Mal debut de River Plate en la Copa de la Liga: perdió en su visita a Argentinos Juniors

River Plate

Pasaron los festejos hacia afuera, y se debe una mirada introspectiva para curar la inestabilidad y acomodar piezas
A la dura eliminación en la Copa Libertadores le siguió una derrota ante el valiente Argentinos en el debut en la Copa de la Liga; el desafío para Demichelis hasta fin de año

Se despidió de la Copa Libertadores siendo un equipo poco confiable y debutó en la Copa de la Liga con igual diagnóstico. Eliminado por Inter y derrotado por el valiente Argentinos. River cayó en un bache y le duele. Después de mucho festejar hacia afuera, se debe una mirada introspectiva para recuperar el guion, y salir de la inestabilidad antes de que se le haga crónica.

Ya no está el productivo y solidario Lucas Beltrán, las lesiones dejaron afuera a la dupla central titular (González Pirez y Paulo Díaz), también faltó Nicolás De la Cruz y Enzo Pérez volvió de una lesión para ocupar el banco. La derrota por 3-2 dejó en claro que hay piezas a recuperar y otras a acomodar, como los refuerzos (Lanzini, Colidio y Funes Mori). Tiene trabajo Demichelis, quizá más del que pensaba hasta hace poco.

Dos goles recibidos con la pelota detenida dejaron a River entre la espada y la pared ante Inter por la Copa Libertadores. Es un déficit que sigue arrastrando, al que no le encuentra solución con el sistema de marcación zonal. Pierde las marcas con facilidad y un dinámico Argentinos se lo hizo pagar tempranamente. El córner pasado desde la derecha fue conectado con comodidad por Di Cesare -Casco no llegó a molestarlo- y el desvío en Minissale terminó por desacomodar la estirada de Armani.

El 1-0 premiaba el muy buen comienzo de Argentinos, al que el trabajo de Gabriel Milito dotó de mucha movilidad y equilibrio táctico. Lo que falta en individualidades de renombre lo compensa con convicción colectiva. Es un equipo sistematizado, ávido de controlar el mediocampo, ampliar los ataques por las bandas y llegar con varios jugadores a posiciones de definición.

River entró lento y distraído. Como pocas veces le ocurre, no tenía la pelota, corría detrás de ella, que pasaba mayormente por pies locales. Kranevitter y Aliendro se veían sobrepasados y las tres media-puntas no conectaban.

Lo más destacado de Argentinos 3 – River 2

Argentinos había tenido un arranque casi ideal: superioridad en el juego y en el marcador. La desventaja ofició como un despertador para River. Lentamente adelantó las líneas, Palavecino y Barco tomaron las riendas, Enzo Díaz escaló con más asiduidad por la izquierda y Borja podía ser socio o finalizador. Pasado el cuarto de hora inicial, el partido fue otro, llegaba el momento de River, que en poco más de cinco minutos dio vuelta la historia, con el empate de Palavecino (centro de Enzo Díaz y asistencia de Borja) y el 2-1 de Barco, que tomó el despeje del penal que le había atajado Arias.

La temperatura del encuentro fue subiendo, desde el banco local cuestionaban a cada rato las decisiones del árbitro Echenique, que entre dudas y disparidad de criterios -omitió un par de amarillas por foules- no ayudaba a tranquilizar el ambiente. Su revisión del penal de Arias a Borja en el monitor del VAR se transformó en un sainete.

River había revertido el resultado con más rapidez de la imaginada. Es cierto que tiene recursos para pegar volantazos, pero también era evidente que Argentinos lo había maniatado. Pronto, las virtudes del visitante quedaron neutralizadas otra vez por su dispersión en los tiros libres. La ejecución cruzada de Montiel tuvo una impecable definición de Gondou, el refuerzo que llegó desde Sarmiento y ya se ganó el reconocimiento de los hinchas.

El partido tuvo pasajes frenéticos, se jugaba sin dar respiro ni tregua. Ninguno especulaba, cada uno trataba de aprovechar su momento.

River volvió del descanso aletargado, como en el comienzo del primer tiempo. Y Argentinos se había activado otra vez, retomaba su plan original de presión y carga sobre el área rival. En 10 minutos creó tres situaciones de gol que obligaron a intervenir a Armani. De tan ahogado que se veía, en River se equivocó hasta el que más cuida la pelota: Aliendro. Falló en un control y posibilitó el centro de González Metilli que encontró una vez más al iluminado Gondou. Aliendro completó una de sus peores días en River con una lesión en un hombro al caer tras luchar por la pelota con Gondou.

Por el desgaste y las necesidades del desarrollo llegó el tiempo de los cambios para Demichelis. Buscó más profundidad por la derecha con Solari (por Kranevitter), debutó Manuel Lanzini (volvió después de nueve años), Enzo Pérez (regresaba de una lesión) fue el volante central y Colidio debía aportar una cuota de creatividad.

En el ida y vuelta constante que era el encuentro, River subía revoluciones en búsqueda del empate. A Lanzini, con poco continuidad en su último año en la Premier League, se le notaron algunas imprecisiones, pero también su pegada de media distancia, con dos remates que exigieron a Arias. También Argentinos tuvo el cuarto gol en el descuento con un disparo de Verón en un poste. El partido fue una montaña rusa hasta el último instante.

River se quedó hasta fin de año con una sola competencia. Necesita ajustes futbolísticos y quizá también algún mensaje desde lo anímico, porque anda con cara de preocupado.

Claudio Mauri

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