«Hoy los salarios son míseros no por culpa nuestra, sino como consecuencia de 20 años de populismo», afirmó el mandatario en una entrevista realizada en Casa Rosada. Según sus análisis, el salario promedio de la década del 90 equivaldría actualmente a 3 mil dólares.
Milei expresó su esperanza de que los ingresos comiencen a recuperarse con una disminución significativa de la inflación y la eliminación de los controles de capitales. No obstante, señaló que aún queda un largo camino por recorrer para sanear el balance del Banco Central.
El Presidente indicó que, una vez completado este proceso, tiene previsto impulsar una reforma financiera que incluiría la consideración de la emisión de dinero como un delito de lesa humanidad. Esto facilitaría, según él, la eliminación de los controles de capitales, incluyendo el cepo cambiario.
Respecto a la dolarización de la economía, Milei reconoció que su plan original no pudo ser implementado debido al temor a un juicio político. Explicó que su estrategia habría sido técnicamente exitosa, pero la naturaleza del sistema político argentino lo hizo inviable.
En cuanto al tipo de cambio, el Presidente descartó una devaluación abrupta, argumentando que no tiene sentido mientras el tipo de cambio libre paralelo esté alineado con el oficial. En cambio, abogó por sanear el balance del Banco Central para avanzar hacia un tipo de cambio totalmente libre en una segunda etapa.
En relación con las tarifas de servicios públicos y transporte, Milei anunció un proceso de recalibración que se extenderá al menos tres años, basándose en la experiencia del gobierno anterior y en consideración al nivel de salarios de los trabajadores.
En cuanto a su posible reelección en 2027, el Presidente señaló que dependerá de los resultados de su gestión. Afirmó que, si los resultados son favorables, existirá la posibilidad de continuar en el poder, pero que la decisión final estará en manos de la ciudadanía.
