Perrita Uma rescató a turista extraviado 12 días

Tras doce días de estar perdido en el bosque, Manuel Kim fue encontrado casi en la frontera con Chile, gracias al invaluable trabajo de Uma, una perra rescatista. Su pronóstico es bueno y se espera que le den el alta en las próximas horas

La supervivencia de Manuel Kim, el turista que estuvo 12 días extraviado en el cerrado bosque cordillerano, fue tan milagrosa como su hallazgo, ya casi sobre la frontera con Chile en cercanías del lago Epifano, por parte de «Uma», una perra entrenada en la búsqueda de personas .
 
«Es un verdadero milagro que esté vivo, volvió a nacer, ahora le vamos a tener que festejar dos veces el cumpleaños», dijo aún conmovido Raúl, el hermano menor de Manuel, al ingresarlo ayer a las 13:30 a la guardia del hospital de El Bolsón luego de que fuera encontrado por un grupo de policías con perros en la tarde del domingo.
 
El joven de 30 años, de ascendencia coreana, fue encontrado poco después de las 17 del domingo por «Uma», una perra de la raza Braco alemán, adiestrada en la búsqueda de personas extraviadas por la Brigada de Canes de la Policía de Río Negro y enviada desde Cipolletti.
 
El can siguió un rastro –observado de cerca por su guía– hasta que de pronto, en medio de la vegetación, se topó con el excursionista cerca de una senda que conduce hacia el lago Epifano, dentro del Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido, muy cerca de la frontera con Chile.
 
Tras reconocerlo, los uniformados condujeron a Manuel hasta el refugio Los Laguitos (base de operaciones), donde en la jornada del 31 de diciembre el turista había dejado la mochila con todas sus pertenencias.
 
El sargento ayudante Carlos Fabián Fuentes contó que también llevaba a su cargo a «Ángel», una perra labradora dedicada a hallar personas sin vida. «Se complementan y trabajan juntas», acotó. Recordó que el domingo los policías afectados al sector montañoso decidieron «volver a rastrillar lugares ya recorridos», en un perímetro aproximado de 6 kilómetros cubiertos por bosques espesos de cañas colihues y lengas.
 
Con la ayuda complementaria de «Canela», otra perra rastreadora, lanzaron un patrullaje desde Los Laguitos hasta el lago Soberanía. Allí el grupo se dividió en dos, con Fuentes al frente de uno –junto al sargento Pallalef y el agente Águila–, rumbo hacia el oeste.
 
«Avanzamos un par de horas sobre un arroyo –contó–, hasta que un cañaveral nos cortó el paso. Tuvimos que andar agachados, arrastrándonos y buscando huecos, es monte muy tupido, mientras las perras iban adelante trabajando solas».
 
En un momento, «cuando estábamos tratando de navegar con una brújula porque no teníamos referencias geográficas y era imposible ver las montañas, sentimos los ladridos de Uma, que al principio eran un poco confusos porque estaba a mucha distancia».
 
«Corrimos hacia ese lugar y notamos unas hojarascas de pino sobre unas ramas y nos llamó la atención. La perra se paraba en dos patas y buscaba arriba, mientras seguía ladrando (que es la marcación cuando encuentra a una persona)». Pronto, «a unos metros sentimos el primer grito de Kim, pidiendo auxilio y que nos acercáramos. Le di la orden a Uma para que siga buscando, hasta que terminó de ubicarlo».
 
Emocionado, el policía rememoró el momento del encuentro con el turista perdido: «Fue realmente conmocionante, tuvimos que contenerlo un rato, hidratarlo y alimentarlo de a poco, hablarle mucho. Nos dijo que el día que se perdió estaba lloviendo, se puso debajo de los pinos y pasó la noche».
 
En los días posteriores «trataba de refugiarse en los huecos de los árboles. Tampoco tenía mucho para comer, porque allí no hay frutos. Nos refirió además que había caminado en determinados sectores (en un radio muy acotado), lo que pasa es que es un monte muy tupido, un terreno muy difícil».
 
El turista llegó «un poco deshidratado, pero en buena condición física» para el chequeo médico correspondiente. No obstante, se valió por sus propios medios para cumplir las 7 horas que demandó su traslado –mitad en cuatriciclo, mitad en una ambulancia 4×4–, desde el refugio Los Laguitos donde pasó la noche. Anoche seguía internado en una sala común, donde se reponía de algunas lesiones leves en los píes, además de tener «las piernas hinchadas, lo que derivó en una movilidad reducida». Con todo, su pronóstico es bueno y se espera que le den el alta en las próximas horas.
(Diario Río Negro)
 
Facebook
Twitter
Scroll al inicio