Un equipo del Conicet descubrió nuevas propiedades para un antibiótico

Un equipo liderado por miembros del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) descubrió que la doxiciclina, un antibiótico que se usa hace más de medio siglo, podría utilizarse también en tratamientos para prevenir o detener enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.

 
La investigación forma parte del eje de trabajo científico llamado “reciclado de fármacos”, por el cual se busca encontrar nuevos efectos terapéuticos de drogas que ya están siendo utilizadas porque sus efectos colaterales son conocidos y eso permitiría disminuir los tiempos de pruebas clínicas.
 
Ese es el caso de la doxiciciclina, un medicamento patentado en 1957, que se lanzó para uso comercial una década después, y se utiliza desde entonces para el tratamiento de neumonías y otras infecciones como el acné, la enfermedad periodontal, la malaria y la sífilis.
 
Este trabajo demuestra que in vitro, la doxiciclina utilizada en muy bajas dosis es capaz de reducir la toxicidad de la proteína alfa-sinucleína, que es la responsable de inducir y propagar la muerte de las neuronas en la enfermedad de Parkinson.
 
Además, añade que, en un contexto en el que prima una fuerte necesidad por acceder a nuevos tratamientos para las enfermedades neurodegenerativas, el reciclado de medicamentos sería una estrategia promisoria.
 
El equipo que realizó el descubrimiento fue encabezado por la investigadora independiente del Conicet en el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas de la Universidad Nacional de Tucumán, Rosana Chehín, junto a su colega del Instituto para el Cerebro y la Médula espinal (ICM) de París, Francia, Rita Raisman-Vozari.
 
El artículo por el cual se dio difusión a este hallazgo fue publicado en la revista Scientific Reports, del grupo editorial Nature.
 
La investigación fue el resultado de la interacción científica entre físicos, biofísicos, neurobiólogos y neurofarmacólogos de la que participaron dos laboratorios argentinos del Conicet -el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO, Conicet, UNT) y el Instituto de Investigaciones para el Descubrimiento de Fármacos de Rosario (IIDEFAR, Conicet, UNR)- junto a la Universidad de San Pablo, de Brasil, y la Universidad de Paris VI, de Francia.

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