Las reservas líquidas del Banco Central son positivas por primera vez en cinco meses

En marzo el BCRA compró US$1476 millones, el mayor saldo positivo de un mes desde noviembre de 2019

Uno de los grandes adversarios del Gobierno le permite salir a flote en 2021. Es que entre el cepo cambiario y la liquidación récord de los agroexportadores, el Banco Central logró en marzo seguir comprando dólares en una cuenta clave: sus reservas líquidas volvieron a ser positivas después de cinco meses.

Si bien las brutas (el total de reservas que acumula el BCRA) se mantiene por debajo de los US$40.000 millones (ayer cerraron en US$39.708), los analistas destacan el incremento de los activos netos del organismo. Se trata, esencialmente, de los dólares que conforman el poder de fuego del organismo, luego de restarle componentes como los encajes de los depósitos privados o los US$20.000 del swap con China.

Según estimaciones del economista Fernando Marull, las compras de US$1476 millones que el BCRA realizó en marzo le permitieron a Miguel Pesce recomponer sus activos y revertir el escenario negativo que el organismo arrastraba desde octubre de 2020. Así, las reservas líquidas, que habían terminado febrero con un negativo de US$1031 millones llegaron a marzo a un saldo favorable de US$99 millones.

¿Cómo se llega a ese número? Dentro del stock de reservas que informa el Banco Central se contabilizan US$11.166 millones de encajes de los depósitos en dólares, la parte de los ahorros de particulares que los bancos deben dejar inmovilizados en el BCRA. También hay yuanes chinos por un monto equivalente a U$19.784 millones, una línea de crédito con el Banco de Basilea por US$3000 millones y otros pases con otros bancos por alrededor de US$1100.

Así, si se restan todos esos componentes, la cuenta marca que las reservas netas del BCRA cerraron marzo en US$4546 millones. Ahí se computan, además, activos como las tenencias en oro y los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, que al cierre del mes pasado, sumaban US$3393 millones y US$1054 millones, respectivamente. Así, el saldo final de reservas ‘líquidas’ llegaba a US$99 millones.

“Entraron en positivo por primera vez en cinco meses, desde el inicio de la corrida. Eso es la liquidación del campo y el cepo”, explica Marull, exasesor del Ministerio de Hacienda durante la gestión anterior, quien destaca el dato de que en marzo la liquidación de divisas del sector agroexportador totalizó US$2773,5 millones, la mayor cifra en 18 años.

En febrero, agrega el economista, las reservas líquidas del BCRA eran negativas en US$1031 millones, en una tendencia que se revirtió durante marzo. A lo largo del mes, el organismo compró US$1476 millones, la mayor cifra desde noviembre de 2019, en un contexto en el que se combinaron el cepo cambiario que acota la demanda de dólares, las restricciones para los importadores y la liquidación del campo.

No obstante, las reservas no crecieron en igual magnitud. Pagos de deuda en moneda extranjera con organismos multilaterales (US$300 millones, aproximadamente) y la salida de dólares por la maniobra de compra y venta de títulos de deuda para intervenir en el mercado paralelo (US$200 millones) y mantener acotada la brecha cambiaria privaron al organismo de un saldo mayor.

“El Banco Central viene comprando dólares ayudado por la liquidación de cosecha que se mantuvo en niveles elevados por los altos precios internacionales altos de las commodities. Eso explica el flujo de divisas”, dice Martín Vauthier, director de EcoGo, quien advierte además sobre el cepo cambiario y el cambio en las perspectivas para 2021.

“El mercado empezó a comprar el escenario de atraso cambiario en el año electoral. En 2020 se esperaba un salto en el tipo de cambio y eso de alguna manera moderaba la liquidación. Al productor le convenía quedarse en dólares. Ahora, a medida que se fue instalando el panorama de menor nominalidad en 2021, y el BCRA fue convalidando una devaluación menor a partir de la segunda quincena de enero, genera un impulso a la liquidación de divisas”, agrega el economista.

En ese marco, las perspectivas para las arcas de Pesce son positivas para los próximos meses. Con la perspectiva de altos precios mantenidos en el corto plazo, el BCRA podría seguir comprando dólares al menos en abril, mayo y junio. “El plan es acumular reservas en la época de vacas gordas porque saben en el segundo semestre va a estar complicado. Ahí va a ser menos campo y más cepo”, dice Marull, en referencia a la estacionalidad de la cosecha y el flujo de divisas de la exportación del agro.

Sin embargo, el escenario externo favorable, que le permitió ser comprador de divisas en los últimos cuatro meses no alcanza para revertir la pérdida del segundo semestre del año pasado. “En 2020, lo que hizo el Banco Central en los meses más duros de la pandemia fue salir a vender dólares para evitar que el dólar oficial se disparara”, plantea Emilia Calicibete, economista de LCG, sobre el pico de mayor tensión cambiaria que llevaron al organismo a endurecer el cepo.

Entre agosto y noviembre, el BCRA vendió US$4314 millones, a un promedio de US$1078 millones por mes, y recién en diciembre pudo revertir la tendencia. Desde entonces, lleva cuatro meses comprando dólares: sumó US$2874 millones, cifra que arroja un promedio de US$718 millones mensuales.

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