River y Rosario Central se alistan para el trascendental partido a jugarse en Córdoba

Momento crucial para el equipo millonario, que juega una semifinal de la Copa de la Liga con un rival al que no logró ganarle en 2023

Por: Juan Patricio Balbi Vignolo

Ganar, lo lógico. Perder, un golpazo. River se prepara para afrontar un nuevo momento crucial en el año con la pesada mochila de la presión en su espalda. Después de eliminar a Belgrano con un 2-1 in extremis en los cuartos de final, se medirá con Rosario Central desde las 22 en el Estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba, por una semifinal de la Copa de la Liga Profesional. Y el equipo dirigido por Martín Demichelis no puede flaquear: en medio de un presente futbolístico irregular, la obligación de ganar lo persigue. Venza el que venza, en la final se enfrentará con el triunfador de Platense vs. Godoy Cruz.

El año del conjunto millonario se divide en dos. Una parte, hasta julio; la otra, posterior a ese mes. En la primera porción conquistó al hincha con su juego, se lució futbolísticamente, construyó una enorme fortaleza en el Monumental y ganó la Liga Profesional sin discusión. En la segunda parte sufrió dos tempranos golpes en la Copa Libertadores y la Copa Argentina, tuvo rendimientos colectivos e individuales más inconstantes, perdió seguridad y sufrió más de la cuenta, sobre todo en condición de visitante. Así y todo, no solamente ganó los dos superclásicos del año y le sacó 18 puntos de ventaja al escolta Talleres en la tabla anual, sino que además está en la definición de la Copa de la Liga y espera por el Trofeo de Campeones, que se pondrá en juego el 22 de diciembre.

En este contexto, el trabajo de Demichelis como entrenador todavía tiene una amplia y exigente lupa encima. Quizás la vara quedó realmente alta tras el ciclo más exitoso de la historia, liderado por Marcelo Gallardo durante ocho años, y contraste con la espuma de los primeros meses satisfactorios, hoy el DT está expuesto a críticas y cuestionamientos por sus decisiones, mientras el nivel del equipo aún no se encarrila. Por eso, el compromiso de este sábado tiene un peso trascendental.

La cita tendrá otro condimento: no sólo River no le ganó a Rosario Central ninguno de los dos partidos de 2023, sino que además el equipo entrenado por Miguel Ángel Russo supo complicar al millonario en ambas ocasiones en Arroyito. Primeramente, en julio, en el 3-3 por la Liga Profesional en el que el Demichelis dispuso una alineación alternativa. Y luego, en noviembre, en la victoria por 3-1 del cuadro canalla por la Copa de la Liga, en la que un picantísimo Jaminton Campaz se volvió imparable para una endeble defensa visitante.

En aquella tarde rosarina, cuatro semanas atrás, River tuvo dos caras: la del dominio y la voracidad en un positivo primer tiempo en el que se le escapó el 1-0 parcial en los minutos finales, y la de la fragilidad y el desborde en un negativo segundo período en el que pudo perder por una diferencia mayor. Con esos dos antecedentes que le sirven como referencia para pulir detalles con miras al sexto mata-mata del ciclo, la incógnita pasa por el lateral derecho de la defensa: ante la lesión meniscal externa en la rodilla derecha de Milton Casco, que se perfilaba para ser titular, el DT tiene que elegir entre Santiago Simón y Andrés Herrera, que sufrieron la posición en la última presentación en Arroyito.

A lo largo de la historia, el pasado también presenta otro desafío a River: ganó apenas dos de los seis cruces con Rosario Central por copas locales. El equipo auriazul se quedó con una semifinal por la Copa Competencia en 1916 y lo derrotó en la primera rueda de la Copa Competencia de 1920, durante el amateurismo, y lo eliminó en los cuartos y los dieciseisavos de final por la Copa Argentina en 2014 y 2015. En tanto, River alcanzó a imponerse en dos definiciones: conquistó la Copa Ibarguren en 1938 y la Argentina en 2016, en ambos casos con Central enfrente en las finales. Ese último enfrentamiento tuvo lugar en el mismo escenario cordobés de este sábado.

“Hoy no servía jugar bien y quedar eliminados: en el mata-mata ustedes querían que ganáramos y hoy ganamos, así que buenas noches”, cerró Demichelis su conferencia en el Kempes tras la victoria ante Belgrano, el último domingo. Esta noche, el director técnico de River vuelve a tener la obligación y la responsabilidad de clasificarse, ahora para una final. Su plantel es el más rico y abundante del fútbol argentino, las variantes sobran y el pasado reciente le exige mejorar para recuperar confiabilidad. Si juega como lo hizo durante gran parte del año, sobre todo en el Monumental, tendrá las de ganar. Si continúa con su irregularidad y no pisa firme, Central, que sabe cómo lastimarlo, aprovechará.

Al conjunto millonario le quedan al menos dos partidos –serán tres si pasa a la definición del torneo– para efectuar el balance final de un 2023 poblado por algunos sinsabores. Y mientras está a la espera de resoluciones contractuales para armar el plantel de 2024, su DT se juega una ficha importantísima en Córdoba. Ganar aire o perder espalda. Así se siente este reto.
Juan Patricio Balbi Vignolo

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