Boca se impuso a Lanús y clasificó a cuartos de final

El equipo de Russo, con un estilo pragmático, ganó con un gol de Izquierdoz y se clasificó a los cuartos de final

El local fue superior en el segundo tiempo y allí hizo la diferencia en la Bombonera, con otro gol de pelota parada y la solidez de una dupla central (Lisandro López-Izquierdoz) que se afianza cada vez más.

Hay un nuevo Boca, más pragmático, más veloz, más colectivo. Esta nueva versión xeneize venció a Lanús 1-0 en la Bombonera, con un gol de Carlos Izquierdoz, por la fecha 12 de la Copa de la Liga Profesional, y se clasificó a los cuartos de final del torneo local. Así, Boca consiguió su quinta victoria seguida, tomando como referencia también su participación en la Copa Libertadores. El Granate volvió a perder y sigue de capa caída, fuera del G4 de la Zona 2.

El equipo de Miguel Angel Russo, que logró su quinto éxito seguido tras los festejos ante Atlético Tucumán (3-1), The Strongest (1-0), Huracán (2-0) y Santos (2-0), había arrancado dormido este domingo, ya que antes del minuto el Granate tuvo su primera chance de gol: una mala decisión de Fabra (intentó un pase hacia adentro ante la presión del equipo visitante) finalizó en un derechazo cruzado de Tomás Belmonte que se fue cerca del arco defendido, una vez más, por Rossi.

Lo mejor del partido

Luis Zubeldía apostó por la misma estrategia que le dio resultados en la última visita a Boca, en la que se fue vencedor con dos goles de Nicolás Orsini: el doble 9 (Orsini-Sand) dentro de una estructura 4-4-2 que por momentos buscó ser 4-2-4, con las proyecciones de Pepo De la Vega por la derecha y de Alexander Bernabei por la izquierda.

Boca respondió con un muy buen pase filtrado de Almendra que siguió en un zurdazo de Agustín Obando al primer palo. Fue la primera aproximación del local.

Russo le dio continuidad al equipo que venía de conseguir cuatro triunfos consecutivos entre el certamen local y la Copa Libertadoes: el nuevo eje del mediocampo lo conforman Alan Varela, Agustín Almendra y Cristian Medina. Los tres le dieron una dinámica en el ida y vuelta y una efectividad en pases distinta. Boca los necesitaba para reactivar a un conjunto lento y predecible. Y Obando se sumó por la izquierda en el 4-1-4-1 que por la derecha lo tuvo a Sebastián Villa y como falso 9 a Carlos Tevez. El capitán estuvo desconectado y casi no participó del juego.

Lanús, por características y estrategia, siempre fue un equipo peligroso con transiciones rápidas: buscó presionar a Boca a la altura de 3/4, con Belmonte sobre Almendra y fue capaz de generar una chance de gol con dos o tres pases. Así, en dos minutos José Sand tuvo dos oportunidades claras: en la primera, tras un desborde y centro de Bernabei (sobre Capaldo) salvó el gol del 9 con un gran cruce Lisandro López; en la segunda, De la Vega se proyectó cerrado, en la posición de 10, y asistió a Sand, que definió a colocar con cara interna de manera muy imprecisa.

La posesión del balón es de Boca (61% a 39%, según datos de Opta en la primera media hora de juego), pero las situaciones más claras fueron de Lanús. Pepo de la Vega, ganándole los duelos a Obando y moviéndose en una zona intermedia a Almendra y Varena, volviéndose indescifrable y con lanzamientos largos, fue una de los mejores jugadores del primer tiempo. Capaldo evitó en la línea el gol de Thaller luego de (otra) acción fallida de Rossi en la salida de una pelota parada frontal, un rubro en el que el arquero había mostrado falencias en la fecha anterior ante Huracán.

Boca también demostró ser un equipo que no necesita de muchas aproximaciones para convertir: Cristian Medina pisó seguido el área de Lanús y no lo buscaron bien. Capaldo tuvo el gol en un derechazo que Morales mandó al córner tras un pase de Tevez, aunque le cobraron un offside que no era. Pero Lanús fue mejor en la primera etapa, en el rendimiento colectivo y las situaciones de gol creadas.

El enroque Villa-Obando

Boca buscó presionar más arriba en el segundo tiempo. Y por esa vía consiguió dos chances claras: un mano a mano que Morales le achicó a Villa (tras un buen amago y engaño del colombiano) y un zurdazo de Tevez a la carrera que se fue muy cerca del palo izquierdo del arquero.

Y la mejor jugada colectiva de Boca, en la que participaron seis de sus futbolistas, la concretó a los 9 minutos: finalizó con un desborde y centro atrás de Fabra para Medina, que anticipó a la altura del primer palo. Otro muy buen movimiento de Medina sin pelota. En eso tuvo incidencia el enroque de posiciones entre Villa y Obando, que pasaron a jugar con perfiles invertidos. Villa desequilibra mejor por la izquierda: no fue casualidad que Boca haya generado tres chances claras por ese sector en menos de diez minutos.

Lanús parecía perdido, pero respondió con dos situaciones clarísimas: un córner que ganó Burdisso en lo alto y que tuvo el gol en la zurda de Belmonte abajo del arco; y un pelotazo largo que impactó Aguirre y contuvo Rossi.

Esos avisos, más un par de amonestaciones, generaron en Russo tres cambios juntos: Cristian Pavón por Obando, Julio Buffarini por Capaldo y Gonzalo Maroni por Almendra. Puesto por puesto, el esquema no se alteró.

Y el primer aporte de Pavón fue una asistencia: de un córner suyo llegó el gol de cabeza de Izquierdoz, a los 29 minutos. Otro gol de Izquierdoz que, sumado al gran partido de Lisandro López, vuelven a afianzar a una dupla central que se entiende con rendimientos y resultados.

Boca corrigió a tiempo: mejoró notoriamente su juego en la segunda etapa y sigue sumando puntos y confianza con su quinto triunfo seguido. Incluso, en cuatro de ellos no recibió goles. Otro plus. Ahora viajará a Guayaquil para jugar este martes ante Barcelona, por la Copa Libertadores que los tiene a ambos equipos con puntaje ideal en el Grupo C. Pero la imagen es otra. Parece que después de tantas situaciones inestables, por la Bombonera se respira otro aire.

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