Revocan condena a perpetua y liberan a dos detenidos tras siete años de prisión

La Sala V del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires absolvió a dos hombres que en 2018 habían sido condenados a prisión perpetua por el homicidio de un comerciante en La Matanza. Tras permanecer más de siete años presos, recuperaron la libertad.

Los jueces Manuel Alberto Bouchoux y Mario Eduardo Kohan consideraron que el proceso judicial que culminó con la condena de O. A. B. y C. I. G. estuvo plagado de irregularidades, entre ellas deficiencias en la investigación policial y la falta de valoración de pruebas clave a favor de los acusados.

El hecho ocurrió la madrugada del 19 de junio de 2017, cuando Oscar Simón Valiente Cuevas, dueño de una pizzería, fue asesinado durante un intento de robo mientras se encontraba en su camioneta Toyota Hilux, en la avenida Crovara al 5200.

La causa fue reabierta tras un fallo de la Suprema Corte bonaerense que en 2024 ordenó revisar la sentencia emitida por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de La Matanza. La condena original había sido por homicidio criminis causae en concurso con robo agravado por el uso de arma de fuego.

Sin embargo, el tribunal de alzada concluyó que existieron “graves vicios” en la acusación fiscal y una “defectuosa investigación policial”, que condicionaron todo el proceso. La principal prueba contra los imputados fue el testimonio de un hombre que los reconoció a pesar de haber estado bajo los efectos de sustancias y a más de una cuadra del lugar del crimen, en una zona de escasa iluminación. Otro testigo, ubicado más cerca del hecho y en mejores condiciones, no logró identificar a los acusados, pero su declaración no fue tenida en cuenta en el juicio.

Además, se cuestionó la legalidad de las detenciones: uno de los imputados fue arrestado por «tener cara de susto», según lo declarado por personal de la Comisaría San Alberto Oeste 4ª de Isidro Casanova, sin orden judicial ni conexión directa con el hecho. Tampoco se explicó por qué se desestimaron otras líneas de investigación sugeridas desde el inicio de la causa.

El fallo también subrayó que se ignoraron peritajes clave: las huellas dactilares y las muestras de sangre recolectadas en la escena del crimen no coincidían con las de los acusados, pero estas pruebas fueron descartadas en el juicio oral.

Para los jueces, la acusación se sostuvo únicamente sobre un testimonio débil y contradictorio, sin respaldo en evidencia material. En ese sentido, afirmaron que el proceso incurrió en un sesgo de confirmación que vulneró la presunción de inocencia.

El Tribunal ordenó la inmediata liberación de ambos imputados, tras más de siete años de detención.

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