Las carreras universitarias del Siglo XXI que se vienen

Cuáles son las carreras universitarias del siglo XXI que se vienen: el auge de los actuarios.

Las búsquedas de actuarios cada vez son más frecuentes entre los reclutadores de perfiles profesionales de Ciencias Económicas y a la vez implican una dificultad. La dinámica de los instrumentos financieros es actualmente tan vertiginosa y compleja que el perfil se ha convertido en un pilar de los RRHH, ya sea en el sector público como en el privado. Lo que hay que saber.

Por Nico Sívori *

No es un término aún muy conocido y pocos lo vinculan con el egresado de una carrera universitaria. ¿Qué es un actuario? Son profesionales en Ciencias Económicas que evalúan riesgos de negocios basados en modelos estadísticos y matemáticos. Es una carrera que parte del árbol de las ciencias económicas y que requiere un perfil particular por la gran demanda horaria de sus cursadas. Tiene una duración promedio de 5,5 años y generalmente se extiende porque las últimas materias conocidas como «las actuariales» son difíciles, hay muchas correlativas y pocos cursos.

En la Argentina, para egresar de actuario se estudia en la Universidad de Buenos Aires (desde 1925) y en la Universidad del Salvador (desde 1999). Se reciben aproximadamente unos 50 profesionales por año. Y en la actualidad existen cerca de 1.100 egresados hasta hoy.

En los inicios de la carrera de actuario en su mayoría la estudiaban hombres, pero en los últimos tiempos, como ocurrió en el resto de las disciplinas, se revirtió la tendencia y son más las mujeres que la estudian.

La carrera garantiza un estándar académico alto, ya que dispone de ciertas materias con aplicaciones prácticas mediante lenguajes de programación y mucha bibliografía existente sólo en inglés. Además requiere destacadas habilidades numéricas y analíticas.

En nuestro país, las compañías de seguros eran su nicho de mercado más importante, profesionales imprescindibles para calcular primas de seguros de vida y patrimoniales. Pero la primera curva ascendente, la profesión la vivió con las Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión (AFJP).

Con una mirada actual, los actuarios son requeridos tanto en el sector público como en el privado y en diversos tipos de negocios. Por ejemplo, para analizar los riesgos en entidades financieras, mercado de capitales (bonos, fideicomisos), petroleras, medicina prepaga, entre otras ramas industriales.

En los bancos, un actuario puede analizar escenarios financieros, la liquidez según sus depósitos y sus préstamos. Estos profesionales poseen una demanda activa para hacer modelos predictivos en las carteras de cobranzas en bancos, tarjetas de crédito y empresas de servicios (por ejemplo telecomunicaciones). Aquellos que se matriculan en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, pueden trabajar en forma independiente, y/o como Peritos auxiliares de la Justicia.

El headhunter logra atraer el talento, haciendo mucho hincapié en el proyecto profesional y en la marca empleadora. No obstante, los consultores no tenemos que quedarnos contentos cuando conseguimos al candidato y satisface todas las expectativas del cliente, porque muy frecuentemente los retienen con mejores condiciones económicas y de proyección.

Esta práctica – de retener con ascensos o mejores condiciones salariales al candidato casi listo para dar el salto hacia otra compañía- es cada vez más frecuente no sólo para esta profesión sino para todos los puestos claves.

En el pasado, ante una situación así o similar, los consultores borrábamos directamente al elegido de nuestra base de datos, por considerarlo un candidato de riesgo para nuestro compromiso profesional. Hoy las reglas han cambiado, y se sabe que estas circunstancias forman parte de la compleja negociación del mercado laboral, de manera que mantenemos abiertos nuestros registros de aspirantes.

¿Cómo son los remuneraciones para un actuario ? En la Argentina, los ingresos son similares a otras profesiones, pero en el exterior sobre todo en Estados Unidos, éstos son muy superiores al resto del mercado. En nuestro país, y de manera aproximada, una posición senior ronda los $ 90.000 pesos mensuales, mientras que una jefatura gana alrededor de $ 130.000 pesos, más beneficios. Dado el nivel de formación de nuestros actuarios, hay una demanda importante de la región, principalmente en Chile, con un pago de hasta 30% por encima del promedio.

En Chile no existe la carrera universitaria específica. El perfil entonces apunta a un economista o ingeniero, que para trabajar en otros países de América Latina, tienen que certificarse en USA por la SOA (Society of Actuaries) o CAS (Casualty Actuarial Society) ya sea en vida o en patrimoniales. Son certificaciones caras que muchas veces son financiadas por la misma compañía.

¿Cuáles son sus competencias? El actuario tiene un perfil técnico y analítico, con fuertes facultades matemáticas. Esto los convierte en personas con alta concentración, foco en los datos y precisión en los resultados. Respetan los deadlines, se orientan más a la información que a establecer vínculos sociales.

¿Cómo deben complementar su perfil? La importancia del actuario en el análisis de riesgo de los negocios empoderó la profesión. Por ello es cada vez más necesario que complementen su perfil con habilidades estratégicas y de mercado.

Como ocurre con todos los profesionales en una etapa de su carrera laboral, estudian posgrados o maestrías. En general, se abocan a las universidades con más prestigio y exigencia, acorde a su formación de grado. En pos de pensar en su plan de desarrollo, deben fortalecer competencias soft, como liderazgo, habilidades interpersonales, manejo de situaciones ambiguas y toma de decisiones oportunas, para poder acceder a posiciones gerenciales.

Entre las condiciones actuales de las compañías y empresas para crecer y hacer carrera, además de la formación, está presente la exigencia de perfiles muy completos; por lo que, las actividades vivenciales -deporte, teatro, música, y otros -, como aquellas extracurriculares (voluntariados) fomentan el desarrollo de competencias.

El vértigo actual que definitivamente redefinió a los instrumentos financieros es tan vertiginosa y compleja, que por eso la figura del actuario cobró dimensión, en el espacio público y en el privado. Tanto el Estado como las empresas lo consideran imprescindible en la ponderación de riesgo y es frecuente observar a estos profesionales desplazarse con fluidez en ambos estamentos. Un salto de calidad en la profesión.

*María Carmen Sívori es directora y fundadora de Nico Sívori- Capital humano

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