En un encuentro que quedará grabado en la memoria, el equipo cordobés sufrió la pérdida de cuatro jugadores por lesión en el primer tiempo, mientras que destacaron los dos golazos que sellaron el resultado.
El estadio Mario Alberto Kempes fue testigo del triunfo de Talleres sobre San Pablo. A pesar de la victoria, el equipo enfrentó más desafíos de los esperados, con cuatro jugadores lesionados en el primer tiempo, lo que superó el número de goles marcados en los arcos. La decisión del entrenador del equipo brasileño, Thiago Carpini, de terminar la primera mitad con un jugador menos en lugar de consumir los cambios, dejó una ventana de oportunidad para los cordobeses, quienes capitalizaron con los goles de Ramiro Ruiz Rodríguez y Rubén Botta.
El primer gol llegó a través de Ruiz Rodríguez, quien aprovechó un centro preciso de Botta para poner a Talleres en ventaja. En el segundo tiempo, Botta amplió la ventaja con un magnífico gol, consolidando la victoria a pesar del gol de descuento de Luciano para San Pablo, que generó cierta tensión en los minutos finales.
El partido estuvo marcado por una serie de lesiones desde los primeros minutos. El capitán de San Pablo, Rafinha, vio la tarjeta amarilla y tuvo que abandonar el campo debido a una lesión, seguido de más contratiempos para ambos equipos. A pesar de las dificultades, Talleres demostró su determinación y calidad de juego, asegurando tres puntos valiosos en su camino en la Copa Libertadores.
A pesar de la presión de San Pablo en los últimos minutos, Talleres mantuvo su compostura y aseguró la victoria. Con el apoyo de los fanáticos en el estadio, el equipo pudo resistir los embates finales de San Pablo y celebrar un inicio exitoso en el torneo continental.
