vieron algo en el mar que los desconcertó.
Se trataba de un pequeño perro, que pateleaba para mantenerse a flote en un punto del océano muy distante de la orilla.
Sin pensar cómo era que ese animal había llegado allí, uno de los jóvenes de la embarcación se arrojó al agua y lo rescató. El video de este momento fue subido el pasado 17 de octubre a la red TikTok y rápidamente se convirtió en un fenómeno viral.
De acuerdo con lo que contó la joven Crowell al medio norteamericano especializado en la vida animal The Dodo, ella vio algo moviéndose en el agua y lo que pensó fue que se le había caído su sombrero. “Un segundo después, cuando el conductor bajó la velocidad de la nave me di cuenta que era un perro”, narró.
Entonces fue cuando un amigo de ella se tiró al agua y lo rescató. Afortunadamente, el perro había aguantado su estancia entre las olas, y se encontraba agitado, pero sano. Los ocasionales rescatistas descubrieron que el animal se llamaba Zuko, ya que su nombre estaba en una placa colgada de su collar, con el número telefónico de sus dueños.
Siempre de acuerdo con lo contado a The Dodo, cuando la joven llamó al número que llevaba la mascota en su collar fue atendida por una familia que estaba notablemente conmocionada y asolada por el llanto. Al parecer, ellos habían salido a navegar por las mismas aguas que la joven, el perro se había caído de su bote y en el momento no se habían dado cuenta.
Al percibir que les faltaba la mascota, iniciaron una desesperada pero infructuosa búsqueda por las aguas del Atlántico, que los dejó embargados por una fuerte angustia a causa de la pérdida.
Fue así que cuando recibieron el llamado de la joven diciéndoles que el perro estaba bien, los dueños se alegraron enormemente y publicaron en sus redes sociales que lo que había sucedido con Zuko era ni más ni menos que “un milagro”.
“Cuando devolvimos al perrito, la familia no paraba de llorar mientras lo abrazaban y acariciaban”, contó Crowell.
Como corolario de esta dramática historia con final feliz, los dueños de la mascota subieron a las redes sociales una imagen que exhibía al bueno de Zuko envuelto en uno de esos chalecos naranjas que usan los navegantes para mantenerse a flote en caso de caer al agua.
“Estuve sobre barcos, botes y en el océano durante toda mi vida, pero nunca había visto algo así”, confesó Crowell a The Dodo, todavía shockeada por el hecho de haber hallado un perro nadando mar adentro.
