En Río Cuarto, motoqueros se organizan para saquear a los comerciantes

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Una comerciante de contó cómo fueron los saqueos en la ciudad

La mujer, a quien ayer por la noche le robaron la recaudación de su almacén, aseguró que los robos son organizados y que, en general, participan jóvenes menores de edad.

En una jornada de extrema tensión vivida ayer en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, más de 15 personas, entre ellas varias adolescentes, fueron detenidas por intentar saquear un supermercado de esa localidad. Si bien ese intento de saqueo fue el más relevante, se sucedieron hechos similares en otros locales de la zona, donde hubo rotura de vidrieras y, en algunos casos, se consumaron robos de mercadería. “Este gobierno crea vagos. Esto no es hambre, acá estuvo todo armado”, se lamentó esta mañana una de las comerciantes víctimas de lo que describió como “una horda de motos con gente a la que se le paga por hacer esto”.

Alejandra Sempé es propietaria de una almacén ubicada en la zona norte de Río Cuarto, en las afueras del centro de la ciudad, y ayer fue víctima de tres ladrones que la sorprendieron cuando salía de su local, alrededor de las 22.30, con la recaudación de todo un día de trabajo. “Se crea una impotencia. Esta gente que no sabe lo que es trabajar. Estoy todo el santo día para que vengan tres n…, porque otra cosa no se les puede decir, que te apuntan”, dijo la mujer, aún consternada, en diálogo con radio Mitre.

Uno de los delincuentes la amenazó con un cuchillo y le quitó el dinero recaudado del local más algunas pertenencias, entre ellas el teléfono y una bolsa con medicamentos. La mujer detalló la modalidad de este tipo de robos y saqueos: “Lo arma una horda de más de 200 motos que molesta a toda la ciudad. Se organizan por mensajes de WhatsApp a quienes van a atacar según los horarios: ‘Acá no hay nadie’, ‘Fijate este que está al toque para asaltarlo’ y así”.
Muchos jóvenes involucrados

Contó que los protagonistas de estos hechos son en su mayoría jóvenes menores de edad que se cubren los rostros y cabezas y visten, en general, colores oscuros. El jefe de la Departamental Sur de la policía cordobesa, Gustavo De la Mela, afirmó a Canal 12 de Córdoba que “la mayoría de los arrestados son menores de entre 14 y 17 años”. En la investigación de los hechos trabaja el Ministerio Público Fiscal de Rosario, mientras que la policía de esa ciudad se mantiene alerta para evitar nuevos hechos de esas características.

Una vez consumado el robo, Sempé comenzó a gritarle a un vecino que llamara a la policía mientras ella perseguía a los ladrones con su auto. “Cuando llegué a una esquina un hombre me dijo que habían salido para allá y desinteresadamente vino conmigo”, relató la comerciante. Uno de los ladrones llegó hasta un baldío y allí fue encerrado tanto por la mujer como por los vecinos de la zona. La víctima recuperó el teléfono, pero no la recaudación de su despensa.

“Después pensé lo que hice, pero bueno, era lo mío, era mi laburo de todo el día. Era trabajar 10 horas por nada”, se lamentó Sempé con la voz entrecortada. “Acá hablemos del gobierno que está, porque crea vagos, crea esta gente que está en la calle y no le pasa nada. Nadie hace nada”, dijo la mujer.

Al ser consultada sobre los saqueos, la vendedora reflexionó: “Uno espera que pase ahí, en Buenos Aires. Que pase en una ciudad mucho más grande”. Según ella, fue una mujer quien lideró estos hechos delictivos, pese a que la policía, a su entender, “actuó perfectamente”. “Estos robos fueron enfocados en todos lados de Río Cuarto, no en el centro. Los maneja alguien”, aseguró.

“Esto no es hambre. Romper los vidrios de un negocio de autos no es hambre. Se robaron iPhones y eso tampoco es hambre. El hambre es cuando me robas mercadería para comer. El tipo [el ladrón que le había robado a la mujer] estaba pisoteado y me dijo ‘me importa tres pedos lo que vos laburas’”, contó Sempé en su extensa entrevista radial.

Hoy, con los ánimos algo más calmados, la comerciante dice que la preocupación aún persiste entre ella y sus colegas: “Muchos abrimos, pero con las rejas cerradas. Esto es miedo entonces ahora se abre todo el día así, no hay otra”.

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